Siempre he dicho que el fútbol no es un deporte, sino una Religión.

Y una muestra más de ello, es que un equipo de primera, tiene por ahí rodando un autobús con sus últimos trofeos, donde la gente hace cola en actitud “religiosa” para rendirle culto a dichas “reliquias”.

Y a la vista del dinero que mueve el fútbol, no me extrañaría nada que el Vaticano los acoja en su seno.

La Fe del dinero, mueve montañas.

Ya vimos cómo la quebrada entidad financiera de la Iglesia Católica, Cajasur, eliminó del Padre Nuestro el “perdona nuestras deudas”.

Claro, era totalmente incompatible.

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Los que se han ganado el pan con algo más que el sudor de su frente durante más de 40 años, con su pensión, no tienen cubierta sus necesidades básicas y empeorando.

Mientras que por ejemplo, los saqueadores de las cajas de ahorros que han arruinado España, se prejubilaron impunemente a los 50 años, después de cobrar encima, una millonada.

Y no hablemos ya de la casta política, que con 7 años, ya lo tienen todo solucionado.

¿Qué está pasando aquí?

Muy fuerte ¿no?

Así, indudablemente, ni podemos, ni debemos seguir.

¡San Francisco Franco: ruega por nosotros!

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