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Daily Archive: noviembre 1, 2015

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noviembre 2015

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Mª VICTORIA ÁLVAREZ MARTÍN. PUJOL.

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(Del Libro «Siembra y Cosecha»)

Una familia que trae sorna. Por los años en el candelero del honorable Jordi Pujol.

¿Dónde y quien crea la campaña orquestada?

¿La Señora Sánchez-Camacho que representaba en julio de 2010 al PP?

¿El PSC del que alegan en páginas sin fin que pudo haber pagado a la Agencia de Detectives Método 3 para que se hiciese la grabación en el Restaurante La Camarga a la Señora Álvarez y la Señora Sánchez aquel siete de julio de dos mil diez? En aquel tiempo era primer secretario del PSC el Señor Montilla.

Lo que no quita (siempre en diario escrito) que la representante del PP estaba en la lid no así la Señora Álvarez.

El enfado de la que fue compañera del “junior Pujol” tiene su porqué si con los millones amasados por la familia (pareciendo poco) quiso quedarse la comisión del trabajo realizado con una compañía mexicana del que la autora era la Señora Álvarez.

Los aviones dan para mucho. De conocidos del momento a pareja de dos años. Y con toda razón ¡la pela es la pela! para quien la gana.

¿A qué viene a cuento?

Que para la familia de los intocables parece ser se le acabo “ídem”. Aunque en España se ande a paso de ganso.

Dando un paseo por los medios vemos el cariz por el que miden el asunto.

Uno de los graves problemas de los que goza España es la forma en que es tratado/a la persona que se acerca a denunciar un caso que al parecer es delictivo. ¡Delatora!

La libertad de la persona no es respetada. Si la Señora Álvarez estimó que el vaso estaba lleno lo único que hizo es verter una parte para ella no mancharse.

Es de narices que hayan hecho la función de avestruz durante treinta años las altas jerarquías mirando para otro lado; no viendo el enriquecimiento de una familia que se creyó “Cataluña” y como en época feudal al señor pertenecía el todo.

Tema de La Marimorena (31 octubre 2015) la presencia de María Victoria Álvarez.

Si Jueces y Gobierno (también la oposición al pleno) quisieran hacer su trabajo; con posibilidad para las arcas del Estado Español que iban a encontrarse con los millones de Belice.

Otra de las concurrencias… Porque concurre el caso. Que la persona que saca a la luz desfalcos, apropiaciones indebidas de caudales públicos se le colma de calificaciones  sin laureles y se le juzga dejándola en la estacada.

Ello solo ocurre en Países donde la Democracia como la Justicia; tiene los ojos vendados.

Las escuchas…

Telefónicas. O colocación de micrófono es un “arte” que se da de años.

Hace treinta y cinco años el nuevo juguetito para el espía aficionado era el micrófono inalámbrico. Daba la posibilidad de grabar con su mediación en la cinta del magnetofón instalado; en sala contigua.

El Diplomático en su salida a Melilla tenía puesto el ojo en el aparatejo.  De su regreso; con la connivencia del Canciller lo estrenaría en la sala del “pêtit personnel” osea las Secretarias. ¡Claro que para su mala suerte! fue pillado por una de las Ayudantes de Cancillería.

No hay pregunta. Solo respuesta.

La de diplomáticos (extranjeros) que desde ya; serían espiados sin apercibirlo.

La historia descrita es un complemento. Lo verdaderamente interesante sería que al fin… O por fin quien defrauda devuelva.

Si de por si el español es un encubridor (a la espera de su pellizco) mucho tiene que cambiar el posicionamiento de nuestros políticos.

Escuchar el negro de la Señora Arenales Serrano (PP) en el escenario de ayer  en 13tv es de un aburrimiento y enfado superlativo. No sabe. No recuerda. No pregunta… Ni se informa. Pero es capaz de intervenir y salir por peteneras y no dar verdad a la Señora que tuvo la valentía del destape Nacional.

Personas como Usted Señora Serrano o como el joven representante del PSOE en la misma coordenada hacen entender con claridad los deslices de sus propios partidos.

Doña María Victoria Álvarez Martín esto es España. Esperanza puesta de que ahora la Justicia camine con paso de legionario.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay



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Un horizonte de eternidades.

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Cielo-e-infiernoSe llaman Novísimos a lo que sucederá al hombre al final de su vida: la muerte, el juicio y el cielo o el infierno.

La Iglesia nos lo recuerda especialmente durante el mes de noviembre.

A través de la liturgia, se invita a los cristianos a rezar y meditar sobre estas realidades.

San Juan de la Cruz habla del juicio particular de cada uno haciendo uso de una muy bella expresión:

  • “A  la tarde, te examinarán en el amor”.

CementerioEn Camino, 168; encontramos:

  • «Me hizo gracia que hable usted de la cuenta que le pedirá Nuestro Señor. No, para ustedes no será Juez -en el sentido austero de la palabra- sino simplemente Jesús». Esta frase, escrita por un Obispo santo, que ha consolado más de un corazón atribulado, bien puede consolar el tuyo.

Y del cielo podemos decir que es:

  • «El fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre”.
  • “El estado supremo y definitivo de dicha”.

3exp-300x290San Pablo escribe, con evidente claridad:

  • «Ni ojo vio, ni oído oyó, ni pasó por pensamiento de hombre las cosas que Dios ha preparado para los que le aman». (1Cor 2, 9).

En Forja, 995. Se nos dice:

  • Piensa también en lo poco que valen las cosas de la tierra, que apenas empiezan ya se acaban… En cambio, un gran Amor te espera en el Cielo: sin traiciones, sin engaños:
    • ¡Todo el amor, toda la belleza, toda la grandeza, toda la ciencia…!
    • Y sin empalago: te saciará sin saciar.

Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la almas-del-purgatorioalegría del cielo. La Iglesia llama purgatorio a esta purificación final de los elegidos, que es completamente distinta del castigo de los condenados.

A través del Catecismo de la Iglesia católica, 1030-1032. La Iglesia también recomienda en favor de los difuntos:

  • Las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia.

Y en Forja, 1041. San Josemaría escribe:

  • No quieras hacer nada por ganar mérito, ni por miedo a las penas del purgatorio:
    • Todo, hasta lo más pequeño, desde ahora y para siempre, empéñate en hacerlo por dar gusto a Jesús.

purgatorio6Jesús habla con frecuencia de la gehenna y del fuego que nunca se apaga, reservado a los que, hasta el fin de su vida, rehúsan creer y convertirse, y donde se puede perder a la vez el alma y el cuerpo.

La pena principal del infierno es la separación eterna de Dios, en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira.
Las afirmaciones de la Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre debe usar de su libertad en relación con su destino eterno.

Constituyen al mismo tiempo un llamamiento apremiante a la conversión:

  • «Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son cielo_infiernomuchos los que entran por ella; más:
    • ¡qué estrecha la puerta y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que la encuentran» (Mt 7, 13-14).

La resurrección de todos los muertos:

  • “De los justos y de los pecadores» (Hch 24, 15), precederá al Juicio final:
    • «Esta será la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz […] y los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación»

(Jn 5, 28-29).

CristoCrucificadoDaliNosotros conoceremos el sentido último de toda la obra de la creación y de toda la economía de la salvación, y comprenderemos los caminos admirables por los que su Providencia habrá conducido todas las cosas a su fin último:

  • El Juicio final revelará que la justicia de Dios triunfa de todas las injusticias cometidas por sus criaturas y que su amor es más fuerte que la muerte (cf. Ct 8, 6).

Y en Surco, 880. Vemos:

  • Cuando pienses en la muerte, a pesar de tus pecados, no tengas miedo… Porque Él ya sabe que le amas…, y de qué pasta estás hecho. Si tú le buscas, te acogerá como el padre al hijo pródigo: ¡Pero has de buscarle!

Ciertamente, la figura de este mundo, deformada por el pecado, pasa, pero se nos enseña que Dios ha preparado una nueva morada y una nueva tierra en la que habita la justicia y cuya bienaventuranza llenará y superará todos los deseos de paz que se levantan en los corazones de los hombres.

RaptoSan Josemaría en “Es Cristo que pasa, 180” dice:

  • El reino de los cielos es una conquista difícil:
    • Nadie está seguro de alcanzarlo, pero el clamor humilde del hombre arrepentido logra que se abran sus puertas de par en par.

De nuevo “Es Cristo que pasa, 126”:

  • Cristo nos espera. Vivamos ya como ciudadanos del cielo, siendo plenamente ciudadanos de la tierra, en medio: de dificultades, de injusticias, de incomprensiones, pero también en medio de la alegría y de la serenidad que da el saberse hijo amado de Dios.

graves1En la Iglesia Católica el mes de noviembre, está iluminado de modo particular por el misterio de la Comunión de los Santos que se refiere a la unión y la ayuda mutua que podemos prestarnos los cristianos:

  • “Quienes aún estamos en la tierra”.
  • “Los que ya seguros del cielo se purifican antes de presentarse ante Dios de los vestigios de pecado en el purgatorio”.
  • “Y quienes interceden por nosotros delante de la Trinidad Santísima donde gozan ya para siempre”.

Y en el Catecismo de la Iglesia Católica, 1024. Se nos dice:

  • “El Cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha”.

La Iglesia peregrina, perfectamente consciente de esta comunión de todo el Cuerpo místico de Jesucristo, desde los primeros

tiempos del cristianismo honró con gran piedad el recuerdo de los difuntos y también ofreció por ellos oraciones.

Y para terminar esta frase del Catecismo, punto 955:

  • “Pues es una idea santa y provechosa orar por los difuntos para que se vean libres de sus pecados”

Y como reflexión final quisiera indicar que la eternidad es un gran, pero gratificante, misterio.

Y no un misterio: vacío, oscuro y hueco, sino un misterio: de amor, de felicidad, de gracia.

Un misterio a la medida de un Dios que todo lo mejor: lo puede, y lo quiere, para nosotros; porque nosotros tenemos la inconmensurable dicha de ser: sus predilectos, sus hijos, sus herederos.

Fuente: http://www.opusdei.es