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El grupo yihadista Estado Islámico ha mostrado su extrema crueldad y su pertenencia incondicional al dramático mundo de la barbarie:

• “Al hacer explotar el bebé de una mujer prisionera”.

Como una demostración más de sus habilidades en el manejo de explosivos.
Según información precisa de Sadiq al-Husseini, presidente del Comité de Seguridad de la provincia, que lucha contra los radicales islamistas:

• “El triste, cruel y lamentable suceso, sin precedentes, ocurrió en Diyala, Irak. El propósito de la operación era enseñar a manipular explosivos; y después conectarlos al bebé, para hacerlos detonar a una larga distancia; y todo como parte de los ejercicios de entrenamiento, según publica el sitio Jihadwatch”.

Y continúa al-Husseini:

• «Los yihadistas ataron al bebé y lo hicieron explotar ante varios hombres armados del EI. La organización criminal no se preocupa por los valores humanos más básicos de las personas. Sus crímenes son incalculables y detestables. La explosión del bebé sobrepasan los límites de su maldad y es una prueba de la amenaza de su ideología contra el estado”.
  “Al parecer, el padre del bebé fue ejecutado por luchar contra el EI, y su madre se encuentra prisionera en las cárceles del califato”.

El Estado Islámico continúa con su avance conquistando territorios en Irak y Siria, masacrando a los que no siguen sus creencias y a los que pertenecen a minorías religiosas distintas.

En pueblos donde llegan, juzgan a la gente sin ningún proceso judicial, sentencian basados en la interpretación que ellos hacen del Islam, aplican crucifixiones y decapitaciones a sangre fría.
Las acciones de la coalición encabezada por Estados Unidos han debilitado significativamente las fuerzas yihadistas. Pero aun así, su sed de sangre se ha extendido a varios países, a través de los fanáticos que quieren ver el mundo dirigido por sus reglas.

Fuente: AcontecerCristiano.Net