Cartas al Director

Hay lecciones o pasajes de la historia, que la humanidad haría bien en no olvidar, bien por el hecho mismo de la magnitud de lo que se quiere “recordad”  o bien para que intentemos al menos de no repetir los hechos, que se quieren honrar y conmemorar. Hace setenta y cinco años ( un 27 de Enero) en las prostimerias  de la II guerra mundial, el “símbolo” por excelencia del horror de los campos de concentración  nazi ( Auschwitz) era liberado por el ejercito  soviético, en donde durante  mas de cuatro años fueron aniquiladas y gaseadas mas de un millón de personas (no solo judíos, que fueron la mayoría asi como gentes de etnia gitana, deficientes mentales etc.) en definitiva todos ellos en el punto de “fijación “ de un régimen  que “sembró” el horror en un pasaje de la historia Europea. Al campo “estrella” para la llamada “solución “ final, esto es la aniquilación del pueblo judío que vivía en un gran numero de países europeos, se le sumaron otros como  Treblinka Dachau o Mauthasen donde perecieron junto con Auschwitz mas 18 millones de personas, de las cuales 6 millones eran judíos ( pese al negacionismo y revisonismo) Las humillaciones y vejaciones que debieron soportar los que allí fueron cruelmente recluidos, es una “negra” pagina de nuestra historia difícil de olvidar y una buena lección para que  generaciones presentes y futuras, lo tengan lo tengamos como ejemplo  de algo que nunca debería repetirse, por la propia dignidad del ser humano. Así pues pese al tiempo transcurrido, los  “genocidios” de aquella u otra naturaleza se siguen sucediendo, sin que pocos o nadie entonen un “mea culpa”.