Carta para un amigo de CC.OO
Publicado por Carmen Amigo, Posteado enCCOO, Opinión, Sindicatos
Estimado amigo;
Tienes razón; quien lo haga que lo pague. Cuento con que vayan devolviendo lo que se llevaron de dinero de todos y que además no solo paseen de visita en las cárceles, sino que gocen de unas vacaciones en ella y que reciban y sepan que quien hace fechoría, desfalca y despilfarra no merece medalla.
Te dije que vais muy retrasados con la salida a la calle (ten cuidado no vayan a creer en tu alta esfera que deseas ganar puesto con tus iniciativas).
¡Perdona! Al paso que hemos llegado, de no haber habido cambio de rumbo, pocos serian aquellos que podrían gozar de un puesto de trabajo.
No hablo de la administración (a ellos no les afecta) sino de la industria, servicios, labradores que son quienes generan dinero para que los anteriores y políticos lo gasten. Y no digamos vosotros Sindicatos, ONG, liberados.
No puedo creer que personas tan inteligentes como tú vean tan solo en el Empresario un enemigo. Destruir el tejido industrial ha sido vergonzoso y de ello la culpa la tiene los cambiantes Gobiernos del Señor Rodríguez. Además de la parálisis comprada de quien hubiera debido defender UN PUESTO DE TRABAJO PARA TODOS Y CADA UNO.
¿Por qué no salís a la calle a pedir un salario mínimo para los Políticos? ¿Por qué no os planteáis vivir como en toda Europa de las cuotas de vuestros afiliados? ¿Por qué queréis vivir en un país capitalista si pregonáis un estado cerrado para el ciudadano como los hay en algunos países sudamericanos y Cuba?
¿Por qué permitís que se destruya nuestra juventud con la droga? Te lo diré. Porque… la mayoría de los hijos e hijas de estos prepotentes están en Erasmus sin ánimo de volver a España y los otros caídos en desgracia ¡que se hundan!
¿Por qué…? Son tantos…
Mañana cuando salgas a gritar mira la cara y el bolsillo de quien agarra en primer plano la pancarta y pregúntate cuanto Español no podrá comer ese día si no es ayudado por los comedores de Caritas (Iglesia) o sus familias, cuando vosotros; tendréis plato y servicio.
Estimado amigo. Tu nombre dice transmitir Paz y lo justo de palabra.
Que pases un buen día.
Carmen Amigó y Pérez-Mongay
19 febrero 2012
Cierto. Si todos los que estamos tan hartos de los sindicatos como de administración y políticos saliéramos a la calle … ese día si que iba a haber protesta. Lo que ocurre es que estamos demasiado cansados buscando la manera de salir adelante sin protestar y pedir subvención.
Llegará el día (pronto) en que los Estados no serán el papaíto que todo le dá al inútil bocaancha.
No puedo estar de acuerdo con la exposición que haces de los representantes de los trabajadores y mucho menos cuando este sindicato cuenta con 1.219.345 afiliados y es una organización sindical democrática y de clase que está formada por trabajadores y trabajadoras que nos afiliamos de forma voluntaria y solidaria para defender nuestros intereses y para conseguir una sociedad más justa, democrática y participativa.
Querida Rosa Pilar;
Mantengo lo dicho. No cambio ni un ápice. Porque nadie puede decir que no sea cierto que los cuatro millones de parados quedaron ya en tiempos pasados y que los cinco están ahí.
No se me puede negar que las huelgas debieron haber sido durante el anterior mandato de Gobierno (Señor Rodríguez Z) y que de haber realizado su compromiso con el trabajador desde los Sindicatos; estaríamos hablando de otra cosa.
No entro en cifras de afiliados; porque también entre ellos se encuentran los liberados y son unos pocos. Y cuento entre ellos al AMIGO a quien aludo y al que va dirigido mi escrito. No amiga.
Cuando miro la hora: Mi reloj es de propiedad-pecunio ganado y no siento sonrojo (aunque para dejar llevar el país a la miseria que nos encontramos, quien va de rolex hace tiempo que no sonroja). Dirijo varias Tertulias y auspicio varias Revistas y nunca quise en mis Grupos Literarios aceptar o solicitar subvenciones.
Solo en España existe esta compra de votos y voluntades de toda la Comunidad Europea.
Creo en la voluntad de algunas personas. Pero no en el sectarismo de las siglas. Saludos Carmen Amigó