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marzo 2015

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Venezuela: Una pandemia golpista

Publicado por , Posteado enOpinión

Si nos proclamamos defensores de una sociedad de derechos y libertades, mal podemos conferirles fiabilidad a aquellos miembros de la clase política, que por lazos de sumisión, tienen coartado todo compromiso con la Democracia y el Estado de Derecho

El verdadero motivo  por el que  Venezuela se ha convertido en chivo expiatorio de la  feroz campaña mediática internacional y a su vez en  amenaza a la seguridad nacional estadounidense, desechando todo enredo argumental, se ha de decir  que  la  auténtica razón de tan planificada agresión  tiene un trasfondo mas negro que el propio  Presidente del país promotor de la conjura,   que como EEUU, una vez más, a través de ensayadas maniobras de  desestabilización   intenta demonizar la legítima democracia  venezolana  al solo objeto de  justificar su intervención en  el  derrocamiento  del régimen  bolivariano y lograr a  través del furtivismo político  su auténtico objetivo.

Finalidad  que no es otra que apropiarse  ilícitamente  del petróleo existente en el  subsuelo del país caribeño, que por su volumen, es  con creces la mayor reserva  de hidrocarburos del mundo, y por tanto, bocado apetitoso  para quien tiene monopolizado el control de la totalidad  de los yacimientos de los países productores,  es decir, el pleno   dominio del mercado de carburantes,  que con la salvedad  iraní  tiene su otra  excepción en Venezuela, a cuyo gobierno electo intentan por ese motivo derribar  financiando  a golpistas disfrazados de oposición,   e imponiendo  medidas de carestía alimentaria mediante el desabastecimiento, al  solo efecto, de  provocar la desestabilización  interior soliviantando  a la ciudadanía, haciéndola creer  que viven  en el desastre  a causa de sus mandatarios  con la malsana intención  de que esta se  rebele contra el orden constitucional.

Pero con todo, la   teoría de la conspiración se hace mas ostensible  a las primeras de cambio,   cuando los mismos artífices   que astutamente se empeñan en vestir  de dictadura y tiranía al régimen venezolano, mantienen relaciones de cordialidad con gobiernos  diametralmente  opuestos al lenguaje de las    urnas como Arabia Saudí o China,   sin que a pesar de su carácter totalitario,   tengan para con ellos  la mas mínima reprobación política.

Una actitud de complacencia y complicidad   con el mas crudo radicalismo dictatorial,    que viene a delatar la falsedad de los  postulados  dialécticos utilizados  por los promotores de la confabulación para justificar su obsesión   antibolivariana  y su nula preocupación por la democracia,   que tan interesadamente manosean  como excusa,  al solo efecto  de justificar  su intención agresora contra  este  país  soberano,   que por el hecho de serlo, tiene conferido el pleno  derecho a decidir su futuro  sin admitir la mínima  intromisión involutiva, asistiéndole en su caso, razones sobradas para abortar sin contemplación  toda intentona golpista y meter entre rejas  a quien mediante prácticas de sedición pretendan derrocar el ordenamiento democrático   establecido.

Ni que decir tiene  que  a los  instigadores  de la tropelía les  es totalmente indistinto el color político del régimen que rige los destinos de Venezuela, por cuanto su auténtica   preocupación  es lograr  que el  Gobierno constituido  no ponga veto  a  su intervención económica, ni a la consecución de beneficios, ni a su modo de obtenerlos, y cuando como es el caso,  por impedimento político reciben la negativa por respuesta, es entonces cuando en reacción los directos afectados por la denegación, heridos en su intereses  desatan su feroz ataque contra quien se opone a su tan  «noble» intención.

Quizá sea el gregarismo enfermizo que profesa el gobierno español hacia los mandatarios del norte, el motivo que su complicidad con el golpismo venezolano resulte tan explícito como repugnante

Siendo comportamiento reflejo de  tal actitud, la amenazante  advertencia  del Presidente Obama, cuya última finalidad, no es otra que instaurar  a través de subterfugios un gobierno de  títeres que sortee el actual impedimento,  facilitando así  la consecución  de sus  espurias intenciones, validando  tal conclusión   el histórico de  invasiones militares y conspiraciones tácitas  y expresas que  caracterizan   la turbia  política  exterior estadounidense.

Quizá sea el gregarismo enfermizo que profesa el gobierno español hacia los mandatarios del norte, el motivo que su   complicidad con el golpismo venezolano resulte tan explícito como repugnante; siendo  difícil  entender la  manida utilización de importunados  tópicos  e insistidas  mentiras con la mala fe de adulterar la versión original del fenómeno  mas excepcional de la historia democrática contemporánea, la correspondiente a un país cuyo gobierno se mantiene en el poder ininterrumpidamente  después de  haber  ganado limpiamente las elecciones  durante diecisiete veces consecutivas.

Excepción  que no parece satisfacer a unos mandatarios que como los nuestros, les viene de casta   aceptar tan solo  la democracia cuando  ganan los  que defienden sus intereses. y optan  por deshacerse de la misma  en el momento en que ésta haga  peligrar sus privilegios, en justa correspondencia  con la actitud  que mantiene la  oposición venezolana.  y que solo  a un fascista se le ocurriría  otorgarle  amparo.

Siendo por ello que la única amenaza que representa Venezuela  para los picatostes del orden mundial, no es otra, que su ejemplaridad democrática,  que sumada a su papel de  vanguardia en la defensa de los   intereses de la mayoría de los países Latinoamericanos,  ha convertido aquel país  en el  enemigo a batir, por determinación expresa de quienes ven en su liderazgo un peligro que no  están dispuestos  a tolerar por ser contrarios  a  que los designios de la sociedad se conduzcan tomando por  patrón  de referencia  la Democracia y el Estado  de Derecho.



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