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lunes

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enero 2015

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PENSEMOS

Publicado por , Posteado enOpinión

Vistos los acontecimientos acaecidos, podemos decir que el partido de Pablo Iglesias se ha visto situado en un punto de inflexión. Habiendo llegado a su cénit político, ahora le toca sufrir una decadencia, ya que han salido bastantes casos de corrupción dentro del grupo político y de sus “amistades” externas. Por eso estoy seguro de que ha llegado a un punto de inflexión, y después de su rápido auge, es hora de un descenso.
En lo que incumbe al líder de PODEMOS, leemos en la prensa titulares como “Pablo Iglesias camufló su productora como una asociación sin ánimo de lucro” o “Un empresario acusa a Pablo Iglesias de cobrar en negro. El dueño de la TV que emitía «La Tuerka» le pagaba 1.500 euros mensuales en B”
Pero no es el único. También nos encontramos con que protagonizan noticias y titulares (aunque no como héroes como acostumbraron a hacer en 2014) compañeros suyos como Iñigo Errejón: “Errejón cobra 1.825 euros por un trabajo al que apenas se dedica. Otro dirigente de PODEMOS lo contrató en la Universidad de Málaga como investigador”
Así que los que se denominaban honrados y jóvenes políticos defensores del pueblo, no son lo que decían ser. Curioso ver cómo han conseguido alcanzar un nivel de corrupción propio de “la casta” de la que tanto hablaban en sus discursos. Pero claro, si tanto hablaban de casta y tal era su conocimiento sobre ella, sería por experiencia propia en ese ambiente de corruptela.

Mas no es esto lo peor. Parece que se nos olvidan detalles como la justificación de Juan Carlos Monedero (número dos de Iglesias) de la violencia de ETA como “reacción ante la introducción de droga por parte de la policía”,  o sus apariciones públicas en televisiones venezolanas o acontecimientos públicos en el país. Son suyas frases como “Cuando no sepamos qué hacer, preguntémonos qué haría el presidente Chávez. Cuando no sepamos qué pensar, preguntémonos qué pensaría el presidente Chávez”, que no distan de las palabras que pronunció Iglesias, “Se le echa mucho de menos”, refiriéndose a este personaje que ha convertido Venezuela en un caótico, desamparado y mísero país, y al cual, tras su muerte, ha relevado su amigo y admirador Nicolás Maduro, al que se le “apareció un pajarito con el espíritu de Chávez”, que no fue la única vez que al actual presidente venezolano se le manifestó “el comandante”.  Nadie vaya a dudar que estas personas me acusen de mentiroso por decir esto pese a la existencia de vídeos que confirman lo dicho y más, como la presencia del líder de este grupo político en alguna que otra  Herriko taberna. Y os dejo a continuación dichos vídeos, y reitero lo que dije en mi carta “¿PODEMOS estar tranquilos?”, que doy una oportunidad a estas personas de explicarse.

Palabras de Juan Carlos Monedero

Palabras de Pablo Iglesias

Iglesias y Errejón cantando la Internacional

** Como observación, he de decir que no comparto los títulos de los vídeos puestos por el usuario de YouTube que los subió, ya que los considero ofensivos**


Si hay algo que les caracteriza, es la mentira y el soterramiento de lo que nos les interesa que salga a la luz, ya que, aun militando en las Juventudes Comunistas y habiendo vídeos de Pablo Iglesias e Iñigo Errejón cantando “La Internacional” con un estandarte con la hoz y el martillo dibujados, o el puño levantado, (Que es, por cierto, un signo comunista el cual, si se me permite el comentario, el único partido socialista que continúa haciéndolo es el español) han osado decir en algún momento que «no son comunistas».
Y recordemos que, del programa de las elecciones europeas, han eliminado la mayor parte de sus propuestas. Que les siga creyendo quien quiera.
Pero, por favor, no limitemos los valores de la gente de esta formación. No todo reside en la mentira. Son gente muy inteligente. Expertos en… ¿política? Bueno, en demagogia, que en innumerables ocasiones se hace llamar política. Algunos serán profesores de la facultad, o tendrán muchos estudios, pero medir es posiblemente lo que peor se les da. O tal vez sí saben solo que tienen una vara de medir diferente para cada persona. Porque resulta que si a un miembro de otro partido, generalmente del PP, se le pregunta por los gastos de su pareja, es algo absolutamente normal y razonable en democracia. Pero en el momento en que se preguntó a Iglesias por los chanchullos de su novia y su familia en el Ayuntamiento de Rivas, se  formuló una “pregunta con una intención muy machista, y era vergonzoso que la plantease una mujer”, según dijo él.
Y hablando de esta diferente vara de medir que usan, hablo de los polémicos tuits de uno de sus círculos, que según dicen ahora no representa a PODEMOS. Si hubiese sido el PP de Madrid o de Navarra, por ejemplo, los que hubiesen publicado tan controvertidas observaciones. Mas esto es igual que el caso de Tania sánchez, pareja de Iglesias. Ella no era consciente de los negocios de su hermano, pero la Infanta sí debía serlo de los de su marido.
Pero sin duda alguna lo más peligroso no son los chanchullos que ellos o sus amistades puedan realizar con nuestro dinero si es que en algún momento llegan al poder. La semana pasada pudimos comprobar cómo, en las elecciones de candidatos para dirigir el partido a niveles regionales, el número de votos superaba al de votantes inscritos en el censo. ¡Que Dios nos pille confesados, pues si esto sucede en las elecciones generales una vez ellos estén gobernando, no dude nadie que arrasarán en las votaciones irremediablemente! Porque si ya han hecho el ya famoso “Pucherazo Podemos”, que fue por cierto Trending Topic en Twitter, no esperemos menos de ellos cuando el mando del país esté en juego.

Es momento de sentar cabeza, cesar de lanzar acusaciones contra PODEMOS como campaña, para empezar a proponer ideas propias, realizables, objetivas y razonables.
Preguntémonos… ¿Hay vida más allá de PODEMOS? Y yo contesto a esa pregunta: sí.
No son pocos los partidos políticos a los que en España se puede votar. Pero cada vez son más los conocidos. Hemos vivido unos años en los que el bipartidismo ha sido (y por ahora es) la forma de gobierno. Unos lo han hecho mejor y otros peor, pero lo que nos ha llevado hasta el 2015 ha sido una alternancia de PP y PSOE, aunque los primeros años de nuestra  Democracia gobernasen Suárez (1979-1981) y Calvo-Sotelo (1981-1982). La crisis económica de los últimos años, indudablemente, y la corrupción que ha existido siempre, han acabado por agotar la paciencia de muchos ciudadanos, que han decidido “castigar” a los partidos convencionales.  Ahora bien, si alguien vota por hundir a otros en lugar de hacerlo para apoyar a quienes comparten sus ideales y fortalecer España, será definitivamente alguien estúpidamente mediocre,  mediocremente estúpido. Porque una persona inteligente no centra sus objetivos en atacar a alguien, ya que esto es fuerza bruta, sino en luchar por un proyecto, algo que nos una a todos los españoles y vele por nuestro bienestar. Si se emplea la energía en algo negativo, cada vez esa negatividad será más fuerte por la energía recibida.
Volvemos a la cuestión anterior. ¿Hay vida más allá de PODEMOS? Tenemos distintas alternativas: El PP y el PSOE, que han gobernado hasta ahora; UPyD, que tiene representación en el Congreso de los Diputados; o Ciudadanos y VOX, que aún no ocupan escaños en las Cortes Generales pero van adquiriendo importancia. Estos son los más conocidos, aunque después tenemos más, principalmente regionales (CiU, ERC, CDC, PNV…)
Algunos de ellos poseen un programa electoral con excelentes iniciativas.  Cada uno con ideologías y argumentos diferentes o incluso contrarios. Tanto en el PSOE como en el PP quedan aún intachables políticos que han sido patatas de un saco con bastantes putrefactas. Porque si en un saco de treinta patatas una está podrida, todo el saco olerá a ese hedor de putrefacción pese al buen estado de muchos de estos tubérculos. Con esto quiero decir que no todas las personas pertenecientes al Partido Popular o al Socialista son corruptas ni egoístas. Hay miles y miles de hombres y mujeres en estos partidos políticos, y que sean unas cuantas (Que por desgracia no puedo afirmar sin mentir que son pocas) las mentes corrompidas y sucias que pertenezcan a un partido y que hayan protagonizado portadas de periódicos y juicios no ha de manchar la honorabilidad y el compromiso de la mayoría, ya que sería injusto. Lo que hay que hacer no es eliminar del mapa a un partido político con excelentes profesionales en él sólo por querer castigar a unos cuantos. Y ahora no serán pocos los que digan automáticamente que soy del PP o del PSOE por decir esto objetivamente, mas prefiero omitir comentarios absurdos y sin base sólida.
Acordémonos también de los excelentes partidos “minoritarios” que defienden estupendamente sus valores y los de muchos ciudadanos.
Este 2015, cuando acudamos a las urnas, no actuemos impulsivamente. PENSEMOS. Pensemos en nuestros intereses tanto económicos y sociales. En los nuestros como nación, no como individuos. Porque, como decía Azaña, ¡Nosotros somos nuestra patria! Y desde luego ningún gobierno será decente cuando no defienda los intereses de todos los españoles. Porque españoles son hombres y mujeres, ricos y pobres (y clase media), personas en plenas condiciones y discapacitados. El que haga distinción, ya sea hacia unos o hacia otros, no estará actuando por el bien de esa patria, ese país que ENTRE TODOS formamos. Desde luego, no somos iguales. La igualdad como tal es imposible comenzando por el aspecto físico y terminando por la manera de pensar de cada uno. Lo que debe existir es igualdad de condiciones, de derechos y de obligaciones, para poder llamar a nuestro país “libre y democrático”.
No convirtamos España en, como dice Ussía, una “España-Roja-Independiente-Mueran los ricos” ni en un país con el egoísmo y la avaricia como valores fundamentales, en el que “yo gane dinero y él muera de hambre”.
Las personas inteligentes van a favor de algo, no contra alguien, que es lo que se estila hoy por hoy. El que vaya a por los ricos, o a por los pobres; a por los hombres o a por las mujeres, estará actuando en contra de España, que, reitero, somos todos.

Juanjo García Amorós



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