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noviembre 2014

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El efecto mariposa

Publicado por , Posteado enOpinión

Solo a través de un cambio a modo del «efecto mariposa» se podrá subvertir la actual situación política, y afrontar con ello, cambios radicales en la política económica y social que nos conduzcan a una nueva realidad de país.

Si  aquel  PSOE que fuera  apeado del poder en el  2011 dejó al país sumido en una  crisis galopante, tres años después  un PP  alternante en el Ejecutivo,   que en vísperas electorales  se  había postulado como solución, no solo no la fue, sino que superó con creces el desvarío de su  antecesor hasta el extremo de hundirnos  en el caos.

Esa es la única realidad por mas alardes de crecimiento que invoque el presidente Rajoy, quien ya a sus años,   de tener ejercido su deber  de representación correctamente  y no como emisario  del entramado  financiero, debiera saber   que la  métrica sobre  la evolución de la economía  del Estado, para nada es  fiable,   cuando su  reflejo atiende en exclusiva   a la bonanza de las  cuentas de resultados de los mercados especulativos, mientras que obstaculizando el encuentro con la realidad,   se elude como es el  caso,   todo indicador relativo a la  mala situación   de una   economía real en proceso de hundimiento,  a la situación  de un mercado laboral estancado en el desempleo y a una asfixia por estrangulamiento  que coloca en fase terminal al estado del   bienestar.

Por eso ante la evidente adulteración de la realidad, a la vista de un escenario  que no puede ser mas desolador, desde una visión neutral  de la situación es obligado  referir,  que para nada se puede otorgar fiabilidad a las afirmaciones  del Jefe del Ejecutivo al proclamar que los  síntomas de recuperación económica son un  triunfo de la austeridad, por  ser tal afirmación además de un disparate,  otra de las  «verdades inciertas»  de la ortodoxia neoliberal, que paradójicamente, se da de bruces con el hecho verídico de unas  previsiones mas fiables,   que para mal de todos, vienen a indicar  el retorno a una  a nueva etapa  de recesión que inducida por la ausencia de iniciativas de crecimiento  agudizará el actual colapso a nivel financiero, económico, y social.

Previsiones nada  halagüeñas  que llevan  camino de conducirnos a  una gran depresión, de persistir en  la actual dinámica y seguir concentrando la renta en los bolsillos  de unos pocos acaparadores a costa del empobrecimiento del resto de la población, máxime si los artífices de  acentuar aún mas la brecha entre ricos y pobres, coinciden en ser  los conductores que nos llevaron  hacia el caos, esos miembros del  PSOE y PP jornaleros del capital, que tras  tres décadas de opacidad  siguen  suspendiendo  en transparencia al tiempo de  vivir  ajenos a la realidad y  al sentir mayoritario de la sociedad.

Antagonismo, que viene a constatar, que en el marco de la  actual coyuntura política,  el desbarajuste,   ni tiene   prescripción coherente ni tampoco tratamiento predictivo, y todo, porque esos políticos encargados de regir los destinos del país no están por la labor  de   modificar su conducta, como tampoco, someterse al obligado proceso de rehabilitación que la situación  requiere; una  cerrazón que llega al estado de radicalización  cuando  la presión social insta  cambios de políticas, pues al momento que  esto ocurre la reacción no se hace esperar, por ser  cuando las  huestes del bipartidismo pierden la compostura y muestran su mas agresiva hostilidad .

En el marco de la actual coyuntura política, el desbarajuste, ni tiene prescripción coherente ni tampoco tratamiento predictivo

Anomalía normalizada que viene a desencadenar  el «efecto mariposa»    en el contexto  de un país que es fiel estampa de  la  «teoría del caos»; un fenómeno que  pierde su cercanía con la imaginación para formar parte del cálculo de probabilidades, y así indicar que su entrada en escena   lejos  de producir  evolución positiva al sistema, en este caso, el efecto del aleteo  de la mariposa mas que prodigar la estabilidad, vendrá  a  sembrar el desconcierto y el pánico en las filas políticas  del oficialismo de un bipartidismo periclitado en sus capacidades, al tiempo de propiciar la  descomposición del colapsado régimen de la Transición, forzando igualmente  la  caída de  la envilecida  casta dirigente.

Efectos   que para mal de la estirpe persistida en el poder, traerá consigo vertiginosos cambios y aires renovados en el  hacer político, que devolverán  la confianza  y la esperanza perdida a la ciudadanía, mudando  a la vez, la correlación entre  fuerzas  políticas  por  variación en la tendencia electoral.

Indicando al respecto,   que el motivo que propicia el referido cambio  de ciclo político  por  decaimiento  de la opulencia electoral de quienes hasta ahora ostentaron el poder, hay que buscarlo en la corrupción extensiva que sin dolor de los pecados ni propósito de enmienda es  el reflejo degradante  de sus propios actos, sumando  a ello, el hecho de  tener secuestrada la política al objeto de excluirla del interés general y ponerla a disposición  de intereses espurios.

Actitudes que por excedidas,   despertaron la réplica  ciudadana trayendo consigo la  puesta en práctica de  duplicidad de «efectos mariposa», afianzados en el fortalecimiento de la justicia, la igualdad y la solidaridad, dotados de suficiente energía cinética para darle un vuelco diametral a la situación e  imponer otro modelo de realidad política, cuya consecución  tiene por broche final la mas  que anunciada   rebelión electoral.



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