Leyendo un artículo en “Periodista Digital” en el que se hace un resumen de la entrevista realizada por El Mundo a Cristina Pedroche, presentadora de “Zapeando” (La Sexta), no puedo dejar de plasmar una brevísima reflexión.

Señora Cristina Pedroche, no sé ni su edad, ni su curriculum vitae; poco importante eso cuando en esa entrevista deja bien claro que “le caen mal los votantes del Partido Popular” y reconocer, una vez más, “su simpatía y apoyo a Garzón de IU, a la vez que manifiesta su odio al Partido Popular y a los votantes de ese partido” (palabras entresacadas de Periodista Digital).

Si su inteligencia sólo le da para expresarse de esa forma, creo que usted ni sabe lo que es la libertad de ideología, ni la libertad de elección, ni el derecho a ser cada cual como su conciencia le dicte.

Igualmente opino que si la empresa (La Sexta), de la que usted es imagen pública, le permite esas manifestaciones, poco dice a su favor porque todo medio de comunicación debería tener como principio fundamental la libertad objetiva de todo lo que en su “medio” se cuece.

Yo, personalmente, soy socialista demócrata por humanismo y centro derecha por realismo y pragmatismo.

Sin embargo, señora Cristina Pedroche, mis mejores amigos pertenecen a todos los ámbitos políticos y lo mejor es que todos untamos el pan en el mismo plato, nos limpiamos los dedos con la misma servilleta y nos contamos los mejores chistes, siendo el mejor aquel que dice “¡Oye tú, a ver si vas donde miras…! Bueno chico y ¡Tú a ver si miras donde vas…!

Vivir como no lo que uno no es suele equipararse a ese chiste sencillo, retrato de la hipocresía de muchas personas.

Si lee esta pequeña crítica, no se sienta ofendida. Quizás en su próximo programa, “Pekín Exprés” pueda hacer práctica de respeto a todas las culturas con las que se va a encontrar y con las que tendrá que convivir y aceptar, ”sin odio”, aunque no las comprenda.

(Del Libro «Crónicas de Borrador»)

¡Ahora Madrid!

No hay mejor frase con exclamación para definir como anda  Madrid (Ayuntamiento).

Hay preguntas del millón de esas que no obtienen respuesta y una de ellas sería ¿Cómo es posible que hayan dado la alternativa política a una persona que a sabiendas de la pasarela montada en la Capilla de la Complutense (que no dudó en hacer exhibicionismo) la reclutan en lista  Ahora Madrid?

¡Simple!

Por no seguir con la conocida frase, maticemos que … Podemos es todo en Madrid (Ayuntamiento)

Dama Maestre ahora que ha gustado del banquillo arguye… “el torso desnudo no tiene por qué ser una cosa ofensiva”.

Por mucho que su hada buena Doña Manuela Carmena adueñándose del micrófono en su favor alegara. Usted Señora Maestre y sus acompañantes; hicieron acto de presencia en la Capilla con el único fin de molestar lo equivalente a ofender.

Ofender a quienes por  su recogimiento en lugar sagrado;  se les invade.

¿Qué Usted  debería haber dimitido?

¡De ello hace soles!

¿Que debió haber dejado su escaño? Al parecer  la bruma de Madrid lleva a la demora.

Admita.  Admita la sentencia. ¿Y que debe pagar con tiempo o dinero el acto cometido? ¡Pague!

La Ley es para cumplirla (aconséjele bien Señora Alcaldesa).

Amanece sobre Madrid; pero la claridad no llega.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay

Corrían los años 80 y tras varias veces de haber quedado finalista en los premios Príncipe de Asturias por fin se vio ganador Camilo José Cela. Se acercó al atril y dirigiéndose al príncipe Felipe, le espetó: «En España, yo os lo digo, alteza; el que resiste, gana». Un sabio consejo que muchos llevan a la práctica, como es el caso de su paisano gallego Mariano Rajoy. Con su perseverante idea de formar un gobierno de gran coalición (PP-PSOE-C´S) demuestra que la cita de Cela no solo le engancha, sino forma parte de su idiosincrasia; y es su leitmotiv a la hora de sentarse a negociar. Hay quien ve en su forma de hacer política cierto autoritarismo o, dicho de otra forma, creen que carece de la necesaria ductilidad que todo líder debe tener para dar un espacio a las ideas que provienen de los demás. «La perseverancia trae ventura o desventura», leí en una ocasión.  Lo que significa que la obcecación puede llevar tanto a lo bueno como a lo malo. En estos tiempos tan revueltos que vivimos, a los políticos como Rajoy que se enrocan siguiendo el consejo de Cela, habría que decirles que su cita no es del todo exacta. Lo correcto sería que hubiera dicho: «Quien resiste, gana»… o estrepitosamente fracasa.

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