Cartas al Director

Tu voz en la Red

Daily Archive: junio 4, 2014

miércoles

4

junio 2014

0

COMMENTS

Gracias a la «sombra» y sus medios

Publicado por , Posteado enOpinión

Los medios de comunicación estos días bullen en una orgía de monarquismo. La Economía, nos venden ahora, se está recuperando, aunque no el espíritu de los trabajadores, que está a mínimos históricos. Sin pinta de mejorar ni un pimiento además.
Por miedo fundamentalmente a plantar cara a su situación vital, simplificar sus vidas y buscar alternativas, mucha gente va a seguir apostando por sobrevivir en el viejo “sistema”. Se van a perder la oportunidad de vivir de veras.
Los poderes clásicos, pretenden llevarnos, como borregos, hacia un redil que tienen preparado para todos nosotros in mente, según programa elaborado por el Gobierno Mundial (desconocido, aunque algunos ya hablan de él y dan pistas), Bilderberg y compañía.
Pretenden para ello seguir complicándonos la vida a todos, de muchas maneras además, y asfixiar así nuestra creatividad. La que no coincida con sus propósitos, claro.
Lo que no saben es que sus esfuerzos son baldíos, pues su papel en esta representación (la vida) es testimonial. En ella representan el papel –importante, eso sí– de la sombra de la humanidad que, al igual que la sombra de cada uno de nostros, cumple su cometido: el de aumentar nuestra conciencia común, la que muestra nuestro peor lado.
Aunque nuestro impulso inicial sea rechazarlos y rechazar su oscuridad, hemos de reconocer, repito, su importante papel en la evolución de nuestras vidas y de la humanidad en su conjunto.
Por todo ello, hay que dar gracias al “sistema” y gracias también a los medios de comunicación por ese papel que desempeñan, que es: hacer despertar nuestra conciencia individual y colectiva, hacer más luz sobre nosotros mismos.
Animo a todos, amigos, a no quedarnos en el pensamiento, a pasar a la acción, a quitar el inútil miedo que nos atenaza y transitar desde la realidad de animales racionales, terriblemente confundidos, como vemos, en que nos encontramos –sintiéndonos extraños y compitiendo–, a esa otra de seres auténticamente humanos que, tras integrar su sombra, se unen y colaboran (entendiendo previamente, comprendiendo luego, e interiorizando y poniendo en práctica después lo que digo) para no rendirnos nunca y trasformar este mundo en una realidad más elevada.