Yolanda Díaz le ha quitado la medalla del trabajo a José Solís entre otros, por pertenecer al franquismo.

Y lo hace alegando que aquello fue una dictadura mientras que lo de ahora, según ella, es una democracia.

¡Toma ya!

¿Desde cuándo hay democracia en España?

¿Acaso ella fue elegida ministra por los ciudadanos?

No hombre, no; ella fue elegida a dedo por un partido político, ya que el sistema que padecemos es un régimen de partidos o mejor dicho, una dictadura disfrazada de democracia, que es la peor de todas las dictaduras.

Al menos la dictadura de antes, no se disfrazó nunca de lo que no fue.

Pero bueno, a mí me parece muy bien que se le retiren todos los títulos y honores, a todos los que atentaron contra los derechos humanos y por supuesto a todos los que se mancharon las manos de sangre, claro que sí.

Pero a todos, con independencia del bando o el régimen al que pertenecieran.

Y me parece una aberración, medir por el mismo rasero a quienes no le hicieron nunca ningún daño a nadie.

¿Acaso yo soy un franquista al que hay que depurar, por haber estado en la OJE y haber jurado la anterior bandera?

Pues no, me tocaron los tiempos que me tocaron, y punto.

Pero ya puestos, yo le pregunto a Yoli: ¿Por qué tú que eres tan demócrata y tan de izquierdas, no ilegalizas a la Iglesia Católica, socia y cómplice de los más brutales crímenes del franquismo?

Porque o todos moros, o todos cristianos ¿no?

Ahí te lo dejo, Yoli.

Rafael Bueno.

Córdoba.

La presidenta pepera-católica madrileña, ha regado de dinero siempre a base de bien a la Iglesia.

También quiso impedir la investigación sobre la pederastia clerical y cómo no, la Iglesia encantada con ella y ella, encantada con la Iglesia.

¡Tanto monta, monta tanto!

Pero se ve que de cintura para abajo la muchacha ya no es tan católica, como ella misma demuestra en cuestiones de parejas y de sexualidad.

Porque la Iglesia en esa cuestión es muy clara y todo lo que no sea pasar por el Altar y hasta que la muerte los separe, es estar en pecado y ahí está la Iglesia para castigar y apartar a todos los que falten a sus mandamientos.

¿A todos?

A todos los de pie, evidentemente; porque cuando se trata de un personaje con poder e influencia, entonces la Iglesia tiene otra vara de medir muy diferente y para ellos está el ya más que practicado “pelillos a la mar”.

La Iglesia siempre fuerte con los débiles y débil con los fuertes.

Justo lo contrario del Jesucristo que dicen representar.

En fin, por sus obras los conoceréis, tanto a los unos, como a los otros.

Amén.

Rafael Bueno

Córdoba.

Leo con gozo que han bajado los suicidios en Córdoba.

Por fin se habla de ello.

Me refiero a los suicidios de cordobeses como consecuencia de la depresión padecida al no ver futuro alguno en sus vidas ni en las de sus descendientes.

Futuro que les robaron los que arruinaron Córdoba entera para varias generaciones, al saquear el anterior monopolio cordobés de la cajasur eclesiástica.

Los culpables tienen nombres y apellidos y viven nunca mejor dicho, como dioses.

¡La verdad no mancha los labios de quien la dice, sino las conciencias de quienes la ocultan!

Rafael Bueno.

Córdoba.

El singular Obispo Demetrio, jefe de los mercaderes del Templo cordobés, ahora se dedica a dar clases de sexología.

¡Casi nada!

Pobre clérigo, que ante la incapacidad de convencer, vive de escandalizar.

Ya nadie le hace ni pajolero caso, pero yo sí, porque me da pena y sobre todo, porque me siento insultado por su continuada osadía.

Obispo Demetrio: antes de dar clases de sexología a los demás, cosa de la que usted “no debe” saber nada, limpie usted primero su propia casa, como es su obligación.

Cuando usted ponga orden entre los MARICONES, pederastas, amancebados, con hijos, etc. que tiene usted a su alrededor; faltando todos a su voto de castidad; después si quiere, hablamos.

Pero antes, no tiene usted fuerza moral alguna para decirle nada a nadie.

Y si salimos de Córdoba, recomiendo a todos la lectura del libro SODOMA de FREDERIC MARTEL.

– «¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo», tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano» (Lucas 6, 41-42) –

Rafael Bueno.

Córdoba.

Este es el comentario generalizado al saber que el ni socialista ni obrero Griñán, no entrará en la cárcel a cumplir su condena por distraer muchos millones de los parados.

Espero que los más de 500 presos que cumplen condena en las cárceles con el mismo cáncer de próstata que Griñán, sean todos puestos en libertad; porque si no, la credibilidad de la justicia se llevará otro buen varapalo.

Claro que los saqueadores de las cajas de ahorros que dejaron un agujero de 472.000 millones de euros, la mayoría de ellos, ni siquiera se sentaron en el banquillo.

Y es que esta casta política de este régimen de partidos, tiene muchos más privilegios y muchos más indecentes, que la franquista.

Muchos más.

Lo peor que puede hacer un Régimen político es utilizar las Leyes, para cometer injusticias.

Porque lo que viene siempre detrás, es una revolución.

Rafael Bueno.

Córdoba.

Hoy casi todo el mundo especula sobre el vuelco político en casi toda España.

Pero yo lo tengo muy claro: por la traición de la izquierda.

La gente hace mucho que no va a votar a favor de, sino en contra de.

Y claro, no es que el PP igual de malo que los otros, haya ganado; sino que la “izquierda” ha sido merecidísimamente castigada.

Esa falsa izquierda que entregó a la Iglesia más que Franco, que abandonó a los “suyos” en las fosas comunes y cunetas, la de las pilinguis y la cocaína, la de la corrupción sistémica y sistemática, la de los indecentes privilegios, la que hizo buenos a caciques y terratenientes, y un larguííííísimo etc.

Esa ha sido la razón.

Lo que yo me pregunto es cómo duró tanto en el poder.

Repito, o cambiamos el sistema político, o repetiremos la historia.

Nuestra más triste historia.

Rafael Bueno.

Córdoba.

Los sucesos de Andújar que han acabado con un policía muerto y otro herido, merecen una reflexión.

Y es que la raíz del problema está en que las fuerzas de seguridad del Estado, que siempre deben ser los buenos, salen a la calle con más miedo que los delincuentes, que siempre son los malos.

Ese es el problema y así no podemos seguir.

Los ciudadanos necesitamos estar protegidos de los delincuentes y para ello necesitamos unas fuerzas de seguridad con autoridad y que haga uso siempre y cuando sea conveniente, de todos los medios necesarios para ello.

Y por supuesto, que gocen de la protección de todos los poderes del Estado.

Las castas políticas y judiciales tienen que ser conscientes de ello y si alguien tiene que morir porque así lo decide un delincuente, pues que siempre sea éste el que muera y nunca un Policía ni un Guardia Civil que hacen su trabajo arriesgándolo todo, por todos.

¿Está claro?

Rafael Bueno.

Córdoba.

Si vemos las imágenes de Pedro Sánchez en el Parlamento español y las del sanguinario dictador norcoreano en el suyo, podremos apreciar que no hay diferencia alguna entre ellas.

Ambos “líderes supremos” son aclamados escandalosamente por sus respectivos cortesanos que se parten las manos aplaudiendo y las caras sonriendo, para que sus “amos” tomen nota de su vasallaje y no los sacrifique.

Todo, mientras que sus respectivos pueblos que los mantienen y los padecen, se las ven y se las desean, para poder subsistir.

Busquen, comparen, y si todavía hay alguien creído que lo de España es una democracia, que se vaya corriendo al psiquiátrico de guardia e ingrese de urgencia.

¡Por sus obras los conoceréis!

Rafael Bueno.

Córdoba.

Ya que no se lo hicimos en vida, hagámoslo ahora.

Más vale tarde que nunca.

La presencia de su ausencia, lo requiere.

Pongamos su nombre al Gran Teatro de Córdoba.

Porque fue un cordobés ilustre e insigne, que honró Córdoba por donde quiera que pasó.

En Alhaurín el Grande ya tiene desde hace tiempo, varias cosas con su nombre.

Hay una página en Change.org “llamemos Antonio Gala al Gran Teatro de Córdoba” que ya lleva miles de firmas, sí; pero sería muy bueno para la buena imagen de Córdoba, que sean muchas más.

¡Viva Córdoba viva!

Muera la Córdoba muerta.

¡Todos a firmar!

Rafael Bueno.

Córdoba.

Después de las votaciones ya os digo yo que todo seguirá igual, y lo explico.

Unos partidos mejorarán algo sus posiciones y otros perderán algo, pero ellos seguirán teniendo todo el poder en sus sucias manos, y el pueblo a obedecer, a pagar, y a callar.

Es decir, seguiremos padeciendo una partitocracia, “gracias” a todos los que van a votar.

Los políticos seguirán debiéndose por mandato imperativo a sus respectivos partidos que son los que los han elegidos en unas listas cerradas y bloqueadas, y los ciudadanos seguiremos sin poder participar en la vida pública, para nada.

Es decir, los políticos seguirán viviendo cada vez mejor, y nosotros cada vez peor.

A ver si nos enteramos de una puñetera vez que o cambiamos el Sistema político, o aquí no cambiará nunca nada.

¿Ok?

Rafael Bueno.

Córdoba.