Con el sedicioso Puigdemont se esta hablando ahora mucho de la “justicia” española.

Hablemos claro.

En el sistema judicial español no cree nadie, ni en el extranjero, ni en España.

En primer lugar, porque al no haber separación de poderes, no puede haber Democracia ni Estado de Derecho.

¡Imposible!

Y en segundo lugar, porque basta echar un vistazo a las cárceles españolas, donde sumando todo lo que han robado los que están allí por robo, no suma la cuarta parte de lo que ha robado en los partidos y en las cajas, uno sólo de los que están libres y coleando.

Y un poco de memoria: ¿Se acuerdan ustedes de la confiscación de Rumasa de 1.983, del pastor que cogió una hierba en el campo para hacerse una infusión, de la X del Gal, de los etarras en libertad, del Juez del falso aeroclub, del fiscal de la Infanta, de los Eres, de los jueces y fiscales castigados por ser justos y de los ascendidos por lo contrario, de los indultos, etc.?

Y con este panorama, cómo no, honor y gloria para todos esos Jueces y Fiscales honrados, que anteponen su sentido de la Justicia y de servicio público, a sus aspiraciones profesionales.

En ellos creemos y en ellos confiamos.

¡Amén!

Rafael Bueno.

Córdoba.

Si este “Estado de Derecho” que mantiene las cárceles llenas de robagallinas y a los saqueadores del País en el poder, permite ahora que el secesionista Puigdemont se presente a unas elecciones, yo le aconsejo a Tejero que se presente también.

Porque llegados a este fatídico punto y comparando, Tejero al menos se quedó a dar la cara y no salió corriendo dejando tirado a los suyos, como ha hecho Puigdemont.

En fin, que al que fuera caudillo de España por lo gracioso que es Dios, éstos, ya lo han elevado a los Altares.

Como dijo Unamuno en el 36: “no es esto”.

Esperemos que no se repita la historia.

Esperemos.

Rafael Bueno.

Córdoba.