Fue una mujer “pionera” diferente y extraordinaria para la época que le toco vivir, final de la monarquía de Alfonso XIII y el advenimiento de la II Republica, con un país que pedia  o necesitaba grandes y profundos cambios y donde el papel que que “jugaban” las mujeres en lo social o lo político, era prácticamente inexistente. Pero llego ella, la abogada( pionera para su tiempo) y defensora de los derechos de la mujer: Clara Campoamor, que fue elegida junta a Victoria Kent como las dos únicas mujeres de aquellas cortes constituyentes, de la recién proclamada Republica de 1931( irónicamente podían ser elegidas, pero sin derecho al voto) algo que la abogada se propuso cambiar. Lucho contra sus propios compañeros, que consideraban que las mujeres no estaban lo suficientemente preparadas, para ejercer el voto( en una España atrasada y rural) decían e incluso contra la otra mujer que la acompañaba en aquellas cortes: Victoria Kent, demasiados “ confesores” teníamos las mujeres argumentaban. Pese a todo, el voto femenino fue reconocido en la Constitucion de la Republica, “irónicamente” apoyado entonces por algunos partidos de las derechas, porque Clara Campoamor tuvo que “pelear” con sus propios compañeros para que el sufragio femenino fuera real y efectivo y exiliándose posteriormente al estallido de la guerra civil. Yo ahora me pregunto? Cual seria el sentido del voto de Clara, si tuviera que votar en nuestras próximas y cruciales citas electorales? Pensemos que ahora mismo, las mujeres superamos en casi un millón a los  hombres en cuanto derecho al voto, somos poderosas  y determinantes en decidir cuales son nuestras verdaderas y reales aspiraciones, y no solo ser mujeres “floreros” que plantean dicho sea de paso, ciertas opciones políticas. Pensemos entonces mujeres, a la hora de emitir nuestros votos, en aquella mujer decidida, valiente y pionera que fue Clara Campoamor.

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