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noviembre 2014

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La corrupción llama al adelanto electoral

Publicado por , Posteado enOpinión

Ante la desbordante propagación de los casos de corrupción, la situación exige convocatoria de elecciones anticipadas, para con ello dar entrada a una representación política renovada que afronte con solvencia la obligada regeneración democrática

Cuando se pierden las llaves en un sitio oscuro, es una estupidez intentar encontrarlas  bajo una farola porque se vea mejor, de ahí que tomando semejanza de tal despropósito, quepa referir, que   idéntica necedad infiere  pretender  hallar el futuro donde no existe porvenir; lo que llevado  a términos de  realidad cotidiana, equivaldría a seguir reincidiendo en la insensatez de  mantener la  confianza electoral, en quienes, desde su política  de espejismos  intentan convencernos  que hay    luz de futuro al final del túnel, cuando tal  refulgencia  corresponde a  la de un  tren arrollador que nos viene de frente, cuesta abajo y sin frenos .

Prácticas de fascinación y engaño, que fueron el hacer habitual  de la alcurnia    promotora del tinglado del 78,   quien desde aquella  hasta hoy,   además  de haber puesto el país patas arriba,   convirtieron  la democracia en un burdel de corrupción   en el  que la política tuvo por única y exclusiva  función la de  ejercer de proxeneta.

Por eso que después de 36 años de constante  degradación, hayamos  de adherir    etiqueta de  humor negro al hecho de   ver  como  unos miserables con escaño se postulan para  arreglar la corrupción, y ello por constituir tal simulacro  un insólito ejercicio de regeneración al ser los propios  pervertidos   quienes  se auto – conceden  absolución;  un todo inaudito, por  cuanto los corruptos han de tener vetado todo acceso al zafarrancho político  que con toda urgencia y por higiene democrática   ha de afrontar  este país.

Por lotanto, al no haber cancha  para mas ambigüedades, generalizar  que la corrupción es parte intrínseca del poder político, por evidente, no solo resulta  justo sino también   conveniente, pues lo cierto es que desde el alumbramiento de la Transición la prostitución institucional  lleva décadas infectando políticamente  la hegemonía intercambiable del PP y el PSOE, sin que ambos contagiados, en tan largo período  hicieran lo mas mínimo  por lograr su erradicación, siendo ello una realidad cotejable, que por si misma  desde  la  imparcialidad  es imposible  refutar y que viene a evidenciar que la descomunal carga de decadencia que padece el sistema  lastra todo  bagaje político suprimiendo validez  a cualquier  ensayo regenerador, ya que además de sonar  a reacción tardía, en su caso, los  remedios paliativos  son mas lentos que los  males suscitados.

Siendo la erosión del bipartidismo sumada a la vertiginosa sucesión de escándalos de corrupción política, factores indicativos de haber llegado al punto de no retorno

El hecho que  la corrupción haya pasado a ser también   el  síntoma y no sólo el problema, ha provocado la coexistencia   entre  lo  endémico y lo epidémico, de ahí no solo su enraizamiento en los engranajes de la política, sino igualmente  la   proliferación de casos aflorados en los últimos años que amén de suscitar un incremento de la alarma social  han generado  a la vez un estado de indignación generalizada, y todo, como consecuencia  de la permisividad o connivencia política  de una clase dirigente  que con sus comportamientos deshonestos  han permitido  la manipulación  y alteración de los   procedimientos administrativos, distrayendo así, el uso de recursos públicos en beneficio de intereses privados y de los suyos propios, aun a sabiendas que con sus turbias  prácticas estaban  sustrayendo  la  calidad  de vida y el bienestar de la  ciudadanía a la par  de  reducir los  niveles de desarrollo económico y social.

Y cuando los indicadores vienen a refrendar que la corrupción es expresamente política. y que su repercusión afecta a los  centros de decisión del poder, por tan negativa   influencia, es recomendable   que  en evitación de  transmisión inducida, toda orientación regeneradora provenga  de fuentes ajenas al núcleo de contagio, debiendo ser las urnas en un adelanto electoral  quienes por salud democrática suplan en procedencia  el  forzado silencio que debe imponérsele a los afectados órganos de decisión,  cuyo alcance en repercusión a tiempo presente,  alcanza  al PP y PSOE por su condición de involucrados e implícitos en actos  de  corrupción.

Siendo la  erosión del bipartidismo  sumada a  la vertiginosa sucesión  de escándalos de corrupción política, factores indicativos  de haber llegado  al punto de no retorno, y justificación suficiente en su caso para dejar sin efecto la actual hoja de ruta en materia de regeneración  democrática.

Y ello debe ser así,  a la  vista del inadecuado protagonismo resolutivo que ostentan  quienes políticamente aparecen como corruptos ante la opinión pública, por ser tal dicotomía un   contrasentido que obliga  reconducción; y esa no a ha de ser otra  que posponer la toma de decisión sobre el particular en sujeción   al adelanto de las elecciones generales, para una vez celebradas  y realizado el escrutinio  sean los nuevos cargos electos  con legitimación renovada quien afronten con la debida solvencia la elaboración y puesta en practica de un nuevo marco normativo,  que previa expurga y expulsión del los implicados, restituya  a  la  política  la confianza perdida, pues supuesto contrariola actual estructura del poder político continuará su derrumbe  progresivo.



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