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domingo

11

noviembre 2012

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MAMA TENGO HAMBRE

Publicado por , Posteado enOpinión

Cuando era niño y le decía a mi madre tengo hambre, ella siempre me decía que quieres comer hijo mío.
Hoy he crecido y tengo la certeza de que muchas madres le tiene que decir a su hijo: no hay que comer cariño.
Siempre pensé que en mi país el hambre era algo erradicado, pero veo con desanimo que es un mal que crece alimentado por la escasez de recursos que empiezan a tener muchas familias españolas.
El futuro es incierto para todos en este momento, no sabemos cuando llegara, lo que esta claro es que o cambia la situación o el hambre acabara alcanzando a muchas familias.
Quiero cerrar el pequeño artículo con una frase de Homero .
“La muerte en todas sus formas es aborrecible para el hombre, pero la peor de todas es la muerte por hambre”.


jueves

8

noviembre 2012

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Al salir del supermercado

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Hoy, al salir del supermercado, una señora que parecía que esperaba a alguien, con un abrigo gris de buen corte, se giró y se dirigió a mí. En un primer momento pensé que me pediría la hora o algo así de banal entre dos personas de “clase media”. Pero pronto vi sus ojos, su mirada que reflejaba una profunda vergüenza, y un dolor insoportable. Me dijo: por favor, ¿puedes comprarme algo de comida? Me quedé sin palabras y ella pensando que debía darme algún tipo de explicación, me contó rápidamente que su marido estaba enfermo y no podía pagar el tratamiento y que su hijo no tenía trabajo. Le pregunté qué necesitaba porque en el fondo, me seguía pareciendo que hablaba con alguien que se había olvidado de comprar el azafrán. Sus palabras, casi susurradas para que no se le escapase entre ellas la poca dignidad que creía que le quedaba, me devolvieron a la realidad. Leche, pan, lo que usted pueda- me dijo. El alma a los pies. Cuando salí y le di la bolsa, se empañaron sus ojos, y los míos. Ni siquiera pude decirle ánimo. Nudo en la garganta. Algo se ha roto. Malditos bancos, malditos políticos, maldito neoliberalismo, darwinismo social.

Volví para casa con el corazón acelerado. Quería llorar, no, gritar. Podía haber sido mi madre, o la tuya. Pero nunca será la madre de Rajoy o la de cualquiera de su calaña, no, porque es más, todo lo que defienden y a los que defienden se enriquecen precisamente robando a estas personas, robándonos. Nos roban nuestro dinero con la corrupción, no pagando impuestos, teniendo sus bienes en paraísos fiscales, rescatando bancos, subiendo el I.V.A, haciéndonos pagar no una ni dos sino hasta tres veces por un medicamento. Nos roban la dignidad al destruir empleo, al hacernos pagar por una deuda que no es nuestra, sino de ellos. Nos roban la esperanza. Y, a muchos, les empezarán a robar la vida.  Ojalá exista ese dios que la mayoría de ellos usan como abanderado de la falta de libertades, porque les juzgará a todos. Mientras, la justicia en la tierra sólo existirá si unimos nuestras voces y decimos basta.

Había oído el caso de ese hombre en Grecia que se suicidó en una plaza pública para que todos supiesen que, después de trabajar toda la vida, se negaba a buscar comida en la basura, quise pensar que era una excepción. Había oído que si la situación no acababa de explotar en España era por la fuerte cohesión familiar que tenemos, aunque para eso quedaba poco, y quise pensar que esa situación realmente no llegaría.

Pero ha llegado. Hoy, al salir del supermercado, una señora que parecía que esperaba a alguien, con un abrigo gris de buen corte, vago recuerdo de lo que fue hasta no hace mucho su vida, me pidió que le comprase comida, “leche, pan, lo que pudiese”, con vergüenza, casi susurrando para que no se le escapase el hilo de dignidad que creía que le quedaba. Si no es a ti, le pasará a un vecino, a un amigo, a un familiar. Pero ha llegado ese momento. Hoy lo he visto. ¿A qué estamos esperando?

viernes

2

diciembre 2011

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El juego en política

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La Academia de Televisión nos hace ver que, el juego es inherente a nuestra forma de vida. A mí, el debate electoral del pasado día 7 entre los líderes de los partidos mayoritarios PSOE y PP, me recordó a ese juego conocido llamado “Hundir la flota”. Los estrategas de ambos partidos, colocaron en los tableros los barcos de mayor calado electoral en cada una de las cuadrículas formadas por las coordenadas entre filas y columnas.
El juego comenzó. Cuando el señor Rubalcaba lanzaba su torpedo contra el contrincante, este, había ocasiones que hacía ver que el barco al menos era tocado, nunca hundido. La mayoría de las veces era agua. Cuando el señor Rajoy lanzaba su ataque, su oponente si demostraba sufrir el impacto. Cuando era agua, enseguida sacaba su pizarra enseñándola a él y a la cámara.
De los barcos defendidos en este juego; unos iban pintados de azul con promesas de reactivación de la economía, a base de control exhaustivo del gasto, creación de puestos de trabajo por empresarios y jóvenes emprendedores y algún que otro mensaje de recortes sociales. Otro iba pintado de rojo y cargado principalmente de moral, hacia los indecisos que anteriormente les votaron. También iba cargado de promesas hacia la continuidad en el progreso de la sanidad y la enseñanza públicas, así como de las prestaciones sociales.
Será en las sedes de estos partidos, y en el dique seco, donde comprobarán el estado en que quedaron los barcos tras la batalla. Por cierto, los periodistas y analistas políticos ya tienen cargamento de tinta para escribir.
España dio líderes políticos que crearon escuela. Hoy se necesitan más que nunca; lo malo es que nos los hay. Aprovechando la enseñanza de excelencia de la señora Aguirre, mírense lo de la formación de políticos.
Paradójicamente, quienes sacarán a este país de la crisis (como siempre), serán las personas trabajadoras con derecho a voto, que no los votados. Con el esfuerzo de todos ellos (unas veces de corazón, otras por imperativo legal), no tendrán más remedio que jugar con sus representantes políticos, a ese otro juego a veces marrullero llamado: política.