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agosto 2018

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VERDAD HISTÓRICA contra HISTORIA HUMANA

Publicado por , Posteado enOpinión

En los años setenta los españoles, como acróbatas del aire, dimos un salto al vacío.

Todos éramos conscientes que el enfrentamiento civil no llegaría a su final mientras existieran buenos y malos.

Las verdades, realidades objetivas y subjetivas, no fueron anuladas, sino, más bien, fueron asimiladas y por ende aceptadas como historia trágica nacional.

En esos años setenta, los poderes fácticos, intelectuales, políticos y militares, mirándose a la cara, ofrecieron a todos los españoles la oportunidad de vivir en paz, hermanados por una convivencia limpia, no de historia, sino limpia de odios, mezquindades y venganzas.

¿Reparar las realidades de todos y cada uno de los bandos?… Habría que haber presentado, previamente, los “libros blancos de la República de los años 30”, los “libros blancos de las guerras civiles que no de la guerra civil” y habría que publicar los “libros blancos objetivos y subjetivos de toda una posguerra”

Como eso no se hizo, aunque sus contenidos siempre figurarán en los archivos de la Real Academia de la Historia, los españoles dimos el gran salto y, sin “piruetas” ni “adornos puntuables”, escribimos una nueva realidad, que nos dio por llamar “transición”.

Su contenido era muy simple: “pasar página”, “jurar paz y convivencia”, “borrar la memoria”, no de las realidades pasadas sino de todas las terribles consecuencias de las mismas, y “comenzar a construir un edificio llamado España” con la “democracia” como bandera.

En esos años setenta todos cedimos (no olvidamos)… Partidos, Sindicatos, Intelectuales, Empresarios y sobre todos las Fuerzas Armadas… Desde ese momento España mejoró, se abrió a las  realidades de Europa y de Naciones Unidas.

En estos años pasados, 2004-2011 y en estos años más cercanos 2017-2018, el cainismo ha comenzado a rebrotar… Los paracaídas de aquel gran salto a la democracia hacen agua, tartamudean los intelectuales, se resquebrajan los principios de honradez, el “costumbrismo trasnochado” se bipolariza… los únicos que permanecen fieles e impasibles, aunque muy preocupados, son las Fuerzas Armadas (menos mal).

Aparecen las banderas “crematísticas”, los estandartes “personalistas”, los “países” surrealistas y sobre todo aparece el “odio” al contrario, utilizando como arma la ofensiva y politizada “Memoria Histórica”, olvidándose de la “Memoria humana”.

Lo esperpéntico es ver, como abanderados, a personas que ni siquiera conocieron los años setenta, que ni siquiera han sufrido las mezquindades de los años 30 y 40 y que ni siquiera reconocen haber comido en el plato caliente de los que se lanzaron en el “paracaídas de la transición”.

La “Memoria Histórica” para ser verídica debe ser “humana” nunca “política”. Las vergüenzas humanas no son lagunas sino ríos que recorren y envuelven toda España.

Es hipocresía política nauseabunda llenar las calles con “muertos vivientes utilitarios” , es hipocresía política borrar de la historia las terribles venganzas sin sentido contra el mundo religioso, los paredones criminales vengativos, todavía existentes en muchos pueblos de España, los beatos proclamados por Roma como mártires del odio sin sentido de la República… Hay que leer la Historia humana no para convertirla en Ley sino para ser capaces de “lanzarnos al vacío sin fronteras de la convivencia”.

Los políticos de cualquier signo deben de ser capaces de descolgar todos los “héroes” que desearon, equivocadamente, pasar a la Historia odiando, matando y ocultando la verdad.

Los políticos de cualquier signo deben reconocer la verdadera historia humana, promover una cultura de convivencia democrática y jamás utilizar la “muerte” como arma arrojadiza.

Todos los caídos, todos los desaparecidos, todos los masacrados no tenía color ni sus asesinos y torturadores tenía motivo… La vida que es más larga que la historia dará razón a la verdad.

La realidad actual nos llevará a los absurdos enfrentamientos de los años 30-40-50 porque algunos olvidan que en muchos rincones de muchas casas cuelgan imágenes de seres queridos, muertos, desaparecidos o torturados…

Utilizar a Franco y a su Movimiento como responsables únicos de la “historia humana” de España es jugar con la mentira, es jugar con cartas marcadas y es querer poltronas de usar y tirar.

La historia de un País, señores políticos y politiqueros, señores asalta libertades.. no sólo se compone de muertos con tumba o sin tumba, se compone, sobre todo, de futuro, de convivencia, de ilusiones y de saber mirar hacia atrás sin odios.

La verdad histórica es mentira… la utilización de la misma es repugnante… señores políticos, del color que cada uno quiera ponerse, la verdad es que las vergüenzas de todos están en los Tribunales de Justicia… no tienen color… pero son utilizadas por ustedes midiendo los tiempos e intentando sacar partido de esas realidades despreciables que adornan nuestro País… Hoy toca PP, Andalucía no existe, los Eres están escondidos, Valencia ya no interesa… Mañana, por desgracia, la que llaman Derecha aparecerá y con ellos Andalucía, los Eres, Valencia y su “p. madre”.

Esto no es política sino un sistema ególatra gremial con memoria bipolarizada… “La Tierra llora”… “España llorará”…

¿Quién tiene la culpa?… ¿Los que, apartando sus principios, se convirtieron en acróbatas de la democracia?… ¿Los aprovecha pasillos?… ¿Los coloca capitales?… ¿los que utilizan la migración como comodín al uso?… ¿Los políticos de tres al cuarto que han pasado de ganar 1.500 euros con dedicación exclusiva a ingresar honorarios de diputados y senadores sin preparación y libertad de horario?… ¿Quién tiene la culpa de que la honradez política tenga que ser masculina o femenina porque alguien lo diga?… ¿Quién tiene la culpa de que la carrera periodística sea manipulada políticamente para convertir la información es verdades subjetivas de corto trazado moral e independencia?… ¿Quién tiene la culpa de convertir el amor en sexo libre sin responsabilidad?… ¿Quién tiene la culpa de poner límites al campo y no respetar la verdad, la única verdad, la que nos da vida, ilusión, esperanza?… ¿Dios?… ¿Los Dioses de cualquier signo?… ¿Los agnósticos independientes?…

¡No!… ¡No!… la culpa tiene color de cobardía… la cobardía silenciosa… Todos nosotros que lloramos por la noche por no haber sido capaces de gritar durante el día…

Señores políticos, utilitarios del único bien que tienen las personas, los votos… no los utilicen para vivir mejor, para colocar a sus amigos, para rodearse de consejeros inútiles e innecesarios, para desenterrar tragedias… Utilicen nuestros votos para cerrar filas y defender la unidad de nuestro País… No pasen a la Historia como utilitarios mezquinos y con epitafio personal: “Borraron mi apellido, borraron mi memoria… Quisiera borrar mis mentiras… Lo siento…”




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