El Ejército y las Fuerzas de Seguridad del Estado, han sido LOS ÚNICOS que han dado un ejemplo Democrático en España.

Ejemplo más que demostrado y regado además con su propia sangre.

Ejemplo de cambio, de adaptación y de servicio al Pueblo; tanto dentro como fuera de nuestra fronteras.

El único Estamento del que los Ciudadanos podemos sentirnos plenamente orgullosos y quedarles eternamente agradecidos.

A ver si tanto a la casta política, como al resto de Poderes del Estado, se les pega algo de ellos.

Rafael Bueno.

Córdoba.

Las Sicav en España o como los ricos no pagan impuestos

Las frustraciones que se presentan en la vida no nos deben conducir a refugiarnos en mundos paralelos o de aparente fantasía, como, entre otros: el de las drogas, o el de la tristeza, o el de la pornografía, o el del alcohol o el del aislamiento personal o el de la depresión o incluso el del pensamiento del suicidio.

También las redes sociales aunque pueden favorecer nuestra lucha contra las frustraciones, nos pueden llevar fácilmente a convertirnos en dependientes o a la confusión entre lo real y lo virtual. Con lo cual a través de las redes sociales podemos caer en otro profundo pozo de tristeza y frustración.

Por lo tanto buscad y vivid relaciones ricas de amistad verdadera y noble. Las relaciones sociales bien encausadas pueden ser el mejor remedio para huir de la desidia y del desencanto emocional que producen las frustraciones. Relaciones familiares, relaciones con nuestros compañeros de trabajo, relaciones con nuestro entorno, pueden ayudarnos a superar el transitorio bache de una frustración momentánea o profunda. Adoptad iniciativas que den sentido y raíces a vuestra existencia. La pertenencia: a un club, a una ONG, a una institución religiosa, a una institución cultural, a una actividad deportiva… pueden ayudarnos en este cometido.

Tenemos que luchar también contra la superficialidad y contra el consumismo que aunque al principio puede resolver momentáneamente nuestra frustración nos puede también hacer caer en otro pozo de desencanto y desilusión. El consumismo es peligroso pues, con él, entramos en una espiral de gastos innecesarios que nos van esclavizando; cada vez necesitamos más, pero esas necesidades nos satisfacen menos.

También nos acecha otra tentación, la del dinero, ese ídolo tirano que ciega hasta el punto de sofocar a la persona y su corazón.

Los ejemplos de las personas que nos rodean no siempre son los mejores remedios, incluso en muchos casos fue pueden ser perjudiciales y más frustrantes aún. …

Por lo tanto tenemos que buscar buenos maestros, maestros espirituales, personas con ideales nobles que sepan indicarnos la senda adecuada, dejando a un lado: los placeres momentáneos, lo ilusorio, lo llamativo y la mentira.

Algunas de estas ideas están recogidas de: Mateo García Lobato en 2012

Nos hemos complicado la existencia persiguiendo metas marcadas por otros y nos hemos olvidado de indagar en nosotros mismos, en lo que Somos.
Nuestros trabajos los hemos elegido a menudo al azar, y adaptado (pensando que no existía otra) al modelo social de «desarrollo». No es de extrañar, por tanto, que cada vez exista más gente desarmonizada, que tenga que recurrir a medicamentos y drogas para seguir adelante, para hacer más soportables sus vidas.
Pero no solo hemos olvidado el sentido del trabajo (desarrollar nuestros dones y talentos en sociedad), sino lo que es la felicidad en sí, estar alegres. Pues la alegría no procede de gratificaciones externas, como se piensa, sino que brota espontanea de dentro, de simplificar y desarrollar en libertad nuestros dones y talentos.
Los poderes, por todos los medios de que disponen, han tratado de ocultar esto, pues supondría el fin de su dominación.
Curiosamente, los barrotes que nos mantienen esclavos no son reales, sino puramente mentales. Están hechos de miedo y basados en nuestros condicionamientos mentales de escasez, de competición, de división al fin.
Estamos muchos ya despertando, recordando que, aun siendo muy diversos, somos en esencia Uno. Una misma conciencia, creadora o co-creadora, si prefieren.
El camino no está basado en apostar complejas recetas (conciencia egocéntrica), sino que supone soltar amarras, dejar fluir nuestras vidas y aceptar lo que éstas nos traen. Eligiendo siempre según nuestra forma de sentir auténtica, no según nos han condicionado a pensar o sentir otros. Supone desarrollar con sencillez y simplicidad nuestros dones y talentos.
Los demás, pueden, si quieren, seguir apostando por sus dramas, tienen libre albedrío para hacerlo.