DE NOSOTROS DEPENDE

Nos han enseñado a confiar en figuras de autoridad y, poco a poco, sin darnos cuenta, nos hemos llenado de cosas que no aportan valor a nuestras vidas, impidiéndonos además la oportuna reflexión.
Cada vez más cargados de complicadas tareas, vamos dando tumbos por eso que llamamos “vida”. Una vida que ha dejado de ser para muchos “existencia propia”, se ha convertido en una mera inercia.
Pensamos que somos libres, con libre albedrío, cuando en realidad seguimos (en el 90% de los días) programas de otros, tanto sociales, como religiosos, familiares, etcétera. Son vitales en esta programación los 6 primeros años de vida, de ahí el interés de manejar por el Poder la Educación, pero es evidente que no para ahí, pues continua, impertérrita desde todos los ángulos sociales: loas programas basura televisivos, las películas que vemos, los informativos que, lejos de informar, nos saturan, haciéndonos sentir ínfimos, incapaces, dado que son otras las fuerzas que dominan nuestros destinos, desde los viejos paradigmas que, hoy, por cierto, sabemos han fracasado, sin posibilidad de enmienda además.
Se nos sigue engañando diciendo no tenemos otra escapatoria que seguir sirviendo a los mismos señores que nos proponen ahora arrear con menos, aunque, eso sí, bien uncidos al yugo que imponen sus manejos y sus Mercados, llevado todo ello por los políticos de turno (atados de pies y manos por sus demandas, como sabemos por aquí), por líderes religiosos de pega, por gente de Ciencia (similar a verdad hoy en día) que trabajan para ese Poder Económico y no para limpiar de basura y garantizar las necesidades reales de la población.
En los últimos trescientos años, este desarrollo científico, ha contaminado hasta la saciedad este Planeta, inclusive nuestro espacio exterior. Por otra parte, la mejora de los servicios sanitarios que se prestan, no han podido impedir el crecimiento de numerosas enfermedades de nuevo cuño, psíquicas y psicológicas. Por no hablar de la creciente drogadicción, tráfico de armas…
Hay que sacudirse, entiendo, del influjo de la programación de este Poder, que ha fracasado y no tiene vuelta de hoja.
Desde estas líneas, animo a tod@s a superar barreras mentales, arriesgarse y unirse con propuestas novedosas. Y experimentar que no necesitamos obedecer lo que nos dicen los viejos paradigmas existentes, con sus programas fracasados, que debemos recuperar nuestro poder, nuestra responsabilidad delegada, y caminar así hacia nuestro empoderamiento. Al margen den una programación que nos está arrojando, poco a poco y sin enterarnos, a un precipicio.

Del artículo de Francesca Biagi–Chai, destacamos lo siguiente:

<<<Tener «mamismo» es motivo para anular el matrimonio en Roma.

La Iglesia entra en la vida íntima de los esposos como garante del deber y de las exigencias del amor conyugal.

Los esposos se comprometen libremente en matrimonio, desde el siglo XI con el papa Alejandro III, a través de la aceptación de la fidelidad y la fecundidad.

Cuando se descubren causas de invalidez se abre entonces un proceso de nulidad. Estas causas han evolucionado, extendiéndose a: la falta de libertad, la coacción, la falta grave de claridad sobre el significado del compromiso, los trastornos psíquicos, las adicciones y la impotencia. Una nueva causa se añade a esta lista: “el mamismo”.

La definición es dada por el Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico de Ligurie, Monseñor Paolo Rigon, en su discurso de presentación en la apertura del año judicial eclesiástico.

“El mamista es una persona para quien cada decisión, cada cambio en su vida debe pasar necesariamente por la aprobación materna, quien de hecho deviene psicológicamente el verdadero partenaire, mientras que el conyugue no es más que un sustituto y de esta situación no hay voluntad de salir, siendo esto último la indicación más clara de lo anómalo de la indicada situacion”.

Monseñor Rigon se dirige a aquellos que no logran cortar el cordón umbilical que les liga a la madre, o a uno de los padres, lo cual es importante ya que la Iglesia asume que un padre puede tener la cualidad de madre.

“El mamismo autoriza a la madre o al pariente a pontificar sobre todo y las consecuencias de ello son desastrosas, lo cual conduce a una dependencia que invalida gravemente la vida conyugal”.

La huella que deja la infancia no es extraña al Vaticano: “Estas personas son incapaces de poner en práctica los deberes conyugales y de pareja debido a las modalidades de vida que han tenido en la infancia, la adolescencia y la juventud”.

Se plantea claramente la repercusión de la infancia sobre la vida sexual conyugal y sus “incidencias nefastas”.

Desde el 2013, el Papa Francisco, plantea que la Iglesia debe tomar el rumbo de la época. Para él la inteligencia, la voluntad y la libertad son pilares de la vida conyugal, los cuales se ven amenazados por diversas formas de dependencia: la infidelidad compulsiva, la droga, el alcohol y a partir de este año, también el mamismo.

En países de habla hispana se usa popularmente “Mamitis”, sin embargo, conservamos el término utilizado por la autora: mammismo o mammiste, traduciéndolo del italiano al español como: “mamismo” y “mamista”. >>>

Como hemos visto Paolo Rigon, vicario judicial del Tribunal Eclesiástico de Liguria, aseguró en su informe, que la dependencia de los padres es comparable con la adicción a las drogas o el alcohol.
Otra idea: Los abogados en Italia indican que el 30% de los divorcios en ese país europeo se da por la interferencia de los suegros en el matrimonio.

Tambien el cardenal Angelo Bagnasco, Arzobispo de Génova, dice que el matrimonio debe ser «un acto de libre albedrío» y en los matrimonios afectados por conductas dependientes de la madre, o del padre, siempre se está buscando la opinión de una tercera persona.
“Hay casos en los que se está tan apegado a la madre que no se puede hacer vida común con la pareja», confirmó en declaraciones al diario “La Stampa” el cardenal jurista Velasio de Parolis, miembro del Tribunal Supremo de la Signatura apostólica.

Todas estas consideraciones nos pueden ayudar a entender el significado de Mamismo y su repercusión en la vida matrimonial. Este tema que ha resurgido en Roma a través del Vicario judicial del Tribunal Eclesiástico de Liguria, puede dar a conocer impedimentos reales que imposibilitan la estabilidad y la vida matrimonial, y abrir nuevos horizontes para el conocimiento pleno y actual de ese sacramento tan importante para el Iglesia como es el sacramento del matrimonio.

En muchas ocasiones para que una relación sea estable necesita un anclaje firme y seguro y necesita también salir de ciertas tendencias afectivas desordenadas que sólo producen un desajuste emocional y un desajuste de vida coherente.

Dada la importancia del tema y su repercusión social y eclesial seguiremos exponiendo ideas en próximos artículos.

Hemos sido testigos un amigo y yo, de un hecho insólito, repugnante y falto de urbanidad. En la salida del metro de Abando, estaban dos gitanas españolas con tres niños, una de ellas con toda su tranquilidad ha puesto a uno de sus churumbeles a defecar en la papelera del metro, cuando el niño se ha aliviado de su apretón; siguiendo el ritual de este acto incívico; ha limpiado su culito.                                                                         ¡Señores y señoras; aquí no pasa nada!  ¿Han visto en el metro comer a alguien?      

Si alguna vez sin darse cuenta usted le da un bocado al aperitivo que lleve, o se le ocurre abrir un paquete con chuches, aparece como de la nada el guardia de seguridad para recordarle que en el recinto está prohibido  comer, sentarse en las escaleras, etc.                                                                                                                                

Hay colectivos, etnias o grupos que están exentos de todo, no se les puede decir nada, rápido te catalogan y te llaman racista, estos grupos son perceptores de ayudas, son hábiles en exigir derechos y tributos.                    Yo pregunto; tantos años recibiendo ayudas y subvenciones para que estos grupos se integren ¿no es ya hora de pedirles responsabilidades? ¿No deberían los que reparten las ayudas pedir resultados y compromisos a estos grupos?

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Alvaro Villa Rey