Ha ocurrido en Cataluña y es una prueba más de la irreversible fractura social creada por la casta política.

Matar al mensajero tiene fatales consecuencias y son actitudes puramente fascistas.

La libertad de opinión y expresión es el pilar básico y fundamental de cualquier democracia de mínimos.

Democracia que aquí no tenemos, ya que pasamos directamente un régimen militar a otro de partidos políticos, con la misma oligarquía de poder.

“Voltaire: No comparto tus ideas, pero daría mi vida por defender tu derecho a expresarlas”

Rafael Bueno.

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No basta con pedir perdón a estas alturas, por tantos crímenes sexuales cometidos por el Clero.

Ya no vale la tan cotidiana práctica de ese indecente y anticristiano ciclo Católico de pecar, pedir perdón; volver a pecar, y volver a pedir perdón.

Bueno, les vale a los falsos católicos del falso aeroclub y otros sepulcros blanqueados, hipócritas y fariseos.

Pero no les vale a los Creyentes de verdad, ni al el resto de Ciudadanos honrados.

Ojo, mucho más culpables que los propios pederastas, son los que lo tapan.

Y me refiero tanto a clérigos, como a “fieles” y poderes públicos.

Estos últimos los peores con diferencia, ya que aplican al pueblo unas leyes, que no aplican al Clero.

¿Por qué?

Rafael Bueno.

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