Con la política llevada a cabo por Miguel Blesa director de Caja Madrid, íntimo amigo de José María Aznar, y con el posterior rescate de la Caja al convertirse en Bankia, ha habido toda una serie de desaciertos de millones y millones de euros que llevaron a España a la ruina, una ruina cuyo fondo está por ver.
Los años del gobierno de Aznar se han convertido en unos años de “presuntos impostores” que buscaban el riesgo y no la seguridad; que buscaban el poder y no un saneamiento coherente de la economía y una estabilidad preludio del camino de la firmeza y de la creación de raíces económicas y financieras ancladas en pilares sólidos y estables.
Aznar Miguel Blesa Carmen Cafranga
Entre el amiguismo de esa época; entre los acaudalados y usureros de la banca: de dentro y de fuera; entre el tremendo desajuste del sector inmobiliario sin control y sin medidas para que el crecimiento fuera eficaz; con el añadido del pacto entre Don José María Aznar y el Presidente Bush para afrontar la guerra de Irak que la mayoría de los españoles no queríamos; y con los posteriores factores que surgieron con el Presidente Zapatero que hundieron aún más la situación económica en España.
Rato y Blesa
España es hoy: un ejemplo de la torpeza de la sinrazón; un ejemplo de la inestabilidad al borde del caos; un ejemplo del fruto heredado de unos buscadores del capitalismo infectados de la codicia y de la usura; buscadores de sistemas políticos rastreros que los enriquecieron a ellos a costa del empobrecimiento común de la gran mayoría de los ciudadanos.
El economista Barea, ya difunto, a Aznar le pidió no echar las campanas al vuelo, le pidió austeridad, y él “en nada me hizo caso y se dejó llevar, creo yo, por el afán creativo de Rodrigo Rato”. Y esto ya hemos visto hasta donde ha llegado.
Lo que tenemos hoy en 2014 es el resultado en gran parte de esa debacle, previsible. Tenemos: Un sector inmobiliario aniquilado; una banca alejada de la ciudadanía y cercana al poder de los políticos con afanes muy poco nobles; unos desahucios desconocidos hasta ahora en este país; unos recortes incomprensibles, que se 
alargan en el tiempo, y siempre costa de los mismos; disminución alarmante del bienestar a costa de los nuevos ricos; un paro descabellado y más aún si nos referimos a los jóvenes; infinidad de jóvenes: “al borde de un ataque de nervios”; niveles de nacimientos bajo o, dada la situación económica y social. Y casi todos los políticos -no todos- políticos, de ayer y hoy, viviendo con la majestuosidad de los que tienen las arcas llenas con el dinero ganado, con el dinero conseguido y ciertamente o como algunos, cada vez más, además con el dinero robado.
Y todos callan, se tapan unos a otros, pues son dignos aforados y por supuesto además con presunción de inocencia.
Rato y Blesa
Y como dice Felipe González de Pujol, será para echarle un capote “No creo que sea corrupto”. Todos, los pertenecientes a esta clase política bochornosa se esconden unos a otros en un complot inverosímil. España huele a podrido.
Y mientras Catalunya rr que rr con su independencia y en vez de avergonzarse de haber tenido un Presidente presuntamente corrupto durante 27 años, siguen con su afán de romper con España. Para ellos “España no” “Pujol si” Es el estruendo de la estupidez, el delirio de quien anda absorto en sus mezquinos proyectos y se olvidan de: Ser personas, ser seres humano; y se olvidan que tienen dignidad, y se dejan llevar por el borreguismo de los insensatos y de los sinvergüenzas.
Eso sí todos ellos con dinero, mucho, mucho dinero en mano.
