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junio 2014

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No es País para demócratas

Publicado por , Posteado enOpinión

El reciente seísmo electoral que causó serios daños en la estructura del bipartidismo, hay que entenderlo, como  el principio  del  fin de quienes a pesar del demoledor  efecto siguen reafirmándose  en la  continuidad de sus políticas como solución de futuro.

No es PaísPor el  hecho  de estar vacunado de sorpresas, he de reconocer que casi nada  me asombra ya en la política, de ahí que  ni me extrañe que el PP ostente  el gobierno de la nación a pesar de costearse con dinero negro, como tampoco, me impresione lo mas mínimo que los siempre republicanos miembros del PSOE, llegada la hora de la verdad, tiren del transformismo y se conviertan en  cortesanos.

Pues  nada te puede extrañar  cuando  juegas con la ventaja  de tener por confidente  al «devenir histórico», a ese auténtico informador de  los acontecimientos  que a través del tiempo  te mantiene asiduamente  en plena actualidad, desde el día y hora, en que los incompatibles tirios y troyanos de esta representación,  limaran asperezas,  y de mutuo acuerdo, tras la apariencia  de  una presunta  transición política decidieran invertir la realidad  poniéndole  antifaz a la dictadura, para así una vez  enmascarada, hacerla pasar por auténtica   democracia.

Relación  confidente que  solo se puede establecer  desde un tratamiento  de la historia en arreglo a sus  justos  términos, es decir,  al margen de toda  entelequia y disidente por tanto, con la  oficialidad de la   fraudulenta versión que sobre la transición política nos quisieron  hacer tragar  unos interesados  guionistas, que a propio intento.  se empeñaron en  validar    como verdadero lo que a todas luces no era mas que  la representación  de   una  simulación  orquestada .

Por cuanto,   lo cierto fue  que más que un rompimiento con el régimen  anterior, en este país  no se consumó ningún proceso de cambio, y mucho menos de transformación democrática  «stricto sensu»,  sino que todo síntoma de mudanza perceptible,  se limitó  en exclusiva,  a una reforma de baja intensidad  que  desde el autoritarismo  del régimen establecido propiciaron los mas radicales guardianes  del sistema, a la vista  de los acontecimientos  y ante el  riesgo de ver  amenazado su propio estatus, y así,  en contrapartida al mantenimiento de sus privilegios, accedieron  a tolerar el  lavado de cara de la dictadura  logrando con aquella acción testimonial  difuminar el tránsito  hacia la democracia  tras la teórica apertura al  marco de  libertades  que a pesar de su nula efectividad, en todo momento contó con el refrendo colaboracionista   del sector mas blando de la oposición  política.

Y así, aquella alianza contra natura, hizo que de la ilusión ideológica forjada en  la etapa de la  clandestinidad  pasáramos a un proceso de entreguismo,  donde, la mayoría política que debiera liderar la auténtica transición,  en un ejercicio de renuncia, optó por   asumir como propios los malos hábitos del franquismo  al aceptar la  disciplina impuesta por  los poderes fácticos  del antiguo régimen, hasta el extremo de instaurar en relevo,  la hegemonía neoliberal que transformó la inicial  aspiración democrática en una desgracia de  cinismo político,   propiciando con ello, la consumación del relativismo moral  y la negación del antifranquismo,  cuyas consecuencias en último término,  como es harto sabido, nos condujeron a  la degradación política y a un estado  de  decadencia social y económica sin precedentes.

Siguiendo a ello  la opacidad  y el engaño como caracteres de conducta y comportamiento  de aquella  bicefalia política postfranquista,  que por alianza de intereses,   tomara en primer término el control  del país  y  cuyas consecuencias posteriores por oligarquización  de los partidos políticos  y desmovilización de las masas populares,  hizo resucitar los peores vicios de la dictadura; circunstancia    que además de cercenar toda posibilidad  de  regeneración democrática consolidó la implantación  del social – liberalismo, reforzando la jerarquía de mando en favor  exclusivo  del  poder  económico.

Explosiva mezcla, que resultó ser el factor causante de la  acentuada   degradación política, de la acelerada desintegración social y sobre todo, del desaforado  fenómeno de la corrupción, que por su carácter generalista,  se ha convertido  a los ojos del mundo en el referente distintivo de identificación  de la marca España.

DETENIDOS TRAS DISTURBIOS Y CARGAS POLICIALES EN LA PLAZA DE COLÓNPor eso ahora, cuando saltan las alarmas de la convivencia, cuando el nivel de deterioración económico – laboral  supera todo límite de tolerancia,  y cuando para mayor complejidad, el oficialismo político en su prórroga   de ventajas se afana en reforzar los privilegios y los malos  hábitos del sistema, otorgando tratos preferentes y distinciones selectivas, lo procedente,  es poner punto final a lo  inadmisible de la situación, utilizando  por única  vía de solución la  erradicación de  la actual dictadura de diseño, para afrontar alternativamente  el mas que necesario  proceso constituyente, como tránsito  a una nueva Constitución que ajustada al actual contexto  sea capaz de cancelar todas las connotaciones con el pasado, a la vez,de dar respuesta a las necesidades  e inquietudes futuras que requiere y demanda  el conjunto de la  sociedad.

Y mientras este objetivo no se alcance,  contra mejor  parecer, entiendo, que  España podrá seguir siendo lo que es , pero nunca un  país para demócratas.

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