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martes

30

julio 2013

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CRISTINA FERNÁNDEZ de KIRCHNER. ARGENTINA. BRASIL JMJ 2013.

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La Presidenta de Argentina junto a Evo Morales. Fueron vecinos de asiento; en las pasadas jornadas de la juventud (JMJ).

La cariacontecida Señora Fernández de Kirchner hizo: (es un suponer) Lo que debía. Visitar Brasil con ocasión del multitudinario acontecimiento convocado y dirigido por cabeza tan visible como la del Papa Francisco I. Jorge Mario Bergoglio de nacimiento Argentino. Una excepción de paz y talento.

Despuntaba enero 2013 y las aparentes lágrimas de la Presidenta fueron artículo en algún diario.

Las Malvinas… ¡Son Argentinas!
El petróleo… ¡Es Argentino!

El desalojo de ciertas compañías (españolas)… Son por deseo de los argentinos.

Los malos… Sus argentinos. ¿Sus próximos…? Y así va la letanía de la mandataria Argentina.

Antes fueron gente de su cuadrilla de los que hizo buena sementera.

Madres de Plaza de Mayo. Defensoras de su única verdad. ¿Ahora… corrupción?

Mal poso para con la Nación Española. Amigas de terroristas vascos.

Sindicatos. Espacios. Plata. Un sol de ojos ceñudos como si al astro rey le pesara la asistencia en bandolera se disputa sin quererlo, a la vara de mando, y al roce de mejilla todo un despliegue fotográfico.

La Presidente está triste… ¿Qué es lo que además quiere… la Presidenta?

Argentina. Buenos Aires. La Plata. Córdoba. Rosario. Mendoza. San Miguel de Tucumán. Santa Fe. Mar del Plata. Salta. San Juan…

Un amor de ciudades. Que han de sentirse tocadas por la fe de su ilustre hijo.

Un Papa sincero e inteligente que conoce bien a sus dirigentes lo que debe ser parte del incordio que ahora sufre la elite en Argentina.

Marchó Brasil. El siguiente punto de encuentro JMJ, Cracovia. Tierra conocida y amada por otro Papa Juan Pablo II. Año 2016.

¡Poder y millones! Señora Fernández de Kirchner. En un cielo de pobreza que debería combatir y que responde al nombre de Argentina.

Francisco I no debe perder esperanza. Conserva la sonrisa.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay



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