Cartas al Director

Tu voz en la Red

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miércoles

26

marzo 2014

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Transformar la Sanidad

Publicado por , Posteado enOpinión

Hemos construido una Sanidad mastodóntica que ha crecido en “medios e instrumentos terapéuticos” y pensando que el control y registro pormenorizado de procesos iba a redundar en beneficio de la mejora de la Salud general, aunque los más viejos pensamos, sabemos mejor dicho, que no es así.
Hemos caído en la trampa del Control, aunque creo, poco a poco, la gente se está dando cuenta de que debemos cambiar y afrontar una transformación de esta Sanidad, para que sea sostenible, útil.
Y transformar significa cambiar la forma. De alguna manera, no hay que romper con todo, sino examinarlo bien y ver qué es lo que sirve y qué lo que no te sirve. Y eliminar lo que obstruye.
Decir, por otra parte, que curar no es lo mismo que sanar, pues lo primero, curar, es símplemente tratar los síntomas de la enfermedad (el dolor, por ejemplo), o su manifestación física (una úlcera en el colon); aunque sanar es algo más profundo, y nos lleva a atender la raíz misma de la enfermedad, el desajuste principal, lo que origina ese dolor, que se manifieste esa úlcera.
Nos hemos volcado en Sanidad la curación, pero hemos abandonado la sanación. Hemos creído en el registro de datos y más datos, equiparando al hombre a un ordenador, y nos hemos olvidado de las necesidades últimas de nuestros pacientes, así como la de los sanadores. hemos ignorado el aspecto más profundo del ser humano, que no se arregla con los avances técnicos.


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jueves

10

octubre 2013

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CARTA AL ENGAÑO.

Publicado por , Posteado enartículo personal, Salud, Opinión, Medios de Comunicación, Internacional

Éste es un mensaje para todo aquel que quiera avanzar en la vida, comprender que está aquí por algo; y, además, que tenga el VALOR suficiente para confiar en un desconocido.

Confianza.¡ Qué ironía!

Ahora comprenderéis. Todo aquello de lo que os quiero hablar está resumido en ese primer párrafo.

Porque, pregúntate, ¿ qué es lo que te lleva a desconfiar de un desconocido?
No os estoy hablando de ése tipo de personas que se os acercan tambaleándose y os preguntan por el callejón más cercano, con un brillo ausente en la mirada. Tampoco hablo de aquéllos de traje y corbata, aquéllos, que, dicen, son aficionados a las marionetas.

Pongámonos en situación. Conoces a una persona. No sois íntimos, pero la conoces. Y siempre está sonriendo. Va por ahí con esa sonrisa. Te exasperan ese tipo de personas, porque es imposible que estén contentas todo el tiempo. Quieren quedar bien. Son FALSAS. Conoces a otra persona. Ésa, que siempre te pregunta qué tal estás. Evidentemente, sólo quiere meterse en tu vida. En realidad tú no le interesas. Es FALSA. Oh, y esa otra persona. Ésa que , aunque os conocéis, NUNCA te pregunta qué tal,qué te ha pasado, aunque te vea llorando. Y luego, aún por encima, te sonríe. Serán FALSAS.

¿Se entiende ya por donde va el problema? ¿ O debo mostrarme más irónico para resaltar la exageración de tus precipitadas y demasiado fáciles conclusiones sobre esta gente?
No te estoy pidiendo que cambies de actitud.

Te estoy pidiendo que reflexiones,
por qué tendemos a ver en los demás enemigos,
en vez de buenas personas.

Y ahora te planteo una pregunta un poco dolorosa: ¿ Cuál es tu actitud hacia los demás, si partes desde el hecho de que la gente es MALA? Es evidente, ¿ no? Si no crees que los demás son buenos, tú no te vas a esforzar en serlo. (cuántas veces habrás oído, que la gente buena lo pasa mal..)

La bondad es vista hoy en día como una peculiar virtud, algo que escasea, un bien preciado. Cuando alguien dice » yo soy buena persona» tú piensas » ¡ Ala, flipao! ¡ Dónde irás! Ya sabemos que de ésos no quedan. Tú eres como todos nosotros.» Te molesta más incluso que esas personas que ponen su cara de fondo de pantalla.

¡ PROTESTO! YO SOY, CRÉEME, BUENA PERSONA.

Soy buena persona, pero no soy perfecta. He mentido, he prometido y no he cumplido, he sentido pereza ante compromisos y los he evitado, he hablado mal de una persona que luego me cayó bien y no se lo dije, he criticado maneras de vestir, he sido egoísta, y todo eso no me ha aportado nada. Créeme si te digo que me arrepiento , que he aprendido.

» Demuéstramelo», me pides. » Perdóname», te pido.
Yo perdono, así te lo demuestro. Perdonando. Porque entiendo que tenía mi derecho a equivocarme como tú tienes el tuyo.

Y no te voy a despreciar porque alguna vez me hayas mentido, ya que seguro que había un motivo que te llevó a hacerlo, y sé que no estás orgulloso. No te voy a despreciar si algún día te has reído de mi ropa, porque seguro que iba como un payaso. No te voy a despreciar por ésa vez en la que quedamos y luego no podías, pero te vi con otros. Porque entiendo que no te apeteciese y yo tampoco habría sabido cómo decírtelo.

Y a pesar de todo, a pesar de que me hayas hecho algo que todavía no entiendo, no te voy a despreciar. Porque una vez Bob Dylan dijo «no critiques aquello que no seas capaz de comprender» y tenía razón. Y si a veces yo misma no entiendo por qué actúo de determinada manera, no puedo exigirte a ti lo mismo.

¿ Entiendes, ya, por qué tú también eres BUENA PERSONA?

Y si no lo entiendes, ¿ No has leído al principio de todo que ésta es una carta para aquel que tenga el VALOR de confiar en un desconocido?



martes

3

septiembre 2013

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Carta abierta a mis compañeros de profesión

Publicado por , Posteado enMayores, Salud, Trabajo

Después de más de 30 años de disfrutar de mi profesión de protésico dental, hoy, ya jubilado y en la distancia, me he puesto a reflexionar y quisiera compartirlo con mis compañeros.

Esta profesión me ha brindado grandes satisfacciones. Entre ellas sentirme parte importante de que una persona recupere su autoestima al poder volver a sonreír y comer con naturalidad después de recuperar su dentadura; una dentadura diseñada y realizada íntegramente por mí, por nosotros, los protésicos dentales .Todos sabemos que sólo en esos casos en que el paciente tuvo un trato directo con el protésico dental es consciente del mérito de nuestro trabajo, del valor de nuestra profesión.

Cuando el paciente trata sólo con el dentista, nos convertimos en seres anónimos, pasamos a ser unos simples fabricantes de un producto sanitario que el dentista nos compra a un módico precio y luego revende por un valor infinitamente superior, habiendo afrontado nosotros el costo de los materiales y aportado nuestro trabajo profesional.

Pero lo más triste es que el “profesional odontólogo”, no reconoce al “profesional protésico dental”: para ellos simplemente somos “el mecánico”. A lo largo de mi vida he cultivado buenos amigos, entre ellos algunos odontólogos, los pocos que han sabido reconocer mi trabajo profesional y con los que he trabajado codo a codo con el paciente.

Mi reflexión es, en sí, un mensaje de aliento a todos ustedes, los que aún se enfrentan día a día al dilema de no saber si seguir siendo un “mecánico” al servicio del dentista o hacerse respetar como profesional.

Sólo tienen que acatar y hacer acatar las leyes y éstas son muy claras. El protésico dental es quien debe elaborar y vender el producto sanitario (prótesis dental) directamente al paciente usuario, previa prescripción del odontólogo, como hace el óptico con el oftalmólogo.

Yo, al igual que muchos de ustedes, no supe hacer valer mis derechos. Eran otros tiempos. Hoy tienen la ley de su lado y un colegio profesional que los asesora y apoya. Sólo les deseo a todos que sigan luchando por reivindicar esta maravillosa profesión.

Mi corazón está con ustedes.



jueves

23

mayo 2013

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APLICAR EL VIEJO SENTIDO COMÚN EN SANIDAD.

Publicado por , Posteado enOpinión

La gente me ve como un tío pesado, negativo, quejica, con explosiones de mal caracter y les entiendo, pues así me comporto muy a menudo. La mala leche de no tener el tiempo necesario que entiendo requiere mi profesión de médico, el afán de control de Osakidetza, pero que podría ser cualquier otra institución del momento, la falta de orden en las citaciones de un Ambulatorio grande, como en el que trabajo, donde además de obligar a los administrativos a lidiar con las demandas de los pacientes, muchas veces sentidas como urgentes, deben enfrentarse también a cambios de agenda por imperativos varios.
En éstas estoy, a mi entender dejado de la mano de Dios, y alejado de poder realizar (desde mi óptica) una buena praxis médica. El ordenador, lo saben, nos lleva tiempo, la enfermería y la medicina trabajan ahora en paralelo, más que en equipo, obligados todos a cumplir según el guión que mandan los expertos, que juegan a sabios y pretenden arreglar las cosas super-organizando, sin de verdad arreglar (por lo menos en mi caso) la falta de tiempo y espacio material que, a menudo, me/nos obliga a dejar las cosas a medias y tener que andar corriendo, incluso con sentidas ganas para ir despacio.
Anteayer nos presentaron el Nuevo Proyecto Estratégico de nuestra Área Sanitaria, donde se introducen figuras nuevas (enfermera que atiende dudas por teléfono) y distintas mejoras, como la tele-dermatología que, la verdad, me encantaron. Pero, y aquí entra a escena mi pertinaz negatividad, creo que inciden en el mismo fallo que yo me empeño en criticar, en el dirigismo y la falta de confianza en los profesioanles para que ellos se unan y decidan la mejor forma de llevar adelante su trabajo, en equipo.
La verdad es que, aunque me queda muchísimo, creo he madurado bastante durante mis casi 34 años de profesión (¡horror, debía ser un troll!), y creo diagnosticar acertadamente un mal raíz de este Sistema mastodóntico y agresivo de Salud: la creciente separación de los profesionales y la dependencia externa. Un Sistema basado, por otra parte, no tanto en la promoción de la salud, sino básicamente en la destrucción de la enfermedad y en el Control externo, y no como sugieren los nuevos paradigmas, en la colaboración en red.
El organismo es muy sabio y tiene capacidad, si no se le agrede de continuo desde la esfera psico-socio-laboral, como sucede, de poder sanarse. Pero, en esta prisa que nos ha entrado a todos, la Gestión Sanitaria del momento considera que servir a las exigencias de esa prisa (facilitar la urgencia del cliente), «cortar por lo sano» y seguir mamporreando la enfermedad a medicamentazo limpio, son las líneas estratéjicas en que debemos seguir incidiendo. Y «que pase el siguiente».
Desde estas líneas, invito a nuestros gestores y a la sociedad en general a un cambio radical de paradigmas. En vez del afán de Control y seguidismo de «los expertos», por qué no trabajar en una línea distinta. Primero de sanación social y, segundo, de aprovechamiento de la inteligencia de los profesionales que funcionan separados.
Y todo ello para poder recuperar la Salud perdida, dejando de correr y tomar tantas drogas. Para poder vivir y disfrutar de la vida como de verdad se merece.



miércoles

8

mayo 2013

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EL DILEMA: ¿MÁS LOCURA-DESQUILIBRIO O SALUD?

Publicado por , Posteado enOpinión

El Estado, a la vista está, no es capaz de formular alternativas a la actual situación de paro y precariedad. Salvo a futuro, dicen, «trabajando más y cobrabdo menos», como sugiere el inefable ex-presidente de la CEOE. Cada día se cierran más negocios, más jóvenes tienen que emigrar con este «maravilloso» Sistema o dependen de sus progenitores. También, más gente de mediana edad se queda sin trabajo y depende ya de la pensión de sus mayores.
Por otra parte, en este desbarajuste, donde los empleadores, además, envían a nuestros chavales al extranjero (para que tengan «experiencia»), desarraigando parejas, familias y dejando a sus mayores sin soporte ni cuidado, no existe otro objetivo (bendecido además) que el puramente utilitarista, mercantilista, puramente económico.
Los principales promotores de este Sistema –la derecha/ona acomodada, o la izquierda que ha colaborado con sus postulados y a su implantación, que me da lo mismo– son los que nos gobiernan e imponen su «ley» a la plebe, esperando no sé… supongo que nos adaptemos a sus necesidades de producción o… nos muramos y desaparezcamos por inservibles, dejando de molestar o ser una «carga».
Habrá que empezar, por tanto, a re-crear cuanto antes esta sociedad, ir formando pequeñas comunidades que se muevan por otros principios, que permitan albergar en su seno soluciones que puedan integrar al hombre dentro de la sociedad que crece en torno al ego y al margen de las necesidades humanas.
Una sociedad que no se deje engañar ya más por la propaganda mediática o por anuncios fraudulentos y falsas campañas de «Sostenibilidad» (como las aplaudidas por Anas Botellas –me ha surgido un flash mental de un hecho reciente, lo siento–), que recupere la salud y que pueda vivir unida e interdependiente. Como un organismo vivo, y no, como sucede, como un estúpido robot manejado por un niño loco o desquiciado.


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viernes

12

abril 2013

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NUESTRA RESPONSABILIDAD EN MATERIA SOCIO-SANITARIA

Publicado por , Posteado enOpinión

El 10 de Junio de 2011 escribía lo siguiente:

Quiero llamar la atención de lo que, para mí, es un error de enfoque de la Gestión Sanitaria, que está conduciendo además a la desmotivación del personal.

Quisiera hacer, para empezar, un símil con la forma de llevar una familia, donde el sabio funcionamiento paterno persigue la autogestión filial responsable, y contraponerlo con las fórmulas y formas en que está derivado la asistencia sanitaria, con cada vez mayor dirigismo e intento de control de los procesos asistenciales (al parecer simples y registrables, como quien hace y apunta tornillos), olvidándose del profesional, especialmente de los buenos profesionales, diría yo.

Este dirigismo, nos lleva a tener que complacer las exigencias, cada día mayores en nuestro trabajo, con más parafernalia, pero con menos recursos humanos. Con cada día menos tiempo.

Debido a todo ello, observo, o me parece observar: 1ª Que un sector de profesionales, en un intento de salvarse de la ola que amenaza con ahogarnos, se dedican a “despejar balones desde el área”. 2º: Que parece se ha olvidado que la labor nuestra no equivale solo a atender a un conjunto de problemas físicos, en un grupo de pacientes –parece ser para el Control gestor– emocionalmente homogéneos.

Preocúpense, señores gestores, en vez de complicarlo todo y engordar sus egos políticos, en aterrizar de una vez por todas en la realidad de las cosas, simplificar la labor asistencial y conceder tiempo a los profesionales, mediante la contratación de refuerzos necesarios. En vez de dejar a los profesionales de la Salud a los pies de los caballos, busquen la forma de dignificarlos, alimentar su autoestima y dejarlos trabajar en buenas condiciones.

Hasta ahí escribía ayer. Sigo hoy, 11-4-13, reivindicándome en lo que dije, añadiendo además la necesidad que hoy, más claramente que ayer, veo de autogestión social de la Sanidad. Debido no solo a la escasez de medios materiales y humanos para paliar la demanda creciente de servicios, sino a la necesiadd que tenemos (no todos, por supuesto, pero si mucha gente que abusa los servicios sanitarios además habitualmente) de comprender que la salud es, primeramente, responsabilidad del individuo, no del médico o personal sanitario que, salvo en los casos donde se precisa una intervención directa, es, o debe ser, meramente un asesor especilizado en Salud.

Por otro lado, cada vez vemos más gente mayor, algunos con trastornos mentales u otros problemas crónicos e incapacitantes, que no pueden ser atendidos por la red estatal establecida. Por eso, entiendo, debiéramos promover un amplio debate sobre la causa y responsabilidad socio-laboral del incremento de patologías, así como sobre la “falta de tiempo”, la avaricia como motor del progreso y la progresiva alienación de nuestros mayores en todo este desbarajuste.

Simplificación de la vida y del trabajo, reducción del consumo y búsqueda de la verdad son los pilares básicos en que sutentar la nueva sociedad, dejando morir al mismo tiempo a la vieja, con sus políticos y cargos acomodaticios que, lejos de promover el despertar de esta pesadilla, siguen enrocados en sus posiciones y en defender al Estado y al Poder Económico Vigente. Ese que se sirve a sí mismo y para el que los demás somos meras comparsas en su incesante avaricia expansiva.



jueves

11

abril 2013

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DESCALABRO SOCIAL Y CAMBIO

Publicado por , Posteado enOpinión

Voy a intentar ser esquemático y práctico, para trasladar al papel los pasos que, desde mi óptica, debiéramos ir dando para mejorar en Salud, autogestión de la misma y en la prestación de servicios sanitarios. Quisiera empezar diciendo que la falta de salud y el miedo están íntimamente unidos. Nos han vendido (y muchos se lo han creído) el espejismo de una seguridad basada en el confort y en la suficiencia de la prestación de Servicios Sanitarios por parte del Estado, en una sociedad que ha crecido dis- armónicamente en torno a la «sana» idea del lucro personal y la competitividad.

El mensaje de que debemos competir y pelearnos entre nosotros para «crecer», aunque suerficial y tonto, ha calado. Además, compruebo todos los días, muchos se han relajado y pensado que la salud era cosa especialmente de los profesionales, a los que se demanda cada día más pruebas (los vecinos, internet y la premura de tiempo tienen mucha culpa de ello)
Estas pruebas, por otra parte, en la inmensa mayoría de ocasiones resultaban normales por tratarse de meros síntomas psico-somáticos los que motivan su petición. Pero explíquenselo ustedes a pacientes estresados que no disponen tampoco (o eso creen) de tiempo para «rollos macabeos».

Los políticos, por supuesto, en vez de poner mesura en este tema prefieren escudarse tras la propaganda (son políticos, en el sentido peyorativo del término) y falsean la realidad con cifras manipuladas.

La población, por otra parte, inconsciente en general de todo ello, lo que busca es sentirse bien y poner parches momentáneos en forma de medicinas, ansiolíticos y antidepresivos, además del uso de un creciente número de medicamentos que crece vertiginósamente, a la par que crece (o ha crecido habrá que ir pensando, pues estamos en proceso de cambio) nuestro sometimiento, nuestra estulticia y las múltiples formas de drogadicción (TV, fútbol, drogas más o menos duras, dependencias emocionales, etc…)

La educación, en vez de inicidr en el humanismo, prefiere prepararnos para nuestra «función socila y laboral» que llaman, es decir: para servir a una producción inconsciente y a unos intereses creados que se encargan de inflar sin parar la demanda.

Una delicia, de la que, si queremos cambiar y gestionar bien la Salud y la Educación, pilares básicos de nuestro futuro, tendremos que hacernos cargo cuanto antes de gestinarlo desde nosotros mismos primero y desde la promoción de la verdad en la sociedad después.


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domingo

17

febrero 2013

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Sociedad, Salud y Sistema Sanitario

Publicado por , Posteado enSalud, Opinión

La informatización de procesos es una práctica común que, como todo, llegado un límite, empieza a tener efectos claramente negativos sobre la productividad. La hiper-dependencia informática, además, nos ha debilitado en muchos aspectos, pues tiende a anular las relaciones laborales. Lo que antes se compartía entre compañeros, ahora se discute con una máquina, que en ocasiones te vacila incluso. Que parece insaciable en su hambre de datos y exigencias.
Es una cuestión ésta que seguimos sin querer ver, y quisiera desde aquí romper una lanza en contra de este desarrollo tecnológico sin medida.
En el ambiente laboral en que yo me muevo, no cabe duda, ha contribuido a mejorar el orden en el registro de las historias clínicas, pero ha multiplicado también las demandas de atención y los procesos que se realizan (evitables en muchos casos), al mismo tiempo que los miedos de los pacientes, ya bastante tocaditos, por cierto, en esta «cultura del miedo».
Vivimos inmersos en una cultura estresante, donde la atención sanitaria se presta en muchos casos por profesionales que trabajan al límite, desbordados de demandas y que, por otra parte, han perdido la relación horizontal entre ellos.
Un ejemplo: llega un novato y pregunta cualquier cosa y, lo primero, es remitirle a tal o cual página o programa informático. Apenas se discute entre compañeros, pues han creado comités de «expertos» que son prácticamente los únicos que se reunen para suministrar soluciones. Nos están atontando.
La gente, los pacientes, supongo, perciben el estrés con que funcionamos, pero lo ven «normal», igual que pasa en otras áreas de la sociedad, comentan. Por otra parte, la empatía de muchos deja bastante que desear, pues cada uno va a lo suyo. Vamos a resolver «lo nuestro».
A las jefaturas, este aspecto ha dejado de interesar, más allá de los fríos datos estadísticos. Unos datos que en absoluto son fieles a la realidad de las cosas, además.
Los nuevos profesionales, al igual que en otras áreas de la vida, se han hecho muy dóciles y, a pesar de que se sienten mal a menudo y desbordados en dar respuestas adecuadas, lo toman con resignación. «Es lo que hay», dicen resignados.
Nuestros pacientes, que siguen reclamando además de pastillas y soluciones exprés, en muchos casos humanidad, lo van a tener cada día más crudo, porque estamos programados para dar exclusivamente medicamentos
Es cierto que los médicos nos hemos hecho en general más cercanos y menos soberbios, pero también, que nos están queriendo llevar a creer que las soluciones a los problemas de nuestro tiempo vendrán por la mejora en los procesos telemáticos.
Si sirve de algo, un servidor, que en esto de la asistencia sanitaria ha madurado en situaciones variadas y complejas, les puede asegurar que vamos por mal, muy mal camino. Que tenemos que recuperar las relaciones entre el personal, la conciencia de Equipos de Salud que estamos perdiendo al mismo ritmo que crece el desarrollo telemático.
Tristemente, el interés que mueve a los que están al mando de la nave es particular y, como vemos, pretenden llevar a cabo la privatización de la Sanidad que tienen pensada desde hace años. Y sacar buena tajada del negocio sanitario, al que, ya verán, cómo pronto liberan de esta dependencia tecnológica desbordada.


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viernes

16

noviembre 2012

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ARAGÓN Y ESPAÑA SE DESANGRA DE PROFESIONALES DE LA SANIDAD.

Publicado por , Posteado enOpinión

Algunos cientos de profesionales de la Sanidad ya han hecho maleta y marchado a otros países.
Países próximos o lejanos ¡qué importa! Lo importante es la pérdida de su conocimiento en servicio de Aragón y alejamiento de España.
Conocida es la sangría que durante estos años España padece. Enfermeros. Fisioterapeutas. Médicos. Investigadores. Tan apreciados en cualquier continente; abocados al paro por indecisiones presidenciales.

¡Pero tenemos políticos!
Que no analizan… pero chupan sangre.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay


domingo

9

septiembre 2012

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Que no se desmorone tu castillo de naipes…

Publicado por , Posteado enSanidad Privada, Clínica Quirón, artículo personal, Sanidad, Mayores, Salud, Opinión, Seguros

Quisiera agradecer a tod@s las personas que ayudaron y ayudan a informar como medida preventiva en contra de estas prácticas poco éticas en mi carta anterior, «Experiencia Quirón, lo que nunca te contaron».

https://www.cartasaldirector.org/2012/08/experiencia-quiron-lo-que-nunca-te-han-contado/

Independiente de este caso personal de una experiencia mas en la Sanidad Privada que está en tramites de ser impuesta. Donde los seres humanos se cambian por números, tarjetas, cuentas bancarias, mutuas y seguros privados incluyendo «letra pequeña», «carencias», «exclusiones por pre-existencias», todas condicionadas, donde TU VIDA es directamente proporcional a tu poder adquisitivo. Se omiten  una serie de principios elementales respecto al derecho humano de toda persona, a un nivel de vida adecuado para sí y su familia. Tenemos el derecho de una información completa y  veraz facilitada con transparencia y claridad. Por esto debemos dar prioridad a la gran importancia de una Sanidad Publica, accesible y de calidad que nunca debería estar sujeta al estatus social, nivel económico, ubicación, nivel intelectual (tanto psíquica como física), edad, sexo o religión, ni cualquier otro condicionante.

El derecho a la salud fue establecido primero por la Constitución de la OMS (1946) que estipula: “El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano…”La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 menciona a la salud como parte del derecho a un nivel de vida adecuado (artículo 25). Fue reconocida nuevamente como derecho humano en 1966 en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (artículo 11.1) que describe el derecho a la salud como “el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia. Los Estados Partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho, reconociendo a este efecto la importancia esencial de la cooperación internacional fundada en el libre consentimiento”.*

En el momento que se cumplan los derechos básicos de sanidad, educación, alimentación y vivienda adecuados, notablemente repercutirá activamente en el rendimiento y el trabajo. A simple vista está ¿cuantos seres humanos con minusvalías graves y limitaciones psíquicas o físicas han conseguido metas imposibles? Solo es posible con los medios anteriormente mencionados además de un apoyo incondicional de sus seres allegados, familia, amigos y personal medico y docente entre otros. (Cuando digo personal medico no me refiero solo a doctores en medicina, se incluyen todos los eslabones de la cadena desde enfermeras, fisioterapeutas, psicólogos, trabajadores sociales, celadores, auxiliares hasta el personal de administración). Hay enfermedades temporales otras de nacimiento y otras que con una prevención y tratamiento adecuado pasan de «haber sido mortales» a ser una razón para vivir una vida plena, satisfactoria con calidad.

Con salud, la persona y su entorno, tiene una visión positiva de futuro, ganas luchar, posibilidad de acceder a un puesto de trabajo y conseguir vivir dignamente sin sufrimiento. No hay que olvidar que nuestros mayores tienen derecho a tener una vejez libre de sufrimiento y dolor. Ellos han luchado por nosotros y no merecen ser muebles aparcados donde se niega una calidad de vida por tener una expectativa de vida corta o por ser descartados al ser considerados «no rentables». Cualquier patología inexplicable de un ser humano a partir de cierta edad es clasificada como psicosomática o depresión aplicándole el baremo de «maquina expendedora de medicamentos múltiples incluyendo placebos» para inducirles un estado dependiente y obsesivo de su condición física y limitaciones. Una educación adecuada con unos cuidados tanto emocionales como físicos, incluyendo labores sociales por su parte, servicios de autoayuda entre ellos, facilitar a aquellos que no tengan las condiciones psíquicas mermadas participar en labores de voluntariado, dejarles sentirse útiles en la sociedad seria una forma mas de  reducir gastos farmacéuticos absurdos. Ganarían en salud y no seria necesario el copago sanitario que solo les crea mas incertidumbre y les anula produciéndoles un sufrimiento gratuito. Por supuesto, no me refiero a enfermedades crónicas severas aun así son mas llevaderas con una terapia y control mas humano haciéndoles entender su enfermedad participando en su tratamiento activamente además de dejarles compartir sus experiencias con otras personas en su mismo caso. El sistema y la sociedad les ha inculcado la terapia de ir al «psicomedico» de cabecera para alcanzar un bienestar emocional y la receta de la pastilla mágica para todo lo demás. ¿Cuantos entran muy enfermos en el centro médico y salen sonriendo con otra cara, encontrándose mucho mejor? La primera terapia en grupo la hacen en la sala de espera donde llegan con mucho tiempo de antelación compartiendo con otras personas sus problemas pasando al segundo eslabón, la consulta del facultativo que les reafirma lo anterior, creando seguridad y elevando la autoestima (solo si es un buen “psicomedico de cabecera” para pasar el tercer eslabón administrativo donde se procede a exponer la queja o gratitud del servicio ofrecido y se pide una nueva cita para el ciclo. Necesitan comprensión, cariño y atención, todos lo sabemos. No es nada nuevo. Cuando dejaremos de decir “es que no tengo tiempo…”  y ellos cuando éramos niños ¿si lo tenían? ¿Es mas importante pasar una hora leyendo las vidas o pensamientos de los demás incluso de extraños en redes sociales que dedicársela a tu progenitor? Puede mas el que quiere que el que realmente puede. Algo falla…

Un progenitor prepara a su descendencia para la vida, dándole cariño, educación, le inculcan valores primordiales para su futuro. Nuestros mayores, (y nosotros algún día),  vuelven a la tierna infancia y hay que volver a realizar la acción con ellos como ellos hicieron con nosotros con la misma paciencia.

Si se destruyen y recortan las bases de estos cimientos, el sistema se tambalea y desmorona como un castillo de naipes.