Esta carta quisiera ser reflejo de muchas y habituales circunstancias que están rodeando la cotidiana vida de nuestros mayores.
A partir de determinada edad el sentimiento de INSEGURIDAD acompaña de forma creciente a toda persona, ya fuera de la vida laboral y en proceso de declive físico progresivo.
La sociedad, sin embargo, indiferente, se mueve como si ese grupo de “MAYORES” ya no formaran parte de la misma.
El progreso, siempre positivo para el desarrollo social, olvida que NO TODOS PUEDEN SEGUIR SU RITMO. Eso hace que decisiones y normas para la operatividad cotidiana a muchas personas les acarree situaciones de INSEGURIDAD, ESTRÉS y ANGUSTIA.
Veamos algunos ejemplos que deberían modificarse por lo anteriormente expuesto:
1.- UTILIZACIÓN DE CAJEROS AUTOMÁTICOS.
La Banca, en general, exige la utilización de los mismos para cobrar pensiones, para ingresar dinero, para sacar dinero… pequeñas excepciones, pero nada más.
Olvida la Banca que hay “cien ojos” observando lo que personas sin “SEGURIDAD EN SI MISMOS” están realizando en dichos Cajeros automáticos… consecuencia de ello, robos, agresiones y… ANGUSTIA.
Ya es hora que den alguna solución a este tema
2.- LA DICHOSA CITA PREVIA.
Basta acercarse a determinados organismos ESTATALES para observar como se trata al colectivo en general y sin “mínima comprensión” al colectivo de mayores “solitarios”. … Empleado, funcionario: “No, por favor, primero tiene que pedir CITA PREVIA”(¿?). … Mayor, anciano: “¿Cómo?… Yo no entiendo de internet… Yo no tengo esos aparatos…” … Empleado, funcionario: Pregunte a algún vecino o amigo… Lo siento son las normas.
Creo sinceramente que una gran ciudad debe, ante todo, TENER COMPRENSIÓN y no ESCAYOLAR LAS NORMAS… Esos “mayores” no deben adaptarse, más bien es la sociedad la que debe “COMPRENDERLES”.
3.- ATENCIÓN A DISTANCIA AUTOMATIZADA, OBLIGATORIA.
En muchas Comunidades este servicio de “CONEXIÓN DIRECTA CON EL CENTRO DE ATENCIÓN AL PACIENTE” ya existe, pero muchas personas con circunstancias invalidantes progresivas no lo conocen por los motivos que sean o en otros casos por que no están establecidos. Ante tanta soledad llena de ignorancia la sociedad debe responder imponiendo de forma URGENTE y OBLIGATORIA este servicio.
4.- SERVICIOS SANITARIOS A DOMICILIO.
Comprender las situaciones de la vida, mejor que los mayores no hay nadie… pero querer que esas personas acepten que no puedan ser atendidos en sus domicilios para determinadas actuaciones médicas o de enfermaría, es pedir demasiado.
Horarios de “ANALÍTICAS”… Procesos de “CURAS”… Sencillas “REHABILITACIONES”… Etc… Etc… son procesos que, hoy en día, en muchos casos, se realizan en los domicilios sólo cuando están bajo estudios de investigación…
Todos estos servicios, para los mayores, deberían estar CONTROLADOS DOMICILIARIAMENTE… Medios técnicos existen… Medios humanos se están ofreciendo a gritos.
5.- CONFIANZA BANCARIA de DUDOSA CALIDAD
Los mayores cuando acuden a una oficina bancaria (hoy es difícil entrar por culpa de tantas excepciones derivadas de los cajeros automáticos) se encuentran con personas al servicio, primero de su empresas y auxiliares y segundo de los posibles inversores o partícipes.
De lo anterior se deriva que el empleado ofrece y vende productos… “PRODUCTOS” que, en muchas ocasiones, ni ellos mismos conocen en su debida dimensión… “OPERATIVA” excesivamente opaca para que el cliente no pueda medir sus consecuencias (descubiertos, devoluciones con costes de intereses que no se comentan o advierten)
De todos ellos el producto estrella más opaco es el “PLAN DE PENSIONES Y SUS GARANTÍAS”… Se ofrecen como si de un mercadillo se tratara, con la rapidez de dichos mercadillos y sin explicaciones profesionales de CONFIANZA.
Las “GARANTÍAS” son como “saltos de agua” que se van trasladando en el transcurso vital de los ríos… al final se DILUYEN… NADIE GARANTIZA…
Los parapetos de defensa indican que existen: “EL DEFENSOR DE LOS CLIENTES BANCARIOS”… Lo más parecido a “venga usted mañana… ya veremos” y para los mayores, muchos, ni saben que existe.
No comento qué se debería hacer… Los políticos lo saben… Los empresarios lo deberían saber… Los Defensores del Cliente, también… Los Jueces, mucho más, pero hoy dirían que eso sería “JUDICIALIZAR LA BANCA”…
Quiero y deseo que una sociedad en evolución no olvide que su cambio y progreso se debe, también, a SUS MAYORES… ¡QUE NO LES OLVIDEN!.
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