Cartas al Director

Tu voz en la Red

martes

21

agosto 2012

0

COMMENTS

Perdone usted que yo no puedo

Publicado por , Posteado enOpinión

Parece que al actual ejecutivo sí le resulta fácil eso de ir concediendo indultos a discreción y es que en escasos ocho meses de gobierno la cifra asciende a once agraciados, delincuentes de guante blanco, por aquello de la equidad,
oportunidad o conveniencia política.

Y puede que en épocas convulsas  y de inestabilidad política y social este derecho de gracia fuera una herramienta casi divina, pero en nuestra más que consolidada democracia puede pasar a ser un arma peligrosa, que hace temblar la más férrea confianza en la Justicia.

No voy a entrar en detalles sobre las bases jurídico-constitucionales de la figura del indulto, al que se le dedican varios artículos en la Constitución Española y que no es más que una reminiscencia histórica, anterior a dicha Norma y por tanto al sistema democrático actual. Si es así, aunque esté incluida en la CE del 78, ¿no debería modificarse de tal manera que se adecuara al marco legal y social del momento? Pero desde luego este es otro debate, eso de actualizar leyes y hacerlas idóneas a fin de adecuarse a la realidad y ni decir ya de las dudas sobre la independencia del Poder Judicial o la separación de poderes.

La muestra desorganizada de ecuanimidad del Gobierno comienza a ser molesta, y es que uno, puede tratarse de un error o incluso una estrategia política, pero once, hace mosquear al más manso de los ciudadanos.

La gente se pregunta, ¿qué ganamos nosotros con estas decisiones? Y me aventuro a responderles, NADA. El flagrante agravio comparativo que supone este arbitraje es percibido por la gente llana, como tú y como yo, que quedamos atónitos ante otro atropello más de nuestros mandatarios en un momento en el que se cuestionan las relaciones entre éstos y los que doblamos la espalda.

Y llamadlo como queráis, porque eso de manifestar su férrea voluntad de combatir la corrupción un día y al siguiente demuestren con acciones lo contrario es mentir, consentir y favorecer estas actividades delictivas.

Todos sabemos que estos hechos tienen un trasfondo de intereses en su mayoría políticos, porque poco nos puede aportar a nosotros si no es desconfianza, impotencia e irritación. Y ahora que se ha sembrado todo eso ¿qué esperan recoger?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *