Olé por Inglaterra.

Bien hecho.

Su salida, puede ser el principio del fin de la mal llamada UE.

Porque menuda “unión” donde mandan 2 y el resto obedece sin rechistar.

Ya los ingleses estuvieron listos al no entrar en el euro.

Ni ellos, ni otros de su nivel, tienen por qué aguantar este 4º Reich en el que se ha convertido la UE.

Ni tienen por qué aguantar a países corruptos como el nuestro.

Alemania, de momento con Francia, ha conseguido con las armas del dinero, lo que no consiguió Hitler con las armas de fuego.

Ya veremos qué hacen ahora, Holanda, Irlanda, Polonia, etc.

Nosotros sin embargo, tendremos que tragar lo que nos echen, porque la casta política encabezada por el “socialista obrero” Felipe González, nos vendió a Europa.

Quizás, para devolverle a Alemania el “favor” de haberlo encumbrado en el PSOE y de haberle pagado las campañas de las primeras elecciones Partitocráticas.

¿Parece una locura lo que digo?

Pues esperad, y padeceréis.

Rafael Bueno.

Córdoba.

Los ajedrecistas solemos decir que antes de realizar cualquier movimiento en el tablero se debe tener una idea aunque sea mala. La visceralidad y la falta de objetivos abocan  siempre hacia la derrota. Los británicos han puesto en jaque a la UE con un referéndum que lleva hacia su salida. Un referéndum propiciado únicamente por la aberrante pulsión xenófoba que sienten muchos anglosajones. No ha habido otros motivos. Y lo han hecho irreflexivamente, sin ni tan siquiera tener una idea –aunque sea mala– que les ayude a orientarse para saber qué harán después. Cualquier ajedrecista avezado apostaría a que esta partida la van a perder. En cualquier caso, España y la UE se encuentran en el lado opuesto del tablero. Y los movimientos que debemos realizar deben ser decisivos y agresivos. Esta partida se ha de ganar con un mate ejemplarizante. Es la única forma de frenar referéndums similares que extremistas y populistas de otros países querrán hacer. Decía Tartakower: «Un peón aislado desprende brillo por todo el tablero». Reino Unido se ha convertido en ese peón aislado. Si se le agasaja, todos van a querer ser él. Cuidado.

http://jon-garcia.blogspot.com.es/

Los ciudadanos del Reino Unido le han dado mas que un “sonoro” portazo a Europa al votar su salida del club de los “28”(quizá nunca se sintieron demasiado europeos). Lo cierto es que que ahora se abre un periodo de consecuencias imprevisibles, empezando por la misma sociedad británica mas dividida que nunca puesto que en Escocia y Irlanda del Norte ha triunfado abrumadoramente la permanencia en la UE (sus respectivos partidos nacionalistas ya se han apresurado a pedir sendos referemdus para su independencia y permanecer en Europa). Espera ahora una larga negociación hasta su salida definitiva. De momento el  “no” ya se ha cobrado su primera cabeza, la del propio primer ministro ingles  que arriesgo y perdió. Esta salida se produce quizás en el peor momento ( en medio de una severa crisis migratoria y saliendo de una crisis económica) ¿Qué pasara ahora con las exportaciones que hacemos lo que nos toca mas cerca: las del estado español o las de nuestra comunidad? o ¿con la libre circulación de personas? En el Reino Unido residen, cientos de miles de ciudadanos del estado español (incluyendo un buen puñado de vascos) que se fueron un dia  para buscarse un futuro que en su país no encontraban. Alli han cotizado para sus pensiones y disfrutan de la sanidad británica ¿ que pasara después con todos ellos? Lo cierto que el ejemplo ingles ha señalado, el mismo “camino” a todos aquellos “euroescépticos” que en otros países como Holanda o Francia, donde movimientos ultranacionalistas vienen pidiendo desde hace mucho algo parecido. Tal vez se debería replantear el proyecto europeo de arriba abajo, y deje de ser esa “madre” recta y severa.