Cartas al Director

El Futbol sigue siendo el Deporte Nacional. También el que renta más dinero. Y aunque a titulo de apostilla se dijese que era el opio en momentos de un régimen diferente al actual, el futbol tiene parecida atracción de masas.
Oímos decir; que el comentario es libre y en ocasiones diríamos… ¡No siempre afortunado! Cuando algunas cadenas de televisión intentan enfrentar posiciones.
El acontecimiento de ayer abrojo se en dialéctica. No tienen por qué estar todos en una misma canasta. Cualquier amante en este Deporte puede llegar a sentirse identificado con aquel equipo que lo hace bien y máxime; si defiende valores. Pero lo que lleva a las personas a tomar partido es cuando cree encontrar campo extraño y en la palabra escuchada: Insulto.
Se insulta. Con algo tan digno como bien nacido: Ser Español.
Oyentes, televidentes y concurrentes en las gradas de facto se posicionan con el Equipo que además de hacerlo bien; es insultado por ser uno de los Equipos que no reniegan de España, pues decir Madrid es lo mismo.
Dos parcelas del territorio (que saben cuando les interesa hablar Español) no tienen empacho en jugar la Liga o cualquier otro Campeonato. Incluso acérrimos futbolistas de sus equipos hacen y mucho por formar parte de la Selección Española.
Son ellos. Estas parcelas. Dominados por un aire superior que no es entendible ya que están compuestos de los mismos brazos y piernas así como un esqueleto de huesos más o menos grácil. A los que se les podría señalar que su corazón anda en distrofia.
No hay consejo válido para tanta inquina. Ellos levantan muros. Ellos serán quienes deban derribarlos.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay