Al podemita Kichi le faltó tiempo al entrar de Alcalde en Cádiz, para procesionar vela en mano en una Semana Santa y para darle una medalla del ayuntamiento a la Virgen del Carmen.

Y ahora se ha probado que firmó un desahucio, a pesar de negarlo.

¡En casa del herrero, cuchillo de palo!

Y es que algunos que dicen ser de izquierdas, han hecho a buena a la Iglesia Católica, en hacer lo contrario de lo que predican.

Claro que en eso, la campeona con mucha diferencia es sin lugar a dudas, la cordobesa Rosa Aguilar.

¿Por qué algunos para hacer lo que hacen, no se afilian a los Requetés o la Falange y así ni se engañan ellos ni engañan a nadie?

Mira por donde, Franco nunca se disfrazó de demócrata de izquierdas, para hacer lo mismo que están haciendo éstos de ahora.

¡Quién lo iba a decir!

Rafael Bueno.

Córdoba.

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Ya se ha notado el cambio en Andalucía: los que han entrado, se han subido el sueldo.

Ese ha sido todo el cambio.

Ya se han olvidado de levantar las alfombras del régimen andaluz que se gastaba nuestro dinero en putas y en cocaína, entre otras cuestiones vitales para el ciudadano.

Pues nada.

Más de lo mismo, en este régimen de partidos.

San Francisco Franco, ruega por nosotros.

Rafael Bueno.

Córdoba.

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Una muchachita de 18 años, primero ha pinchado las gomas del coche de su novio y después le ha propinado una puñalada en el corazón a él, que obviamente, le ha producido la muerte.

Pues bien, eso no es violencia de género.

¿Lo sabían ustedes?

Ahora, si ese novio antes de morir, le dice tonta a ella o la mira mal; eso sí es violencia de género.

¿Eso es igualdad?

Vaya por delante y en primer lugar, poner todos los medios necesarios para la total protección de las maltratadas.

Y para los maltratadores, cadena perpetua.

Pero estaría bien que algún día alguien, hiciera pública la lista de los hombres suicidados, como consecuencia de falsas denuncias de malos tratos.

¡Igualdad, toda. Pero desigualdad, ninguna. De nadie, contra nadie!

Rafael Bueno.

Córdoba

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Los MANIPULADORES del TAXI nos están asfixiando

A muchos el progreso les ha pillado a contrapié.

Se olvidan que al pobre panadero, lechero, frutero, quiosquero, etc… etc… les quitaron su exclusividad y sus lágrimas no consiguieron hacer cambiar el ritmo vertiginosos de la sociedad.

Ahora cualquiera vende pan, o leche, o fruta o pone un estanco frente a otro o una farmacia frente a otra ¿quién lo iba a imaginar hace unos años?

Pero… ¡señores!… la sociedad, no lloró… SE RECOMPUSO…

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