Estoy seguro que si ponemos a los camareros de políticos, y a los políticos de camareros, salimos ganando todos, y muy mucho.

Sin duda.

Al no poder trabajar en lo que han estudiado, la hostelería se ha convertido en la única salida laboral de los jóvenes y por consiguiente, tenemos unos camareros muy cualificados académicamente.

Porque además, éstos sí se han currado sus estudios y nadie les ha regalado el título, como en cambio sí han hecho con muchos políticos y por eso tenemos a los peores y más malos del mundo, sin generalizar.

Así que manos a la obra, y hagamos el cambio cuanto antes.

Si es que nos da tiempo, porque desgraciadamente, nuestra situación al día de hoy es mucho peor que la de ayer, y mucho mejor que la de mañana.

Rafael Bueno.

Córdoba.

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