La Santa Madre Teresa de Calcuta con unas frases breves, sencillas y llenas de amor nos anima a seguir de forma entusiasta las huellas  de Cristo. Ese Cristo que siempre se entrega con plena fidelidad perseverante al más desfavorecido:

Ella llena de luz nuestros corazones. Y nos dice:

• Un corazón puro puede ver fácilmente a Cristo:

“En el hambriento, en el desnudo, en quien no tiene hogar, en quien está solo”

Ella, alienta nuestro espíritu y da vibración a nuestros quehaceres.

Y continúa:

• “En el que no es amado, en el leproso, en el alcohólico, en el hombre que vive en la calle”.

“Y vive en la calle: no deseado, no amado, hambriento”.

Y  ella nos infunde amor y dignidad. Y como madre, sigue diciendo:

• “No hay solo hambre de pan, hay hambre de amor. No hay solo desnudez por un vestido, sino que hay desnudez de dignidad humana”.

Y con calor en el alma nos transmite bellamente la esperanza. Y nos repite:

• “No solo hay falta de hogar por una pequeña casa para vivir sino que hay falta de hogar por ser: abandonados por todos, no deseados, no amados, descuidados”

Y terminando cariñosamente, con un suave susurro, nos reprocha, diciéndonos:

•  “Hemos olvidado lo que es el amor humano, lo que es la alegría humana, el toque humano».

Y como reflexión yo me pregunto:

¿Seguiremos apalancados, aburguesados, alelados?

Y como tantas veces pensaremos en un ya veremos que huele a huida.

O por el contrario diremos con, y como, Teresa un sí rotundo que sea un compromiso firmemente firme y decididamente decidido.