(Del Libro «Crónicas de Borrador»)

Niza que posee cara el mundo la belleza de su mar azul y la prosperidad por la acogida de veraneantes viose asesinada.

En sus gentes. Y en su pacífico mundo.

Son las siete de la tarde y mi teléfono parpadea. Un nuevo video. Se trata del envío de un amigo el cual por su contenido (del militar de Podemos) haré relato aparte.

En el momento del reenvío…

Hago en voz alta un comentario.

¡Vaya! Hoy es catorce de julio Fiesta Nacional en Francia.

No es de extrañar que mis días teniendo fecha de tranquilidad y trabajo sin horario participen en olvido de onomásticas. Es la felicidad absoluta. Tras haber dedicado en tiempos “a” el sacar horas que el día no tiene.

La cosa no fue más lejos del comentario. Durante siete años en Lyón participamos de la festividad que de su comienzo fue conocida por Fête de la Fédération (Fiesta de la Federación) la celebración lleva la connotación de Aniversario de la Toma de La Bastilla inicio que fuera de la Revolución Francesa. Celebrándose el 14 de julio de 1790 en el Campo de Marte (París).

Desde el 14 de julio de 1880 (por Ley) se celebra el Día Nacional de Francia.

Este escenario festivo se ha visto empañado (ayer) el 14 de julio de 2016 por el asesinato de decenas de personas en Niza.

Según crónica eran las once y media de la noche y un camión conducido por un tunecino-francés tomó el Paseo de los Ingleses atropellando en zigzag y durante dos kilómetros a toda persona que paseaba por él con un camión blanco.

¡Qué nos lo expliquen!

¿Cómo en un momento festivo de aglomeración permitieron (pudo no ver la Policía) que un camión irrumpía en terreno seguramente acotado?

¿Quién y quienes contribuyeron a semejante matanza?

Francia. Tierra abierta. Ha cambiado su percepción de la guerra equivocándose al pensar que solo sucede allende de sus fronteras.

Y por haber tendido mano; a quienes se vienen tomando de lejos el brazo entero. Es una guerra encubierta y en esta ocasión de asesinos y asesinatos en una Europa de Paz.

Niza. Francia desde ayer vuelve a estar de luto.

Pésame y pesadilla que no acaba.

Mis condolencias para con la Nación de Francia.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay