El Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra cada año el 10 de octubre, aspira a acrecentar la conciencia de las personas en torno a los problemas de salud mental. Las enfermedades mentales son aún bastante desconocidas en España y en gran parte del mundo. Igualmente las personas que padecen estas enfermedades tienen un gran desconocimiento sobre ellas y las personas que conviven con ellas sufren el mismo desconocimiento y las pautas para actuar. A veces el enfermo sufre también al ver que en su entorno no se le hace ningún caso, dicen: “eso son cosas tuyas” lo que propicia en muchos casos el aumento de la angustia del enfermo; el aumento de la depresión, la ansiedad, la tristeza, el decaimiento; cuestiones estas que pueden acabar en el agravamiento y que si se agravan mucho pueden acabar en el deseo de suicidio e incluso en el mismo 
suicidio. Más de 800 000 personas mueren cada año por suicidio, y esta es la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad. Hay indicios de que, por cada adulto que se suicidó, posiblemente más de otros 20 intentaron suicidarse.
Cuando se tienen este tipo de enfermedades a veces tampoco el mismo enfermo sabe lo que le sucede y en muchos casos tampoco es bien asesorado, ni aun incluso por los propios médicos por lo que quizás tiene que realizar su actividad diaria y su trabajo con miles de dificultades y realizar tareas que le superan y esto le produce un estrés tremendo que acaba en un desconcierto y un desgaste total.
Una de estas enfermedades mentales más frecuente es la depresión. La depresión es un trastorno mental, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente, y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional.
La depresión es un trastorno que se puede diagnosticar de forma fiable y que puede ser tratada en los casos leves por no especialistas en el 
ámbito de la atención primaria.
Hay emergencias en salud mental y apoyo psicosocial objeto del trabajo de la OMS, en condiciones estresantes extremas, para los refugiados, los sobrevivientes de desastres, las poblaciones expuestas: a la guerra, al terrorismo o al genocidio.
El Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS reconoce que el número de personas expuestas a los factores estresantes extremos es grande y que la exposición a estos factores estresantes extremos es un factor de riesgo para los problemas sociales y de salud mental. El trabajo del Departamento sobre la salud mental en las emergencias se centra principalmente en los países de escasos recursos, donde viven la mayoría de las poblaciones expuestas a los desastres y la guerra.
Aproximadamente cuatro de cada cinco personas que necesitan atención por trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias en los países pobres con ingresos bajos y medios-bajos o en países con frecuentes desastres no la reciben. Lo cual es alarmante y pueden ocasionar otros trastornos u otras situaciones delicadas que se podrían prevenir con una adecuada salud mental.
El consumo de drogas y alcohol puede ocasionar trastornos que afecten notablemente a la salud mental, es por ello por lo que muchos de los enfermos que se tratan tienen su origen en el uso desordenado y frecuente de estos productos de alta toxicidad para la mente.
También es cierto que a veces cuando nos encontramos con depresión, ansiedad, nerviosismo, inquietud podemos tener la tentación de consumir este tipo de producto que nos alivian parcialmente y temporalmente pero que al final nos meten en un pozo profundo del que es difícil salir. Es cierto que por ejemplo si estamos en una situación de decaimiento y acudimos a una copa, provisionalmente mejoramos con lo cual podemos a lo mejor realizar una actividad que en condiciones normales no podríamos; pero si esto lo hacemos habitualmente al final caemos en una trampa peor como es el alcoholismo o la drogadicción. Hay personas que al tener muchos problemas: económicos, sociales, familiares … acuden al alcohol o las drogas, pero por este camino rápidamente encuentran un nuevo y grave problema: la adicción y el deterioro físico y mental que ocasiona. Además frecuentemente este es un camino sin retorno del que es difícil salir.
Por todo esto es por lo que la salud mental cobra una especial relevancia. Aquí hemos mencionado sólo algunos aspectos pero hay muchos más aspectos relacionados con la salud mental, otras muchas enfermedades, otras muchas circunstancias, es por ello por lo que es importante celebrar esta Jornada que nos recuerda vivamente la importancia de estas enfermedades y su problemática actual.
Si padecemos una situación de este tipo personalmente o en nuestro entorno familiar o social acudamos a un especialista y no nos quedemos inmóviles sin encontrar soluciones, hay soluciones para cada uno y vale la pena esforzarse para encontrarlas, dejar pasar el problema no es forma de arreglarlo y puede ocasionar situaciones muy, muy desagradables.
