El Obispo Demetrio de Córdoba, de vez en cuando suelta una perla para salir en los medios y hacerse presente.

O dicho de otro modo, vive del escándalo.

Ahora ha sermoneado sobre “la acción inclusiva de la Iglesia, frente al nacionalismo”.

¡Ahí queda eso!

Le recuerdo que el separatismo vasco con ETA incluida, fue creado por la Iglesia Católica, que recientemente ha pedido perdón por ello, con la boquita pequeña.

Y le recomiendo que se dé una vueltecita por Cataluña, para que vea las esteladas separatistas, colgadas de los campanarios de las Iglesias.

Obispo, échale un poco más de agua al vino, por Dios.

Rafael Bueno.

Córdoba.

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Las últimas mujeres asesinadas por sus criminales parejas, pidieron ayuda desesperadamente a las diferentes instituciones y organismos creados “teóricamente” para defender a la mujer, y a la vista está que desgraciadamente, no les sirvió de nada.

Me pregunto si esas organizaciones son simplemente meros postureos políticos y grandes colocaderos de familiares y amiguetes.

¡Así no podemos seguir!

Y por contra, la “tía” que pone una denuncia falsa de malos tratos contra su pareja, en un procedimiento de divorcio; a ese hombre sí que lo encarcelan rápido y corriendo, sin darle siquiera opción a defenderse.

¿Qué está pasando aquí?

¿Hemos perdido el norte?

Seguimos con el paso cambiado, y siguen matando mujeres, porque la administración no las protege.

Así de claro.

Rafael Bueno.

Córdoba.

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Esa frase tan fuerte, no la ha dicho ningún delincuente condenado, sino todo un Juez.

Concretamente, el Juez Garzón.

En una conversación con la actual Ministra de Justicia y Notaria mayor del Reino, en la que ella tacha de “maricón” a un compañero.

¿No tiene nada que decir al respecto, el colectivo LGTBI?

Y ya dijo todo un presidente del CGPJ, que teníamos una Justicia contra los robagallinas.

¡Así está el patio de la Justicia!

Y no por culpa del poder judicial, sino de la casta política de este régimen de partidos, que al no haber separación de poderes, dicta la “política” judicial.

No sé cómo el poder judicial, aguanta.

Hablando claro: que estamos igual o peor que con Franco, ya que éste al menos, nunca se disfrazó de demócrata.

Rafael Bueno.

Córdoba.

Ante unas jornadas que está celebrando actualmente la organización médica, he recordado aquella cordobesa que hicieron en su día al nombrar al Arcángel San Rafael, colegiado de honor del colegio médico.

¡Córdoba!

Parece que no teníamos bastante con el Cura-banquero Castillejo y la Misa del aeroclub.

La ciencia es evidencia, y por consiguiente, lo contrario de las creencias.

Yo tengo mucha Fe, en la ciencia.

Y ninguna en videntes, hechiceros, curanderos, santeros, religiones, etc.

La religión ha sido, es y será siempre, el mayor enemigo de la ciencia.

La inquisición quemó en su día a muchos científicos y al día de hoy, en pleno siglo XXI, hace todo lo que puede para impedir cualquier avance científico y muy especialmente, los que desmonten su chiringuito de otro mundo.

Pues nada, ya puestos, que nombren también colegiado de honor al Obispo Demetrio, por decir que la fecundación in vitro es un aquelarre diabólico.

¡Córdoba!

Rafael Bueno.

Córdoba.

Ya sabemos de la voracidad acaparadora anticristiana de la Iglesia Católica.

Lo vimos en Córdoba con Cajasur.

La casta política, más de lo mismo.

De hecho, comparten el mismo Dios: el dinero.

Por eso unas veces se quieren y otras se odian.

En definitiva, se “torean”.

Y entre el poder terrenal y el “divino” está ahora el negocio de la Mezquita.

Dice la Iglesia que tiene “bien guardaditos” documentos que demuestran su propiedad, pero que sólo los mostrará ante un Juez.

Pues bien, yo creo que no los tiene, y lo digo aquí y ahora.

Porque de tenerlos, los haría públicos.

Y lo creo como una cuestión de Fe, de algo para mí de momento, indemostrable.

Pero así lo creo.

De la misma forma que ellos, incapaces de probar la existencia de Dios, “dicen” creer en Él.

Y más les vale que no exista, porque como aparezca, algunos de la Iglesia van a desear ser tragados por la tierra.

Rafael Bueno.

Córdoba.

Ambos ex presidentes han reconocido en una entrevista, estar orgulloso del régimen del 78 y de todo lo que hicieron durante sus mandatos.

¡Tanto monta, monta tanto!

Como para no estar orgullosos ellos y los suyos, después de beneficiarse a tope, de los privilegios de la casta política que ambos crearon, al margen y a costa del pueblo que sin tener cubierta sus necesidades básicas, les paga y los padece.

Pero al menos han reconocido el régimen del 78 que previa traición de la izquierda, impidió la transición en España a una democracia, para continuar la oligarquía de poder del franquismo, compuesta por la Iglesia, la banca, los monopolios, y las bases militares norteamericanas.

Fue una transacción.

En cuanto a la Constitución que ambos elogian y defienden, simplemente decir que España, al no haber separación de poderes, no hay Constitución.

¡Basta ya de engaños y traiciones!

Rafael Bueno.

Córdoba.

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Tuve un profesor de Historia Social de España que repetía con frecuencia una reflexión, que debe ser entendida en sus justos términos y como él decía “Mutatis Mutandis”:

“Todo país que desee prosperar social y económicamente debe llevar a cabo una Revolución Francesa… Mutatis Mutandis”

Mi querida España, cuando el barco hace agua sólo existen dos alternativas: que todos a una se vuelquen para taponar las vías de agua que causarán el hundimiento o que cada cual coja su salvavidas y, a empujones, intente salvarse como pueda.

La Historia luego dirá: El barco zarpó con la música del Himno Nacional de fondo… Una vez alcanzado el alta mar comenzaron las divergencias: Porque yo… porque tú… y, como en Babel, la multitud de lenguas ocasionó la falta de entendimiento entre la tripulación y el pasaje…

Lo más grave de este símil es que ningún miembro de la tripulación fue capaz de dar un puñetazo, hacer sonar el Himno Nacional e ir tirando al agua a quien osase coger su salvavidas y no hacer equipo con todos.

El barco siguió, herido, su camino… Las pilas del Himno Nacional iban caducando… Algunos mayores no llegaron a puerto… Los jóvenes, con manos suaves de no haber trabajado nunca, propusieron organizar festejos por grupos, según sus lenguas y sus apellidos…

El Capitán y sus Lugartenientes, cobardes por omisión y acción, arriaron la bandera… La Historia borraría, luego, sus nombres… porque “Todo país que desee prosperar social y económicamente debe llevar a cabo una Revolución Francesa… Mutatis Mutandis”

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(ABC 20-09-18)

Fray Junípero Serra, fraile franciscano, santo, nace el 24-11-1713 en Petra (Mallorca) y fallece el 28-08-1784 en Monterrey (Alta California). Dedicó su vida a las misiones en la Alta California.

La referida universidad, tras un proceso informativo llevado a cabo por personas no especialmente cualificadas en Historia de América, ha decidido “renegar de Fray Junípero Serra” haciendo desaparecer de dicha universidad su nombre.

Motivos sesgados y sin base histórica quieren hacer relegar al olvido a una persona que dedicó su vida al establecimiento de misiones y a mejorar la vida y el conocimiento de los nativos.

La Universidad de STANFORD debería tomar nota de todas las incongruencias que, por falta de rigor histórico, han llevado a esta decisión.

Al mismo tiempo, ya que quieren ser justos y revisar los legados de muchas figuras históricas, les aconsejaría leyeran y estudiarán a dos de sus famosos escritores de Historia Americana: Peter Cozzens y Dee Brown y sus libros “La Tierra llora” y “Enterrad mi corazón en Wounded Knee”. También deberían ver y analizar la película “ Little Big Man” (Pequeño Gran Hombre).

Puede que con esa documentación, que sí es historia, vean las realidad americana con más objetividad y destierren de sus mentes el subjetivismo dañino que relata el desarrollo de la historia con sentimientos obtusos.

Leyendo estos autores verán la verdadera história de la destrucción de los indios y como dice Peter Cozzens “La opinión pública (americana) comenzó a ver al Gobierno y al ejército de las últimas décadas del siglo XIX, como recalcitrantes exterminadores de los pueblos nativos del Oeste” (página XXVIII de La Tierra Llora).

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Lo primero que debe comprender cualquier persona que llega a “conquistar la Presidencia de un país es las características del mismo:

¿País desarrollado, industrializado?… ¿porcentaje de paro?… ¿Volumen de rentas no contributivas?… ¿Importe sostenibilidad de inmigración?…¿Carencias de la Sanidad Nacional?… ¿Situación de la Educación Nacional?… ¿Obligaciones internacionales?…

Sería muy importante preguntar: ¿Déficit Presupuestario?… ¿Coste intereses Deuda Nacional?…

Para terminar debería conocer la filosofía de la economía tradicional y popular: “Donde entra no se puede sacar”… “El gasto sin Patrimonio es ruinoso”… “El que mucho abarca poco aprieta”…

Y si quiere salir adelante debería asumir el dicho: “en las dificultades el rico supo ser pobre y conoció después la prosperidad…, sin embargo, el pobre vivió como rico y al final siguió siendo pobre”

Apretarse el cinto es bueno para que no se caigan los pantalones y se vean las vergüenzas…

Hoy, señor Presidente, poco hay de lo comentado…

… Siga usted con la Justicia Universal, con la asistencia VIP para todos, con la complacencia general con los “Reinos Taifas”, con los puestos de libre designación por apellidos, siga usted prometiendo lo que no tiene… siga… siga… y no olvide que como el anticlericalismo es ideológico en ustedes… No pensará que venga Jesucristo a “multiplicar el pan y los peces”.

Señor Presidente, “las apariencias NO ENGAÑAN… y el hábito no hace al monje…” aunque sea usted PESIDENTE.

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A la vista está.

Los que quieren evadir la “justicia” española, no se van a Cuba, Venezuela, o Corea del Norte.

En “nuestra” Europa, tienen cobijo y amparo.

Ahí están los casos del golpista independentista Puigdemont y el del impresentable rapero Valtonyc.

Evidentemente, Europa no nos trata a nosotros, como nosotros la tratamos a ella.

¿Y por qué?

Pues porque Europa no se ha tragado nunca las mentiras que sí se han tragado la mayoría de los españoles, a base de repetirlas continuamente en todos los medios de desinformación.

En Europa no se fían de nosotros, porque saben perfectamente que no somos una democracia, al no haber separación de poderes.

Y porque saben que la justicia en España no emana del pueblo, sino de los partidos políticos que componen el poder legislativo.

Es decir, que nuestro problema no es judicial, sino del sistema político que padecemos, ya que al ser una oligarquía de poder, es corrupta por naturaleza propia.

¡Así es!

Rafael Bueno.

Córdoba.

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