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sábado

31

agosto 2013

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Empleo, un objetivo quimérico.

Publicado por , Posteado enOpinión

A poco que pasen los días y el estío vaya llegando a su fin, también el barómetro estadístico se verá afectado por el cambio estacional, y el descenso del mercurio no solo influirá en la térmica ambiental, sino también en el desempleo, cuya alteración revelará que aquella alardeada reactivación de meses atrás, lejos de suponer un cambio de tendencia en el mercado laboral como indebidamente apuntaba el Gobierno, la realidad es que tal espejismo se debía única y exclusivamente al ‘efecto verano’, es decir, al influjo de arrastre ocasionado por la temporalidad turística y las campañas agrícolas de marcada estacionalidad.
De ahí que ahora, cuando a la estadística hemos de cepillarle el polvo de la contaminación política es obligado poner límite a la distorsión, pues al mostrarse la evidencia, los hechos indican que aquella hipotética generación de empleo fue tan solo una fábula del PP, un abultado de provisionalidad en la marcha imparable de la destrucción del tejido productivo, y lo que es mas grave, una muestra incontestable conforme la economía española en su actual tesitura será incapaz de crear empleo neto en términos desestacionalizados.

A pesar del negativo impacto de resultados y que las previsiones no auguran cambios en positivo, lejos de asumir que por la vía de recortes y ajustes es imposible ganarle el pulso al desempleo, el presidente Rajoy, inmune al negativismo de las cifras y presa de un optimismo enfermizo, opta por darle la espalda a la realidad manteniendo continuidad con el contrasentido, por medio de otra inútil reforma laboral y el acompañamiento de una inservible ley de emprendedores.
Parches ineficaces, como resulta de todo marco legislativo que en materia laboral no traiga por escolta la garantía de financiación necesaria a los directos agentes de empleo, es decir, de las miles de pymes, autónomos y emprendedores; de tal modo, que mas que tener que debatirse en una interminable prórroga de subsistencia, puedan cumplir establemente su verdadero papel como auténticos dinamizadores de la economía y creadores de riqueza y empleo.

Para mayor abundamiento hemos de constatar que la actual ausencia de crédito amenaza con profundizar el calado de la crisis en razón a un mayor debilitamiento del tejido productivo, cuyo 99% de su estructura, está agrupado en micropymes y pequeñas y medianas empresas que por la cerrazón bancaria a prestar dinero, sumado a los problemas de precariedad financiera que la situación proyecta, acentúan el clima de deterioro, situación que de no remediarse de inmediato aventura el incremento de la destrucción de las actividades empresariales , y por consiguiente, el ascenso de los índices de desempleo.
Una sinrazón injustificable, desde el punto y hora que esto sucede una vez producida la capitalización de la banca española con inyección de ayudas públicas por más de 40.000 millones de euros, y que en teoría haría que fluyera el crédito y que la maquinaria de la actividad productiva volviese a ponerse en marcha.

La falta de interrelación efectiva entre el rescate bancario y la financiación empresarial, pone de manifiesto que a ojos del neoliberalismo imperante que rige los destinos del país, la economía real, mas que un objetivo preferente tiende a cumplir una función accesoria, dada su relegación a un segundo plano en ventaja de la economía especulativa como factor dominante.
Toda una maniobra de cortedad que desenmascara la falsedad del dogma neoliberal que plantea el rechazo de la intervención del Estado en la economía, por cuanto, la evidencia pone de manifiesto que el Estado actual, mas que el conjunto de una sociedad política y jurídicamente organizada capaz de imponer la autoridad de la ley, es un monopolio en manos de los mercados financieros, que carentes de estrategias de empleo imponen la factura de sus excesos, y tomando a saco el control, hacen que todo funcione en exclusiva ventaja de sus propios intereses, contando con el beneplácito y la colaboración necesaria del sector mayoritario de la representación política.

Por tanto, conducidos por un gobierno en funciones, carentes de autonomía financiera, perdido el derecho a decidir y con un Estado que mas que una solución resulta ser un problema; sumado a ello el afianzamiento del modelo neoliberal donde prevalece la protección de los capitales nacionales y extranjeros en detrimento del derecho al trabajo, en ese contexto enrarecido, es indudable que por mas medidas legislativas que se planteen en materia laboral por mas mensajes propagandísticos que se emitan, cada día que transcurra con este lastre a cuestas, la creación y estabilidad en el empleo mas que una posibilidad se antoja una quimera, salvo que la mayoría social apueste por la erradicación del neoliberalismo a través del reemplazo político y la derrota de los mercados especulativos.



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