(Del Libro «Crónicas de Borrador»)

Quien acostumbrado está al juego de tronos lógica tiene que se salte cualquier modo de educación protocolaria.

Llegar a ser Vice Presidente del Gobierno de España Usted Señor Iglesias puede alcanzarlo; pero…

Ser Rey de España es de nacimiento. Los buenos modales se aprenden con la diplomacia y usted intenta ir como Pedro por su casa en una que le viene grande.

En la visita de consulta a la que fuera invitado por el Jefe del Estado; Usted Señor Iglesias tomo carrerilla para ir por delante del Rey.

Se puede creer muy suficiente. Pero se delata que los libros de la buena educación en usted no han dejado huella.

Los demócratas nacen o se hacen cierto pero no en replica de dictadores.

Estos últimos cierran la boca a sus opositores encarcelándolos. De ahí los aires del YO.

Para Usted Señor Iglesias (de quien hasta el momento hablan… Y hablan…) Las cosas no son firmes. La limpieza es cosa de otros.

A Ustedes. A su equipo. Nada les importa los problemas en que están inmersos los españoles. Porque tienen ya firme las posaderas. (Véase el listado de Ministerios que han previsto caso de salir).

¡Inútil recordar! Que se lo deben a aquellos que se dejaron embaucar. Ustedes nunca se desprendieron del cartel “nueva casta”.

¡Sí… Señor Iglesias! No fue paso firme el que marcó ante su Majestad sino el de la precipitación de quien esconde su afiliación a la prepotencia.

Dicen que se dice…

Que Reino y República tienen diferentes compañías.

España por la presenta actualidad es Reino. ¡No lo olvide!

DON PABLO IGLESIAS TURRIÓN. Le debe a nuestra Nación respeto.

Y si no es santo de su devoción nuestra Democracia ¿porqué no emigra a país más acorde con su gusto?

Es vergonzoso oír declaraciones grabadas hechas a lo largo del tiempo por Usted contra nuestra Nación.

De exaltación al terrorismo.

Con pegajoso azúcar almibarado cuando habla de regímenes que asesinan y cierran bocas (de los que ha obtenido pingues beneficios) y Usted les llama hermano.

Desoye la voz de la razón que le repite que están manchados de sangre y desprecian al individuo diferente.

¿Usted busca…?

Lo que una mayoría de la ciudadanía no quiere. No quiere: La división de España.

No quiere: La ocupación de España por venidos de allende.

No quiere: El terrorismo que puede venir de la mano consentida de los descerebrados nuevos.

No quiere: Dejar de ser Europa.

Lo que la ciudadanía española QUIERE es una España con Igualdad. Y Respeto.

Visto lo visto… No creo que sea Usted la persona indicada para proporcionarlo.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay

(Del Libro » Crónicas de Borrador»)

Es cuestión de conocer quien mueve los hilos en Podemos Zaragoza para darse cuenta que un zaragozano de pro (en contra es otra cosa) no habría jugado con algo tan serio como es la formación del Gobierno Nacional.

Y si además ni es zaragozano ni aragonés ni español de nacimiento válgame Dios en manos del que; diseñan la Nación.

Venezuela bien. Irán bien y algunos otros bien.

Como bien… Se suman personajes que venden por algunos millones de euros la independencia de los españoles y su Democracia a aquellos que tienen su pueblo oprimido y hacen desaparecer ciudadanos sin dejar rastro.

Viendo el plantel de lo ofertado poco se han  exprimido los sexos ¿Cómo no va a ser la Señora Bescansa Ministra de Sanidad si su familia está inmersa en los laboratorios farmacéuticos?

O el Ministro de Defensa aquel antes militar con alta graduación que no sabe defender la integridad del territorio nacional hoy del lado Podemos antes del PSOE estrellado y de contados honores.

Y qué decir del Ministerio del Interior. Que en el reparto sus compañeros se lo han ofrecido al Señor Errejón.

O el Ministerio de Hacienda. De cabeza a Ignacio Garzón de IU. En el juego de compensación le pagan el arrastre de gente que se llevaron de la formación  hacia Podemos.

No hay más ciego que el que no quiere ver. El PSOE hace tiempo que lleva algo más que gafas de culo vaso.

Los lanzadores de jabalina tienen el Deporte por garantía. Los de tira la piedra  y esconde la mano los días contados.

Zaragoza no aprecia la variable podemos.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay