Ahí tienes ustedes al “socialista obrero” D. Felipe González, fumando sus habituales puros habanos en las cubiertas de los mejores yates, pidiendo la investidura de Rajoy.

Nada que extrañar.

D. Felipe traicionó la transición, al PSOE, a la izquierda, a la Democracia y al Estado de Derecho.

Incluso traicionó al Isidoro que fue él mismo, en la ilegalidad.

Demostró ser el tapado de Franco, para continuar la oligarquía de poder del franquismo.

¿Acaso D. Felipe mientras gobernó, no se puso a la derecha del PP y favoreció a la Iglesia y a los grandes monopolios, mucho más incluso que Franco?

Y de los Gal, mejor no hablar.

Rafael Bueno.

Córdoba.

Lo peor de esta falsa democracia sin separación de poderes, es por supuesto, el injusto funcionamiento de la “Justicia”.

Ante un delito tan grave como el de Sedición, abierta y descaradamente cometido por los nacionalistas catalanes y vascos, el alto tribunal español, en lugar de actuar con celeridad y aplicar la legislación vigente, como es su obligación, dice tranquilamente, que se lo va pensar.

Vaya, hombre.

Pues para meter en la cárcel a uno que robó 87 euros y a otro que robó una bicicleta, los tribunales de “justicia” españoles, no se lo tuvieron que pensar mucho ¿eh?

¿Esta es la Justicia del Estado de Derecho de una Democracia?

Pues si es así, han convertido lo de Franco, en una dictablanda.

Rafael Bueno.

Córdoba.

Cuando los partidos se convierten en instructores, jueces y ejecutores, la democracia no sirve nada más que para ser “pábulo” (alimento para la subsistencia o conservación) de muchos políticos mercenarios de ideas de grupos interesados por lo suyo y nada más que por lo suyo.

Partidos con siglas “familiares”; partidos de “laboratorio”; partidos “dogmáticos”; partidos de “ideologías gremiales”; partidos “agencias de colocación”; partidos de profesores incapaces e incapacitados para presentar su preparación a la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).

Estos partidos, mareando la perdiz, juegan con los intereses de millones de españoles que, escandalizados, observan cómo cientos de diputados y senadores pueden cobrar sin resolver ningún problema y, además, hagan méritos (mejor recopilen requisitos) para tener derecho a la Pensión máxima.

Ya decían nuestros abuelos: “hijos, procurad estar siempre en el sitio apropiado y en el momento adecuado”.

El señor Pedro Sánchez con sus adláteres y el señor Albert Rivera con sus intelectuales mediáticos creo que lo entendieron: “hijos, los resultados ya vendrán; no os preocupéis; vosotros a lo vuestro; la vida sigue y, además, es muy corta”

Suspendidos en su cátedra de política nacional… aprobados en sus asociaciones de fines gremiales y personales…

¡Si los abuelos levantaran la cabeza!