Está muy claro que Podemos ha traicionado todo lo que venía predicando, y por consiguiente, me parece honesta y coherente la postura de Monedero, abandonando dicha formación.

El único lema de Podemos siempre fue acabar con la “casta política” y todos sus indecentes privilegios.

Pues en tan poco tiempo, Podemos ya ha hecho buena a esa “casta” al plegarse a los deseos de los traidores al socialismo del corrupto cortijo de la Junta de Andalucía.

Para una muestra, un botón.

Hay que predicar con el ejemplo.

Para hacer lo contrario de lo que se predica ya está la Iglesia Católica, Felipe González, Rosa Aguilar y otros muchos.

Rafael Bueno.

Córdoba.

(Del Libro «Sol y Niebla. Epistolario»)

El Pintor admirado del siglo XX es obligado al reposo junto a los servicios del Teatro Museo que lleva su nombre.

Cuentan y es para no acabar que el entonces Alcalde de Figueras el convergente María Lorca se movió en divergente; separando a Dalí de su musa Gala. Llevándolo a enterrar por “negoci” a Figueras.

Algunos han sido los intentos para que Salvador Dalí fuese enterrado en el mausoleo que para ellos hicieron construir en el Castillo de Pubol pero…

Del peral no hay quien caiga sino es que lo tiran y como los alcaldes españoles (catalán para más) hacen de su capa y de la del otro su sayo.

¡Dalí!
¡Siendo el Genio!
Quien de su vida hizo la libertad sin centros.
Llegado el momento del óbito; sus últimas voluntades fueron saqueadas.

¿Para imaginación…?
¡Hay que la tuvo!

Al parecer el Alcalde de Figueras. Que argumentó que antes de morir Salvador Dalí a modo de confidencia le pidió “Quiero ser enterrado en Figueras”.

El genial Pintor. El de la tortilla. El del cestillo con el pan. Salvador Felipe Jacinto Dalí y Domenech que casó con Elena Ivanovna Diakonova oriunda de Kazán (Rusia) conocida por Gala a la que quiso inmortalizar dándole una compostura lejana a su comportamiento rodeándola de nubes en el alto de un cielo que le venía grande. Se encuentra por voluntad de simple mortal ¡solo!

La fortificación gótico renacentista del siglo XI en el Pueblo de Pubol fue comprada por Salvador Dalí en 1962.

Antes se le conocen dos residencias. Un piso en rue Gauguet en París y una casa de pescadores en Port Lligat a dos kilómetros de Cadaqués.

El Castillo de Pubol residencia hasta el momento de la muerte. Conserva la extrema genialidad de su morador.

HE QUERIDO PARARME A REFLEXIÓN EN UNO DE LOS ELEFANTES DE PATAS FILIFORMES QUE DICEN QUE EN GRUPA LLEVA… “UN CUERVO” (ESCULTURA EN JARDÍN). LEJOS DE MI APRECIACIÓN. LO QUE LLAMA A MI VISTA. Y MI REALIDAD APRECIA ES UN ÁGUILA. QUE PODRÍA CONFIRMARSE CON LA FUENTE. ELLA LLEVA ESCULPIDAS DE CADA LADO; SIETE CABEZAS DE RICHARD WAGNER.

Se podría pensar (a lectura de lo que cuentan quienes se precian de haberlo conocido bien) que el fuego atraía a Salvador Dalí y de hecho llegó a quemarse ¿Por qué?

En 1984 lo hospitalizaron con quemaduras en la Clínica El Pilar de Zaragoza. Una clínica especializada en traer niños/niñas al mundo lo que carece de sentido ya que Zaragoza cuenta con varios Hospitales donde cualquier quemadura es su especialidad.

¿Cubismo. Dadaísmo. Arte Moderno. Surrealismo?

Paleta. Pinceles. Arco de colores con los que hizo del blanco lienzo obra única.

Se paró el tiempo en los relojes que derriten la hora. Cabalgan jumentos en la fantasía de un mar de caracolas. La belleza de la cordura reflejada en el Cristo que se ausenta de lo que el mundo pagano magnifica. La muerte del cisne provocada por Nerón… ¡Ah ah…! Este personaje fue de otros tiempos y además romano.

Dalí vive en el Libro de Arte. En el programa televisivo de Cultura. En la red y en el CD copiado. Y para el Ayuntamiento de Figueras en la recaudación diaria.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay

Un reto imprescindible en estos días es hablar del trabajo.

El trabajo es un don de Dios que dignifica al hombre.

Para muchas personas además el trabajo es una vocación, es algo especialmente importante, esencial y trascendente.

Para otra gran mayoría de personas el trabajo es sólo un medio para subsistir; de todas formas realmente aunque fuera sólo eso ya en sí mismo tiene una dignidad inherente, a menos que hagamos el trabajo de una manera chabacana, inútil y estéril.

El trabajo bien podría ser un indicativo esencial de la valía personal del ser humano.

Un trabajo mal hecho, con desgana, sin poner en ello nuestras cualidades y nuestras capacidades, que conllevará además un maltrato a las personas con las que lo realizamos o a las personas que atendemos, sería una señal de la poca categoría humana y espiritual de esa persona.

Una sociedad, una raza, una cultura se podría calificar positiva o negativamente por la forma en que trabaja.

Las motivaciones para el trabajo son también cuestiones especialmente importantes. A las personas hay que prepararlas con la debida intensidad y enseñarles el por qué y el para qué del trabajo.

Quizás hablamos mucho de las penalidades del trabajo, pero se habla poco de la dignidad, del sentido de servicio, de la realización personal que lleva consigo el trabajo.

Y como no hablar, en este tiempo que vivimos, de la ausencia de trabajo. Hay muchas personas sin trabajo que pasan el día angustiados, sin saber: dónde, ni cómo pueden encontrar este medio tan importante para la subsistencia.

Hay familias enteras sin ningún recurso para subsistir. Hay familias en las que ningún miembro puede trabajar. Hay muchas, muchas, muchas personas en paro. El número de paro juvenil supera todos los indicativos posibles.

Y hay culpables, muchos culpables que han convertido sus vidas en máquinas para generar riqueza, en máquinas para generar caudales inmensos para ellos y miseria para los demás. Los culpables son los de siempre, son personas sin corazón y sin piedad que están convirtiendo este mundo nuestro en un lodazal inmundo y desgarrador.

Que Dios, que en la figura de Jesucristo trabajo en la tierra con amor y por amor, en este día del trabajo nos haga entender, a unos y a otros, la necesidad imperiosa de un trabajo para todos.

(Del Libro «Sol y Niebla. Epistolario»)

La familia tomó maleta para otras tierras y Canadá es el lugar de asentamiento.

Un territorio que al parecer puede pasar en extensión veinte veces a España pero su población baila en número (metafóricamente hablando). Treinta y seis millones cortos. En su Bandera una hoja de Arce.

Linderos: Este con el Océano Atlántico. Oeste con el Océano Pacifico. Y mirando al Norte con el Océano Ártico.

Canadá se ubica en el extremo Norte del subcontinente norteamericano ocupando casi la mitad del territorio de Norteamérica.

Hacen frontera con él: Al Sur los Estados Unidos. Y al Noroeste Alaska (su Estado Federado).

A decir de los nuevos exploradores (quienes van de vacaciones) en las carreteras… Durante kilómetros se encuentran con pocos automóviles particulares. No sucede así con los gigantescos camiones y la maquinaria destinada a la extracción del petróleo.

De Edmonton al Norte de Alberta hay cuatrocientos Kilómetros.

Las llamadas arenas de petróleo tienen su riqueza. De ellas se extrae (por estar impregnadas) el petróleo. Lavadas con agua separan de un lado el elemento que les mete dólares en caja y por otro el liquido restante del aclarado (H2o) que en directo mal puede servir para agua de boca pero ellos que son tan conservadores del medio ambiente construyen lagos artificiales.

La arena extraída es conducida a otra zona. Zona que antes fue explotada y que le servirá de relleno. Mezclada con tierras de cultivo hará del lugar nueva plantación de árboles quedando el paisaje restaurado.

«Canadá. País. Que tiene en su Bandera la Hoja de un árbol (el Arce) responde con su disposición a la conservación del entorno y calidad de vida en el Medio Ambiente» (Suscribo el comentario del aragonés que me lo envía y a quien agradezco la instantánea).

Una fotografía que dice lo que ves… sin aumentos.

¡Descomunal gigante!

Lo único que me hace pensar que no va con mi hoja de ruta…

Son las veinticinco horas de viaje (vuelos) que nos separan.

¡Aragoneses por Canadá! Siempre cierto.
Los de quedarse… Y los que volverán.

¡Feliz viaje! A los del regreso.
¡Feliz estancia! A quienes mitad y mitad… La Unidad suma.
Españoles-Canadienses.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay

En este pedestal divino que es el Santuario de la Virgen de la Cabeza; en este lugar privilegiado de Sierra Morena; en este enclave en el que se aúnan las realidades divinas y las humanas; en esta gran peña en donde el pastor de Colomera, una noche calurosa de agosto, encontró la imagen luminosa de nuestra divina Madre

En este paraje natural lleno de belleza y hermosura, y ubicado entre Andalucía y Castilla. En este lugar, cada año, en este primaveral mes de abril se celebra la Romería de Nuestra Señora la Virgen de la Cabeza. Allá por 1.227 el pastor en la noche del 11 al 12 de agosto encontró a la Divina Señora.

En estos años se va reduciendo la invasión musulmana que comenzará en nuestra tierra allá por el año 711≈. Por aquellos años las imágenes sagradas se escondían debidamente para que no fueran profanadas, y es posible que esta imagen que encontró el pastor de Colomera fuera una antigua imagen escondida anteriormente a la invasión.

Pues se sabe con certeza de que la devoción a la Virgen de la Cabeza se celebra en Andújar desde la llegada a esta ciudad del Varón Apostólico y posterior Obispo de Iliturgi: San Eufrasio, en el año 42≈ de la era cristiana. La tradición cuenta que una pintura de la Virgen se la entregó San Lucas a San Eufrasio para que la trajera a España desde Roma y se comenzará en esta tierra de infieles: el cristianismo y simultáneamente la devoción a la Virgen.

Y desde entonces comenzó en Andújar está devoción auténticamente ancestral y genuina. Es por ello por lo que está Romería lleva celebrándose ininterrumpidamente hace más de 788 años.

Y que el último reconocimiento eclesiástico lo tiene del Papa Benedicto XVI que le entregó: “La Rosa de Oro”, una distinción que en España solamente tiene la Virgen de la Cabeza y que la custodia en su excelso Santuario, ubicado en ese paraíso natural de la sierra de Andújar.

Gracias Señora de la Cabeza por repartir, durante cientos y cientos de años, tantos dones materiales y celestiales a tus hijos en esta tierra: sencilla, santa y bendita.

Quiero a España. Quiero la España de los valores y de las virtudes; la España de los millones de trabajadores que, un día y otro, realizan con honestidad su labor y que gracias a ellos aún hoy España supervive.

Quiero el respeto, para aquel que así lo quiera, a la España espiritual, a la España de tradiciones cristianas, a la España: de la Semana Santa, de las Romerías, de la religiosidad popular.

Quiero la España de la tolerancia y del respeto, la España de la comprensión y del diálogo; la España que da la debida importancia: a la familia, a la sociedad, a la juventud, a la educación, a la cultura.

Quiero la España extraordinariamente monumental, la España del arte sin igual y con ese sello personal que la distingue y la España de los parajes naturales de incomparable belleza.

Pero no quiero la España: de los corruptos, de los listillos, de los usureros, de los mangantes, de los desleales, de los traidores.

Tampoco quiero la España: de los señoritos, de los que sin ser nada son tan estúpidos que se creen algo, de los vagos y maleantes que viven como pegados a los demás.

Tampoco quiero la España de los independentistas; ni la España que nos quieren presentar algunos catalanes, muchos o pocos; ni la de los terroristas vascos; ni la de los que quieren anteponer su lengua a la lengua española; ni los que dicen que su bandera es su bandera y no la de España.

Tampoco quiero por supuesto la España de la mayoría de los políticos que usan la política para su propio beneficio, para su usura personal, para alimentar su ego, para vivir bien sin trabajar o trabajando poco y mal.

Tampoco quiero la España de aquellos políticos que mienten y mienten: en los mítines, en el parlamento, en los consejos de ministros, desconcertando con ello a la ciudadanía.

Tampoco quiero parte de la España sindicalistas que engaña a los trabajadores y se engaña a sí misma desviándose de sus fines.

Y tampoco quiero la España de la demagogia engañosa, ni la España de la memoria histórica amañada y vengativa.

Quiero: veracidad, nobleza, gallardía, honestidad, solidaridad, transparencia y grandeza. Quiero a España.

En Córdoba hay Curas buenos, por supuesto, pero también Curas-banqueros, condenados por pederastia, etc.

Lo que no sabíamos es que teníamos también un Cura terrorista de extrema derecha, condenado en su día a 6 años de cárcel por poner una bomba en el gobierno civil de Barcelona y otra en una clínica abortista.

Mismo Cura que ahora, en la provincia de Córdoba donde ejercía, ha sido denunciado por pederasta.

No está mal el Curita ¿eh?

Es completito el muchacho ¿verdad?

Y digo yo: ¿El “Señor Obispo” no conoce el currículum de sus Curas?

Porque si no conocía el de éste, debería dimitir al menos por incompetente.

Pero si se demuestra que lo conocía y lo había ocultado, debería asumir toda su responsabilidad.

Qué curioso.

Con lo bien que conoce el Clero, la vida y milagros del resto de los mortales, y la prisa que se dan ellos en condenar a los demás.

¡Señor: líbranos de tu Iglesia!

Rafael Bueno.

Córdoba.