Cartas al Director

Tu voz en la Red

viernes

14

noviembre 2014

0

COMMENTS

Empreñar por las orejas

Publicado por , Posteado enOpinión

Dar credibilidad al hacer político del bipartidismo, es divorciase de la objetividad, y por tanto, dar cancha abierta  al absurdo, hasta llegar a la excentricidad  de empreñar por las orejas.

Contrariamente a toda manifestación estadística, empreñar por las orejas fue sin duda  la modalidad  de embarazo mas prolífica del país, con la peculiaridad añadida, que no solo eran  las hembras las gestantes  sino también los miembros del  género opuesto, y la singularidad,   que en esta dualidad fecunda, la preñez era concebida en exclusiva  por  eyaculación  política subliminal, para  engendrarse durante cuatro largos años en el encéfalo de los encintados hasta llegar al alumbramiento, cuya  eclosión se producía en  el   insólito quirófano  que conformaba  el constreñido prisma de  una urna electoral.

Así fue  como desde el origen de la «Transición» y hasta  este tiempo de desencanto,  la credulidad  de una ciudadanía proclive  al orgasmo político, facilitó la transformación de su mollera en placenta  embrionaria  del  voto electoral, que paradójicamente, justo celebrados los  comicios y  satisfecha su utilización para inclinar la balanza de resultados, era desechado  repetidamente tras cada  plebiscito para convertirse así en el planificado aborto del día después.

Hechos que además de suponer una manipulación psicológica de los votantes, convirtieron cada   proceso electoral en el  cuarto oscuro de la democracia,  y al cerebro del electorado, en la caja negra del hacer político.

Por eso, cuando llegada la hora de la verdad esos mismos electores vieron afectados en lo esencial sus derechos fundamentales,  la renuncia a toda  servidumbre electoral se tornó en un todo ostensible, y el rechazo a la continuada  fecundación auricular tomó condición de contestataria radicalidad.

Siendo casualmente en el contexto del actual   escenario político, donde la inmensa mayoría de los otrora fertilizados  por el sistema, ahora afectados en sus intereses  por los problemas de la recesión y por las nefastas medidas de los dos gobiernos  que en alternancia han gestionado el país, quien, defraudados en sus intereses, frustrados  por la creciente desigualdad y asqueados por la interminable  proliferación de casos de corrupción, han decidido zanjar con su continuidad   en  el simulacro  de treinta y cinco años de estabilidad  para apostar abiertamente por el cambio, y  así, dar  un vuelco radical  al degradado  panorama político español.

Así fue  como la estabilidad  que mantenía  el  bipartidismo PP – PSOE al desencadenarse la crisis en el 2007, cuando entre ambos partidos se repartían el 77, 1% de la tarta  electoral,  siete años después, se viene abajo al  reducir en   un tercio  su base electoral  que hoy día  suma en su conjunto el 51, 4% del total  en una   pronunciada tendencia a  seguir cayendo.

Debiéramos estar de vuelta de la nula credibilidad que merece el bipartidismo, y saber por tanto, que en su hacer político lo importante no es lo que digan, sino lo que dejan de decir

Expresión manifiesta que revela la entrada en escena de  un modelo  de funcionamiento contrapuesto al actual,   que además de poner fin al bipartidismo, sea clave para  el apogeo de otras  alternativas políticas mas    acordes  con  una  nueva realidad,   y  aparte de dar   acceso a la implantación  de otro estilo en la relación electoral    se convierta en puerta de entrada  a una forma  distinta de  hacer política.

Sin conducirnos por esta dirección,    resultará totalmente  inviable erradicar las servidumbres existentes y desenredar la redes clientelares nacidas conjuntamente   en el seno  del bipartidismo corrupto, por ser  esa trayectoria igualmente   condición «sine qua non» para afrontar   de forma efectiva   el procedimiento de regeneración democrática que el   sistema político necesita para  hacer que el país   sea capaz  de  rescatar su presente al  mismo tiempo que afrontar   con  plena solvencia su  futuro.

Y ello ha de ser así   por ejercicio de compromiso con nosotros mismos, pero también,  por  actitud  de responsabilidad en evitar  ser copartícipes  en  silenciar las demandas ciudadanas,   y rehuir que  por tácito comportamiento, se sigan  otorgando inmerecidos privilegios  a una infame casta política,   al mantener   la continuidad  a su  blindaje  de impunidad .

De ahí  que después de treinta y cinco años  de ser engañados iteradamente  por los miembros del bipartidismo  en toda campaña electoral, a estas  alturas  ya debiéramos estar de vuelta  de la nula credibilidad que merecen  sus integrantes, y saber por tanto, que en su hacer político  lo importante no es para nada lo que  digan, sino lo que dejan de decir, y en ese sentido, rechazar con contundencia sus mentiras y  engaños como forma de eludir la realidad.

A tal efecto, desde todo punto de vista debiéramos tener asumido, que la regeneración del sistema ha de ser incompatible con toda conducta  de  mitomanía por su enganche patológico con  la mentira, pero también,   con la credulidad  de quien  por asunción  prodiga  la farsa,   y en vez de hacer oídos sordos ante la falsedad  opta  por otorgar certeza a lo inaudito,    hasta llegar  al hecho absurdo de  empreñar por las orejas


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *