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junio 2016

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La democracia agoniza en España.

Publicado por , Posteado enOpinión

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crisis-exitoA menos que la sensatez llegué a los españoles lo que actualmente se percibe es una decadencia democrática y social que podría tener graves consecuencias.

La democracia podría convertirse en un trampolín para una nueva forma de gobierno atípica, fundamentada en los pilares:

  • Del populismo, del chavismo, del comunismo y de la anarquía.

Y siempre por supuesto en un clima absolutamente dictatorial, en donde los principios democráticos se irían difuminando y darían paso a un nuevo y oscuro horizonte de perfil opresivo, en donde las libertades irían cediendo, dando lugar a una forma de gobierno en donde el gran líder sería el dictador y el resto del pueblo andaría dividido en un caos que ocasionaría a la larga la desmantelación total de la España democrática.

Y la unidad de España quedaría también maltrecha, e incluso destruida; dada la potente fuerza independentista que persiste en muchos sectores de varias de nuestras autonomías y la escasa defensa que de esta valiosísima unidad se realiza.

3838787-5760182Los indicios de lo que anteriormente expongo son:

  • La tendencia hacia la violencia callejera de muchos de nuestros políticos actuales, que ocupan puestos: o bien en los ayuntamientos, o bien en las autonomías, o bien en el mismo parlamento.
  • Otro indicio es el hecho de que auténticos terroristas asesinos hayan sido consagrados líderes e incluso héroes y que sean recibidos clamorosamente en mucho lugares constitucionales, e incluso destacando su ingente y prolifera labor democrática. Y esto llevado a cabo por parte de muchos líderes políticos y con la venía de otros muchos.
  • La continua fuerza de la sinrazón, y del nefasto saber hacer, que domina la labor de los concejales y de los parlamentarios en muchos ayuntamientos españoles y en muchas autonomías.
  • El continuo atropello de sus derechos constitucionales a que está sometida sin piedad e impunemente la ciudadanía española.
  • La defensa a ultranza que se hace habitualmente, en los distintos foros políticos, de actitudes altamente antidemocráticas.
  • El ataque continuo, vengativo y con odio que se realiza, incluso por parte de los políticos, a las Fuerzas de Seguridad del Estado.
  • La desvalorización y el desprecio continúo de valores democráticos como: la libertad educativa, la libertad religiosa, la libertad de opinión, etc.
  • 1305447428_850215_0000000001_sumario_normalLa falta: de valores, de principios morales, de formación y de cultura de gran parte de los políticos actuales.
  • La chabacanería, la vulgaridad, la indecencia, la inmoralidad y tantas ideas anticonstitucionales como afloran en la política actual.
  • La pasividad, ciertamente llamativa, de muchos millones de españoles que seguimos de brazos cruzados viendo cómo desmantelan vilmente nuestra autenticidad democrática.
  • La frialdad con que vemos, sin inmutarnos, que van cayendo, uno a uno, los pilares de nuestra convivencia pacífica y nuestra concordia social.
  • La abusiva y reiterada corrupción política y social, que es el origen de este triste debacle  democrático. Y que ellos: “indeseables politicuchos sin formación, ni dignidad” resuelven con ese: “Y tú más”, tan tristemente descorazonador para el pueblo llano.
  • Las continuas ilegalidades de la clase política actual. Es vergonzoso que para ellos no haya: ni normas, ni leyes, ni deberes, ni conductas.
  • La transformación del hemiciclo parlamentario en circo, o teatro. Allí sus señorías disfrutan, mientras el pueblo español sufre las precariedades económicas y la insensata inercia de unos políticos, muy bien retribuidos, pero con poca conciencia del deber.
  • Los ataques, ya habituales y sin castigo, a los símbolos sagrados del estado.
  • Los ataques denigrantes a nuestras tradiciones y  a nuestras costumbres; y más aún si ellas llevan algún matiz religioso, educativo o ético.
  • La actitud de arrogancia y despecho desmedido de la nueva casta.

imagesO este panorama cambia o nos vemos abocados a una situación democrática: incierta; peligrosa, y como poco, tristemente lamentable.

Y con este panorama, atónitos asistiremos:

  • “A la perdida de la estabilidad nacional, al fin de la sanidad para todos, a la falta generalizada de las necesidades básicas, a la bajada estrepitosa de salarios y pensiones, al macro paro, a la indigencia global….Al estrepito, a la discordia, a la desolación, al desencanto, a la humillación, al lamento, a la opresión, al hambre, a la cárcel, a la muerte”.

Para poner remedio: actuemos, y que de esta manera, con nuestro voto y con nuestras actitudes constructivas, no se cierre la puerta de la esperanza.0.        f (3) Adiós, democracia. Hola, dictadura.

 

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