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enero 2015

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Militares y cambio

Publicado por , Posteado enOpinión

Sueño que un día muy cercano las conciencias de los militares también despierten, y comprendan que no hacen lo que pensaban cuando eligieron esa profesión, que no sirven a la causa que creían, la defensa de sus conciudadanos, sino a los intereses económicos que manejan los Estados, que los enfrentan si hace falta azuzando sus diferencias e intereses particulares –por no saber compartir con inteligencia, desde una conciencia de abundancia, que no escasez–, a esas fuerzas invisibles que pretenden mover desde el miedo los hilos del mundo “globalizado”.
Recuerdo que, hace ya 35 años, de viaje de novios, coincidimos con una pareja de Toledo, él acababa de graduarse en la Academia militar, y rompió todos mis esquemas de entonces de lo que entendía yo como forma de pensar de un militar. Me habló de las resistencias, entonces enormes, al cambio dentro del Ejército, y me comentó también, recuerdo bien, que a Gutiérrez Mellado –el general que salió en defensa de Suárez en el golpe—lo llamaban en las altas esferas militares, “el rojo”.
Han pasado muchos años ya, en el “alto mando” se encontrarán aún seguramente gente de conciencia muy dura, encallecida, temerosa del cambio, pero, estoy seguro también que estarán los otros, gente como aquel amigo entrañable del viaje de novios.
Sueño que estamos en los albores de un gran desarme, y no solo ideológico, porque estamos comprendiendo cuestiones muy relevantes para el cambio:
1.- Que hemos delegado demasiado nuestra responsabilidad en otros.
2.- Que hemos cedido nuestro talento y nos hemos alejado de nuestros sueños para servir al materialismo utilitarista reinante.
3.- Que hemos confiado en una falsa seguridad, estancados en el consumismo y hemos delegado nuestra defensa, no en la paz interna y el compartir, sino en la competitividad y las armas.
4.- Que debemos cambiar nuestra forma de pensar hasta el momento, pues ella nos está llevando a un callejón sin salida.
5.- Que esta salida está justamente en la dirección contraria, y que debemos hacer las paces con y entre nosotros, y replantearnos muchas cosas, compañeros del alma, compañeros.


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