Quisiera contarle al Sr. Ministro del Interior algo que aprendí de mi padre en Uruguay. Soy de familia de servidores de  la patria. Mi tartarabuelo fue Presidente de la República de Uruguay (Venancio Flores ). Mi padre, con el mismo nombre, fue profesor de filosofía, y se inició como un activo líder estudiantil. Después formó un partido político que se llamaba Unión Cívica. Representaban apenas el 3% del electorado. En un país agnóstico luchaban por llevar adelante los valores de la Doctrina Social de la Iglesia. Sin embargo, ese 3% le premitió por seis períodos legislativos, ser diputado. Esto fue hasta entrados los años ’60.

Después de esos años como diputado, se le acercaron personeros de la falange para fundar en Uruguay la Democracia Cristiana. Mi padre postuló a una senaturía y lo logró. Fue entonces Senador de la República  y a la vez, Presidente del Partido.

Estando al frente del partido, revisaba toda la correpondencia recibida. Sin embargo, existía una caja fuerte donde se guardaba correspondecia especial a la que no tenía acceso. Entendiendo que era su deber, procedió a revisarla. En esta correspondencia se instruía por parte de los marxistas (de Moscú) acciones que eran plenamente contrarias la ideas del partido. Llevó el tema a la mesa directiva y la misma se manifestó a favor de que el Partido Demócrata Cristiano actuara bajo las instrucciones mencionadas. El Marxismo es esencialmente contrario la la visión cristiana . Esta situación hizo que mi padre se apartase de la Democracia Cristiana de Uruguay. Eso lo llevó a quedar sin partido y como se dice en Chile, se quedó sin pega. Eran nueve hijos los que tenía que sacar adelante. Sin embargo, eso no incidió en su determinación.

Fue una enseñanza que se gravó a fuego en nosotros, sus hijos, de los que yo soy el mayor.

Le quería hacer llegar esta experiencia a Don Mario Fernández  para ayudarlo a ser coherente en lo que hace referencia al proyecto de «despenalización» de aborto, lo cual se está discutiendo y votando en Chile. Uso las comillas debido a que considero que lo que se está discutiendo es la aprobación del aborto, y que llamarlo «despenalización» es solo un eufemismo.

Segundo Flores Ferrés

Sr. Director:

Mi nombre es Carlos Regalado Merodo, de Orense (Galicia), con el DNI: XXXXXXXX y me gustaría, si usted lo ve oportuno, que se publicara esta carta en la sección de Cartas al Director del periódico El Mundo.

En aquéllos ya lejanos, pero a la vez tan cercanos tiempos por lo actuales  que resultan hoy en día para explicar lo que pasa en la política española, me refiero a la muerte del dictador, existía una Junta Democrática creada por Antonio García Trevijano, en oposición al régimen franquista y rupturista con éste. Esa junta se fusionó con la Plataforma Democrática donde se encontraban algunos partidos como el PSOE o la democracia cristiana y que eran reformistas del franquismo. La Platajunta, que es así como se llamaría dicha unión, con los partidos reformistas de la Plataforma Democrática, lograron poner como opción la reforma del franquismo contra la ruptura democrática que Antonio García Trevijano defendía. Pero no llegaron a tener la mayoría dentro de la platajunta. Por votación, ganó Trevijano y su opción rupturista. Ante esa situación, el PSOE para salirse con la suya optó por la difamación a Trevijano inventándose en alianza con la golpista oposición a Macías, un Dossier Anti- Trevijano, sin firmar por nadie, acusando a Antonio García Trevijano poco menos que de todos los males que habían acaecido contra los guineanos desde que Macías había subido al poder. Le acusaban de enriquecimiento, cuando cuatro años antes,  Antonio García Trevijano rompió con Macías por el régimen dictatorial que el mandatario guineano instauró en Guinea Ecuatorial.

La difamación a Trevijano está en los documentos desclasificados de la CIA  y se pueden encontrar en Wikileaks. Esta difamación hecha personalmente por Enrique Mújica sirvió al PSOE para quitarse de en medio a Antonio García Trevijano y tener vía libre para pactar con el poder franquista, reformando así el franquismo. De aquéllos polvos, estos lodos. Todos sabemos y más este periódico, el uso que le dio ese partido al poder cuando llegó a alcanzarlo.

En un artículo que el señor Víctor de la Serna ha escrito para este periódico titulado «Por si suena la Flauta», este señor ha participado de aquella difamación que le sirvió al PSOE para afianzarse como alternativa al poder en España. Pido por tanto al director, que si quiere mantener la congruencia con la historia y trayectoria de este prestigioso medio, no caiga en este tipo de errores y arremeta contra un señor que ha dedicado toda su vida a defender la libertad política en España en contra de este régimen y su ley electoral proporcional que impide la representación política, y que además en su día tuvo una labor importante en este periódico precisamente para desmantelar al felipismo en los años 90.

Un cordial saludo.

Carlos.

Algunos cordobeses se han movilizado, porque “les molesta mucho” un paramotor que sobrevuela la Ciudad con cierta frecuencia.

Y es que en Córdoba (sin generalizar) parece que molesta todo lo que no debería, y no molesta todo lo que debería.

Aquí molesta el Aeropuerto; y sin embargo, no molesta el falso aeroclub con su falsa Misa.

Molesta que vengan empresas de fuera a crear riqueza y empleo; y sin embargo, no molesta el paro, ni los empresarios sin empresas que viven del cuento sin dar un palo al agua, ni los Curas que arruinaron Córdoba, ni los políticos que viven a su costa, ni los funcionarios corruptos.

Ésta, parece ser la ciudad del “cuanto peor, mejor” y del “que se quede mi vecino ciego, aunque yo me quede tuerto”.

Repito, sin generalizar.

¿Puede ser el peor enemigo de un cordobés, el cordobés que tiene al lado?

Porque si es así, apaga y vámonos.

Rafael Bueno.
Córdoba.

Asistimos a un verano de lo más tedioso en las salas de cine. Este hecho no implica novedad alguna en sí mismo, pues resulta común en estas fechas que las productoras cinematográficas traten de rentabilizar sagas interminables a base de resucitar personajes, otorgarles descendencia a los ya fallecidos y contarnos historias donde los genios son publicistas y los verdaderos villanos, guionistas.

No quisiera criticar de manera incisiva una situación que en su momento me hizo feliz como incipiente devorador de películas, las secuelas de “Jurassic Park”, “Arma Letal” o “Regreso al Futuro” eran todo un evento del que disfrutaba siendo partícipe. No es ese el verdadero problema que detecto al afrontar los últimos veranos sentado en la butaca mientras doy cuenta de mis palomitas.

Me imagino muchos conocerán las películas de Leslie Nielsen o la saga “Scary Movie”. En este tipo de películas asistimos a parodias de otras cintas que trataron con mayor o menor éxito de hacernos llorar, sufrir o pasar auténtico miedo. Cuando visioné por primera vez “Saw” jamás pensé que pudiera reírme con tan macabra situación, si bien “Sacary Movie 4” lo logró y ahí radica el éxito de estas cintas.

Todo esto no supone mayor inconveniente, son películas hechas para buscar la carcajada colectiva y en ocasiones lo consiguen. El asunto que me causa estupor es la extensión de este género paródico y burlón a las últimas entregas de sagas que de por sí son comedias o tienen una amplia vertiente cómica.

La última entrega de “Cazafantasmas” es fiel de reflejo de ello, cuenta con un buen reparto, un presupuesto potente y una publicidad gratuita servida por la polémica. La película no hubiera supuesto una decepción especial como remake de un clásico de los 80 (a los cuales no guardo especial cariño) pues de un tiempo a esta parte, ver en el cine las nuevas versiones de “Robocop”, “Karate Kid” o “Poltergeist” han marcado una tendencia decepcionante y fácil de olvidar. El mayor problema de esta “Cazafantasmas” es que toma todas la virtudes de la original y las parodia, hasta el extremo de echar en falta un cameo del desaparecido Leslie Nielsen en cada plano para justificar tal esperpento.

La parodia de la comedia no es comedia, por mucho que películas como “Independence Day II”, “Cazafantasmas”, “Fast and Furious 7”, “Jurassic World” o la futura adaptación cinematográfica de “Vigilantes de la playa” rentabilicen semejante falacia.