Cada día averiguamos detalles nuevos sobre la osada actitud de algunos de nuestros políticos para quedarse y repartirse el dinero ajeno. Ellos en vez de: custodiar, administrar y repartir el dinero de los ciudadanos se quedan con él, en una astuta labor de ingeniería económica y de marketing, para apoderarse de todo lo que llega a sus manos, sea de quién sea y provenga de quien provenga. Otra característica diríamos que anómala de la clase política española es el elevado número de ellos que no son necesarios; en todo el mundo causa extrañeza el número de políticos que forman parte de la nómina de la democracia española y en todo el mundo se indica que con este elevado número es prácticamente imposible sanear la economía; añada a este dato: dietas, coches oficiales, despachos, teléfonos, informatización personal, material que utilizan, seguridad personal … También hay que tener en consideración que a mayor número de políticos mayor ideas descabelladas para sacarle el jugo al pueblo o para realizar obras o proyectos innecesarias para la ciudadanía, pero necesarias para atesorar su personal caudal de riqueza.

Fortuna, yate del Rey

Ahora en Granada aparece la siguiente noticia: “uno de los señores más ricos de Granada quiere comprar el Fortuna de la Casa Real”, noticia está publicada en el diario Ideal, que indica también que este señor es el dueño de varios parking públicos de la ciudad. Cualquiera de nosotros sabe que los parking es una de las golosinas de los políticos que quitan aparcamientos de la calle y explotan en algunos casos vilmente el subsuelo de nuestras ciudades y en algunos casos con obras interminables; conocíamos sobradamente ese negocio, lo que yo al menos no sabía era que daba para tanto. Y no deja de ser también curioso o mejor deprimente que un señor gaste su dinero en el Fortuna del Rey o mejor dicho su Fortuna en el Fortuna, y lo haga en una tierra como la andaluza con ese índice: de paro, de pobreza y de jóvenes que tienen que irse al extranjero, incluso universitarios con un ejemplar expediente, por causa de la crisis; crisis ocasionada en muchas ocasiones: por la falta de talento, por la falta de congruencia y por la falta de ejemplaridad de muchos demócratas de pacotilla.

Jóvenes buscando trabajo en el extranjero

Pues bien además de todo esto que ya de por sí, a simple vista, parece y digo parece deplorable, nuestros políticos que no se cansan de  conseguir prebendas y privilegios, tienen parece ser el mayor número de aforados de todo el mundo. Parece ser que hay unos 10.000 aforados. En este país batimos todos los records, menos los relacionados con: la dignidad de la persona, la coherencia política, el respeto hacia la democracia y hacia la ciudadanía, el mantener intactos  los ideales democráticos que emanan o al menos emanaban de los partidos políticos, el respeto a la Constitución de 1978. Señores políticos sigan ustedes así, Señores demócratas sigan defendiendo a los poderosos, pueblo llano siga sin enterarse.

Y así, entre unos y otros, dentro de unos años: con nuestros hijos en el extranjero por la falta de trabajo, con nuestras ridículas pensiones que menguaran aún más al no haber jóvenes y por lo tanto niños, con los años y la edad que no pasa en balde, seremos el hazmerreír del mundo y la cloaca de los corruptos

Y en el recuerdo quedara un antiguo imperio; un gran imperio que fue aniquilado por la destreza de unos mangantes intrépidos que arrasaron: con el bienestar, con la dignidad, con el idealismo y con la democracia. Sólo espero que Dios no permita esta realidad y salgamos de este hoyo antidemocrático, y salgamos pisando fuerte y creyendo firmemente que: la democracia, el progreso y el bienestar son aún posibles. Pero que para ello tenemos que acabar, pacíficamente pero con decisión, con los pérfidos enemigos de: la sociedad, la autenticidad, la vida, la dignidad, el respeto y el ser humano.

Todo pueblo que ignora su historia está condenado a repetirla.

Este país a lo largo de su historia a pasado por regímenes diferentes, absolutistas, republicanos, franquista, ahora nos encontramos en un régimen de plutarcas.

Cada vez que pasa un régimen deja su huella, cultural, política o social.

Estos símbolos sirven como memoria para no volver a repetir errores, también para sacar enseñanza y conclusiones de esos regímenes pasados, son parte de nuestra historia.

Ahora Basauri empieza a retirar los símbolos franquistas entre la indiferencia de muchos vecinos.

La indiferencia de los vecinos es porque están en la pelea diaria de vivir el día a día, sin pararse a revisar memorias históricas.

Los políticos de Basauri en este caso retiran las placas de los portales del antiguo Instituto Nacional de la Vivienda Franquista. Después de que el consistorio ya haya retirado un número importante, quedan todavía casi doscientas placas aun por retirar, éstas equivalen al mismo número de bloques de viviendas.

Lo que estos políticos pretenden con la recuperación de la memoria histórica a mi entender es mas una vergüenza histórica y se retiran evidencias, porque en el mismo tiempo que llevamos gobernados por esta plutarcarquia disfrazada de democracia, con un montón de ministerios y oficinas de la vivienda ya sea municipales, diputacionales, autonómicos y estatales, no se ha construido ni la mitad de las viviendas protegidas como se crearon en el régimen pasado, entonces solo había un Instituto Nacional de la Vivienda. Vergüenza histórica.

 ©Registrado

Alvaro Villa Rey

Hacía muchos años que no venía a Granada en semana Santa y al volver: “He descubierto la grandeza de una emotiva realidad”, y por ello me pregunto: ¿cómo es posible que, con esto,  el ser humano no descubra la realidad de un Dios cercano que vive junto a él? ¿Cómo a través de todas estas maravillas no descubrimos el amor: en la vida y el testimonio de Jesucristo? ¿Cómo no vemos en la Virgen a nuestra querida madre? Pienso que, entre otras cosas, por nuestras malas actuaciones, nuestro corazón se ha adormecido o se ha  endurecido o ha muerto.

Carrera del Darro

El Martes Santo al ver el procesionar de la hermandad del Viacrucis por la carrera del Darro, al atardecer y en un lugar de tanta belleza, me emocioné y pude sentir como mi alma se adentraba en mi yo, y yo allí, en ese interior, rezaba; rezaba y contemplaba aquel “espectáculo” humano y divino; y me introduje vivamente en la atmósfera singular de un Dios Eterno.

Río Darro

¡Cuánta belleza en aquel paraje, en aquel lugar cautivador y emotivo! Los detalles de los nazarenos, de las mantillas, de los costaleros, de los niños ataviados con esas lindas túnicas. Todo era: color, vida, sentimiento, silencio, oración y emotividad. Todo iba calando hasta conseguir el éxtasis cercano de algo trascendente.

Música de Capilla

¡Y en la ventana! aquella mujer entrada en años y perpleja ante el sentimiento. ¡Y en la puerta! el viejo fumando aquel pitillo que parecía de antaño. ¡Y por el río! por el río, aquel pez y aquel otro y aquella hoja, todo dándole vida al agua cristalina y transparente, y acompañando a la delicia de este procesionar: el runruneo silencioso del agua,  agua pura y limpia que, sintiéndose obra de Dios, también deseaba participar en la liturgia.

Cortejo procesional

¡Y los niños! en medio de ese ambiente de celestial ceremonia, jugando en silencio y dando con su juego un aire distendido.

¡Y la Alhambra! La Alhambra como siempre majestuosa, recibiendo la caricia de aquel sol, de la tarde, que aún brillaba; y dando el tono de fiesta y de sublimidad y de oración con su peculiar belleza; y diciendo que desde lo alto quiere colaborar, positivamente y activamente, con aquel singular cortejo.

Y las cuentas del Rosario de la mujer con mantilla que pasan y pasan, en oración y en su mano temblorosa. Y el cirio de los nazarenos: unos y otros encendidos, dando un especial encanto a la escena.

Cristo del Vía Crucis

¡Y el cielo! El cielo azul, un azul: limpio y puro. Y el alma de todos: palpitante, sin poder contener sus sentimientos; y los cuerpos nerviosos pensando en la tristeza que origina lo que pronto se acaba.

¡Y Cristo! ¡Nuestro querido Cristo!, Jesús de la Amargura, con su pesada cruz, doblado cruelmente por el dolor, y mostrando en su rostro la huella de las atrocidades de la pasión y mostrando también en su bella talla el pasar de los años y el transcurrir ininterrumpido de la historia.

¡Y la Virgen de los Reyes! ¿Qué decir de ella? Ella es una bella Virgen, ¡Virgen, Señora y Madre! Que anda: triste, muy triste; y con su dolor callado, pero que le traspasa el alma. Una Virgen, que mientras pasa nos dice: que le visitemos, que le hablemos, que estemos con Ella con más frecuencia en su casa de San Juan de los Reyes.

Y el incienso revolotea: vuela y huele, huele y vuela, y pronto nos llena de recuerdos, los recuerdos de un ayer que se pierde en la lejanía.

Mantillas rezando el Rosario

Y ya no puedo seguir: ¡Ni puedo ni quiero seguir! para poder adentrarme en los entresijos del espíritu y recordar lo sucedido, y ver aquel detalle, y el otro, y el otro, todo en sintonía, todo de gran belleza; y desde esa perspectiva ver al Dios mío y Dios tuyo, a nuestro Dios, a ese Dios vivo que da brillo y sentido a aquellos acontecimientos.

Virgen de los Reyes

Y para terminar les digo: hasta luego; pues quisiera escribir de nuevo para, desde mi poquedad, trasmitir mis vivencias: vivencias de esta Semana Santa, de Granada y de Dios, de Dios y de Granada. De un Dios cercano que, a

Monaguillos

fin de cuentas, es el gran protagonista; y de una Granada, mágica y encantada, que siempre, y hoy de una manera muy especial, nos cautiva emotivamente a todos.