Un cineasta Alfonso Mendíz Noguero, Doctor en Ciencias de la Información y Profesor universitario en la asignatura de: Comunicación Audiovisual y Publicidad, en la universidad de Málaga, con el que he compartido diversas vivencias y emotivas experiencias educativas y espirituales, tiene un bloc que dedica a comentar: los valores y aspectos positivos y a destacar de los videos-documentales llamados cortos. Y en estos días me han impactado dos de ellos: el primer video, situado en Texas, está dedicado a una mujer que adelantó una semana el parto para que su marido, enfermo de gravedad y a espera de la muerte, viera a su hija antes de morir; y al final la pudo ver en presencia de sus otros tres hijos. En febrero de 2012, saltó a los periódicos de todo el mundo la noticia de que Diane Aulger, de 31 años, y natural de Colony (Texas, Estados Unidos) había adelantado el nacimiento de su bebé para que su esposo, Mark, que había entrado en la fase terminal de un cáncer, pudiera conocer y besar a la nueva hija; la noticia saltó a los periódicos por lo inaudito del hecho y también por considerar la grandeza del corazón del ser humano que por amor es capaz de todo. El amor es la potente fuerza que mueve con gran vigor aún el propio cosmos. Y el segundo vídeo corresponde a un señor español en paro que cuenta a unos alumnos de ESO cómo se puede superar la crisis con la ayuda de la familia; éste se titula: “Con la familia, la remontada es posible”. En ambos casos,  que he referido, el protagonismo lo tiene: la familia, el amor, la vida, el cariño; de ahí vienen la inestimable fuerza para seguir superviviendo, para seguir creyendo que es  necesario y bello luchar. El amor en el marco de la familia es tan necesario que no podemos vivir a espaldas de esta realidad. A veces las    opciones ideológicas marxistas y otras opciones políticas afines han querido “coquetear” con otro concepto de familia; una familia: desorganizada, desestructurada, liberal,    pero pronto llegaron a la conclusión de que: “sí se destruye la familia se destruye la sociedad” y entonces todo acaba derrumbándose y el mundo civilizado acaba desplomándose: sin subsistencia ni recursos.