¡Cuánto me gustaría poder decir al amanecer que he dormido como un lirón!

Cuando de forma reiterada no podemos decir eso, estamos, entonces, en situación de insomnio.

El excesivo estrés… El desencuentro personal… La fatiga responsable… La inseguridad presente… El futuro inquietante… La desconfianza económica… El miedo a la historia… La pérdida de identidad… El fracaso propio… La soledad de la amistad… La soledad del pasado… La falta de esperanza… Todo eso lleva consigo un agravante, la política y sus adláteres.

Cuando los políticos se convierten en césares de sí mismos y se rodean de chupópteros meapilas, capaces de sembrar la sociedad de volcanes, tornados y ciclones, producen el único insomnio con posibles consecuencias penales: el insomnio producido por el recordatorio de historias de hambre, asesinatos, odio y pobreza… Insomnio por el recordatorio de historias de guerras jamás deseadas, recordatorios de comunismos trasnochados, de izquierdas de “Clases” ya desaparecidas, de socialismos soviéticos, de extremismos populacheros de sociedades sin vida individual…

Eso, creo yo, sinceramente, que era lo que quería decir Pedro Sánchez al hablar de la “incapacidad de dormir con ciertas compañías”… creo… creía… ahora ya no puedo dormir.

¡Maldita la hora en la que me fie de personas ególatras, tramposas, con doble personalidad!

Se me olvidaba otra causa del insomnio: el DESCOLOCÓN religioso.

El silencio interesado de la jerarquía eclesiástica ante hechos que terminarán por “consumir a fuego lento” nuestros ideales… El silencio de la jerarquía eclesiástica ante el “confusionismo moral” que generan cuando, de rodillas ante Vírgenes Autonómicas, suplican por los políticos mandatarios traidores, en vez de orar humildemente por todos los pobres que ellos han producido…

¡Maldita la hora que, por confiar en ellos, tengo insomnio!

Para terminar, un pequeño consejo: cerrar los ojos y hacer yoga… no dormiremos pero, por lo menos, estaremos entretenidos.

El multimillonario Cabildo cordobés del que ya se publicó que mantenía más de 20 millones de euros en inversiones financieras, ha creado un “portal de transparencia” donde expone “sus cuentas”.

¿Las cuentas del Gran Capitán?

Ja Ja Ja.

¿Pretende que nos las creamos?

Hombre, por favor.

¿Puede algún cristiano creer a un Cabildo financiero condenado en su día entre otras cuestiones por blanqueo de capitales y por llevar a la quiebra a su Cajasur?

¡Se admiten apuestas!

Y si ya hablamos de cuestiones de Fe y del Mensaje Evangélico, entonces mejor, apaga y vámonos.

“Mateo 19:21 Si quieres ser perfecto, le dijo Jesús, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres. Así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme”

Rafael Bueno.

Córdoba.

Los resultados de las votaciones (que no elecciones) del 10 N. han sido incluso peores de lo esperado.

Si no cabíamos en casa……

Porque con independencia de dificultar aún más la gobernabilidad, se han incrementado los extremismos políticos y los nacionalismos.

Es decir, que junto al gravísimo problema económico del que nadie quiere hablar, ya tenemos todos los ingredientes, para liarla.

Y la culpa es sola y exclusivamente de la casta política de esta partitocracia que padecemos, y que mantienen todos los que van a votar.

Dijo un político en el año 36, que los grandes enemigos de España eran: los partidos políticos, los separatismos, y las diferencias de clases.

Y después, pasó lo que pasó.

¡Ojo!

Rafael Bueno.

Córdoba.

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Nuestro amigo Nicolás tiene 93 años.

Trabajó en el campo desde  muy joven.

Después, huyendo de la España del hambre marchó a Alemania donde estuvo 23 años desempeñando varios trabajos, buscando siempre una vida digna para él y su familia.

¡Honor y gloria para él!

El domingo de las elecciones lo vimos cuando iba a votar y nos dijo que nunca faltaba a ello.

No le pregunté qué votaba, pero seguro que en esa lista habrá quienes sin haber dado un palo al agua en su puñetera vida y manteniéndose sólo 7 años en política; habrá conseguido para él y los suyos, muchísimo más que nuestro amigo Nicolás en toda su vida.

¡No hay derecho!

Rafael Bueno.

Córdoba.

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Los sátrapas del cortijo de la Junta de Andalucía que se gastaron nuestro dinero en putas y en cocaína mientras el pueblo moría en las urgencias sanitarias y los niños carecían de aire acondicionado en los colegios; están “muy ofendidos” porque se les ha llamado al parlamento andaluz, a dar explicaciones.

Menos mal que eran socialista obreros y del pueblo, porque si no……

En las mentes de los dictadores no cabe que nadie se atreva a pedirles explicaciones a ellos.

Una muestra más de la dictadura de partidos que padecemos y que seguirá igualmente, después de las elecciones del 10 N.

Bob Marley: Hay dos tipos de dictadores, 1) los impuestos, y 2) los elegidos, que son los políticos.

Rafael Bueno.

Córdoba.

“Algunos” se muestran públicamente “muy indignados” y califican de “ataques a la Iglesia”, cuando se habla y no digamos ya cuando se denuncia; la pederastia clerical, los tejemanejes pseudomafiosos del Banco Vaticano, el saqueo de la exCajasur, el pésimo ejemplo de buena parte de la anticristiana jerarquía eclesiástica; etc.

Y esos mismos además, hacen todo lo posible e imposible para silenciar esos comentarios y purgar inquisitorialmente a los que los hacen.

¿Los que no están conmigo están contra mí? ¿Muerte al mensajero? ¿Omertá eclesiástica?

Pues bien, sepan todos esos sepulcros blanqueados hipócritas y fariseos (así definidos en la Biblia), que son ellos; unos con su cobarde silencio cómplice y otros con su indecente apoyo a los verdugos; los verdaderos responsables y culpables.

Y por supuesto, los que realmente atacan a la Iglesia de Cristo, convirtiéndose así en sus peores enemigos.

¿Está claro?

¡Por sus obras los conoceréis!

Rafael Bueno.

Córdoba.

Cuando el “fondo” que se defiende es JUSTO, no hacen falta ni las amenazas, ni los insultos, ni las promesas imprudentes…

Basta con ser REALISTA y PRUDENTE en las formas.

VOX y sus PORTAVOCES deberían ser didactas de que ellos no son “ULTRAS”… Didactas de la “HISTORIA” con la objetividad como principio… Didactas de los principales artículos de la “CONSTITUCIÓN”… Didactas del funcionamiento de las “FUERZAS ARMADAS” en cualquier país de Europa… Didactas de lo que es “MENTIR AL PUEBLO”… Didactas de lo que es ser “POLÍTICOS FARISEOS CON VENTAJAS”

Didactas, con la enciclopedia antigua, de que es ruin lavar las mentes de la infancia y de la juventud y todavía peor si se hace con el dinero de los demás.

Con la VERDAD por delante, sin algaradas ni ataques personales, VOX debe RETRATAR la falsa sociedad en la que vivimos…

Hay Gabinetes de crisis… Hay Gabinetes de guerra… y deben crearse Gabinetes que defiendan la VERDAD de nuestra historia, la VERDAD de nuestras miserias políticas, la VERDAD de las necesidades sociales silenciadas…

VOX se equivoca si GRITA, AMENAZA y se COMPROMETE a hacer lo que no puede hacer solo.

VOX, debe pedir a los demás grupos que reflexionen y se pregunten por qué una mayoría social piensa como VOX…

Hoy, con un amanecer tirando a otoñal, me ha venido a la memoria aquella imagen de “Manuel Briñas” animando a los chavales… acordándose de su padre, de su madre con tal que corriesen y diesen todo de sí.

Le he sonreído interiormente y le he pedido perdón por la inmensa soledad que rodeó su adiós.

Manolo, ¡qué pronto se pasan las hojas del libro que no se quiere leer!… Rodeado de tus debilidades… sostenido por Jesús… animado por María… sólo nosotros, los engreídos humanoides, te hemos señalado con el dedo “farisaico”. ¡Perdona… aunque con tu carácter te cueste… Perdona!

Allá donde te encuentres quiero que sepas que aquí, en este lodazal donde nos encontramos, hay amigos tuyos que pensamos en algo que tú nos has encargado guardar, como secreto reparador:

¡TU CONFESIÓN!

“Volcaré mis escándalos… Publicaré mis abusos… Ensuciaré mi rostro… Abriré la ventana de mi defenestración… SERÁ MI CASTIGO… Provocaré que me odien, que me estigmaticen, que, los que dicen ser mis hermanos, me oculten, arrebaten mi libertad y permitan mi linchamiento”.

“Al tiempo se descubrirá el templo farisaico de todo lo que me rodeaba. La inmundicia, nunca confesada, de la cobardía de los que utilizan la prensa para publicar con iniciales lo que permitieron durante años con su silencio”

“Las lágrimas salpicaron mis andares… La soledad castigó mis sentimientos… Los silencios lloraron mis caídas… Sólo el SEÑOR sabe que su “Manolo”, enfermo, seguía amándole.”

¡Queridos hermanos!… perdimos el hábito… perdimos la convivencia… perdimos la humildad del caminante extraviado… perdimos nuestras promesas…”

“Yo os perdí, a todos vosotros,… por mi culpa… yo os perdí… Sentí la soledad de vuestro cariño… Lloré solo mi caída… Mi ojos no alcanzaban a veros… No os preocupéis… No me pidáis perdón… Sólo mirar a nuestra “MADRE COMÚN” , ella sabrá deciros lo que yo nunca seré capaz…”

“Ahora, estoy en paz… Siento que no podáis ver, como yo, lo triste que es una vida que traiciona sus propios ideales… Contemplar vuestro rostro en el espejo… NO OS CONOCERÉIS… llorar en silencio y…, ahora SÍ, pedir perdón…”

Manolo, descansa en Paz

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El singular Obispo Demetrio de Córdoba, se ha cargado un convenio firmado entre la Masonería y la Orden religiosa de la Cruz Blanca, destinado a colaborar con medios humanos y materiales a combatir la mucha pobreza en Córdoba.

No voy a hablar aquí y ahora de las históricas “relaciones” entre la Masonería y la Iglesia, porque eso ocuparía miles y miles de páginas.

Pero sí digo que levantando muros en lugar de tender puentes, no se soluciona nada.

Y lo más lamentable es que una vez más, como desgraciadamente ocurre siempre, los más perjudicados son los más débiles y más ajenos a las vergonzosas luchas de poder.

¡Lástima!

Rafael Bueno.

Córdoba.

¡Qué bien olías, mamá!

¿Te acuerdas de aquellas tardes… largas tardes… hablando?

“Hijos, vosotros no conocisteis aquella década sin sentido de 1930…

No sabéis nada de aquellos políticos de media tinta que, ansiosos de poder, destrozaron el sueño común…

No sabéis nada de aquellos políticos que, mintiendo, decían que les dolía el dolor ajeno…

No sabéis nada de aquellos políticos alimentados con sangre del pueblo llano…

No sabéis nada de aquellos políticos perdidos en el desierto del odio sin sentido…

No sabéis nada de aquellos políticos especialistas en crear mártires… en fusilar los sueños…”

Nosotros, madre, te mirábamos sorprendidos y tú, entendiendo nuestra ignorancia, seguías:

“En esta vida hay personas que llevan dentro de sí el ansia de POSEER y por eso su obsesión es conquistar el PODER.

El poder, hijos míos, se conquista de varias maneras: la difícil y más costosa es aquella que se consigue trabajando y superándose uno mismo; otras utilizan el “ego” como arma arrojadiza: se asciende pisando cabezas, engañando a los cercanos, vistiéndose de fariseos; se escala aprovechándose del pueblo sencillo, generando odio para crear enfrentamientos donde su “ego” destelle; finalmente uno se catapulta al poder cuando subido en el carro de la indiferencia destroza sueños, ideas y personas”

Corrían los años cuarenta y cincuenta. Tu cosías en la pequeña galería de nuestra casa de protección oficial al lado del Pisuerga. Nosotros, a tu lado, merendábamos.

“Tener siempre mucho cuidado de proteger lo único que es vuestro: la libertad de pensamiento y el respeto a las ideologías ajenas.

Defender con la palabra lo que otros defienden con la violencia.

Comunicaros siempre en el idioma que heredamos, sin despreciar los típicos regionales.

No os dejéis engañar por aquellos inventores de los mítines vividores, que con sonrisa y voz cazallera prometen dejar su piel para daros de comer.

Condenar, siempre que podáis, los silencios de aquellos privilegiados de la sociedad que miran hacia otro lado por temor a perder sus privilegios.

Ser fieles a nuestra historia… está llena de sangre, sudor y lágrimas… pero es VERDADERA… por ella estamos aquí, en esta pequeña galería de un hogar obrero sin militancia.

Hijos míos, ¡tened cuidado!, caminad erguidos, mirando orgullosos el futuro que con vuestro presente hayáis hecho”

Mi madre, olía bien… daba gusto estar con ella… siempre sonreía… sólo a veces, en el silencio de la noche, sabíamos que lloraba un poco.