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martes

30

octubre 2012

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SALUD MONETARIA

Publicado por , Posteado enJunta de Andalucía, Andalucía, Opinión

SALUD MONETARIA

Observemos la sociedad actual desde el punto de vista de una ciudadana a la que se la asistió de forma pésima en la aclamada “Seguridad Social”, diseñada por la Junta de Andalucía. Es necesario describir la imagen de un gran número de sujetos de esta entidad con un adjetivo.

Incompetente: dícese de aquel individuo cuya capacidad para llevar a cabo ciertas acciones carece de la habilidad necesaria para alcanzar la meta propuesta. Tan similares como mí ser, existen en este país millones de humanos que desconocen el método correcto para lograr superarse a sí mismos, y así cumplir su propósito. Además de clasificarse como tales, consiguen manipular nuestras mentes con el fin de que nos subordinemos (en cierto modo) a ellos, acción que me atrevería a denominar como indigna, pues dudo mucho, el hecho de que un humano de semejante prestigio sea capaz de llegar hasta tal punto por dinero. Es cierto que la posesión de capital es de suma importancia para sobrevivir en este mundo debilitado, mas opino que el exceso de tales adquisiciones conlleva unos aspectos negativos causados por el humano mediocre, el cual se manifestará tanto como sus músculos le permitan con el fin de exigir un poco de decencia en esta nación.

En este caso, el cliente  (con derecho a reclamar) se arrepiente de haberse quedado estancado en la seguridad social, dependiendo así del sistema que el Estado desee imponer. El ente en cuestión alberga, entre otras cuantiosas distracciones, la afición de observar lo transmitido a través de televisión, acción que ha obtenido el grado de imprescindible para ser consciente de todo lo que acontece en la actualidad. Al igual que otros medios de comunicación, la caja de metal que nos informa de la situación del país recibe grandes cantidades de publicidad que emite a cambio de voluminosas sumas de ingresos. Dichos anuncios llevan inculcados unos mensajes  que pretenden introducirse en el cerebro humano para modificar sus ideas, y así, lograr que el individuo en cuestión compre determinados objetos o se preocupe por su salud como es el caso. Durante meses, las mujeres fueron influenciadas por los medios generando una inquietud que les llevaría a visitar al ginecólogo, el cual les haría una revisión para descartar la presencia de las enfermedades detalladas en el artículo publicitario. Debido a la organización de la seguridad social, es necesario “pedir permiso” o contar con la recomendación del médico de cabecera si ansias llevar a cabo lo que te propuso la televisión. Una mujer menopaúsica deseaba prevenir un cáncer (defecto que puede afectarle a cualquier ciudadano), en cambio, su asistente sanitario se lo impidió, pues, según él, debía sangrar, lo cual puede ocurrir o no, dependiendo del aparato y organismo que se examine. Este médico (cuyo fin era recibir el incentivo que se les brinda por enviar menos pacientes a una revisión) decidió que lo máximo que debía hacer aquella mujer era realizarse una citología. Conjuntamente, el sujeto padecía un desajuste en el corazón denominado “arritmia” (aceleración del ritmo cardíaco o número anormal de pulsaciones por minuto), defecto por el que solicitó también una cita con el cardiólogo, obteniendo una respuesta negativa por parte de su médico, hombre que alegaba la ausencia de cualquier perturbación en su salud sin haberla examinado previamente (ni siquiera poseía un informe reciente). En fin, damos por hecho que este tipo de “especialistas” deben ser conocedores de todos los amplios campos pertenecientes a la medicina, afirmación que deberíamos negar puesto que el médico nunca sabrá lo que ha sufrido el paciente pese a la detallada y escueta descripción que éste le proporcione. Como resultado, es posible que haya condenado a una pobre humana a la extinción de su ser, ya que, si tiene cáncer, cabe la posibilidad de que no reciba la asistencia necesaria a tiempo, y esta persona fallezca a causa de la avaricia de sus congéneres. Al igual que ella, muchos son víctimas de nuestro corrupto sistema “democrático”, ya que es posible captar la promesa de un político que, tras haber obtenido tu voto, hace lo contrario que especificó en su discurso (todo ello provocado por dinero que se añade a su sueldo por parte de otros que quieren ver el país repleto de injusticias y situaciones como la descrita en este documento).

Fdo: Diego Jesús Cruz Pomáres.



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