Él no puede esperar

Hay muchas situaciones: en las que el alma siente el zarpazo del dolor, en las que el clamor del lamento se acentúa y todo se viste de tonalidades grisáceas. Situaciones en las que unos clavos afilados atraviesan el corazón y todo es desolación y desaliento. Hay muchas personas que sufren en el mundo.

Muertos en Siria

Muchos millones de personas mueren de hambre y lo hacen en soledad, viviendo unas experiencias tremendas e insólitas; si pensáramos con frecuencia en el lamento cruel de ese mundo que vive sin absolutamente nada y muere sin absolutamente nada, de ese mundo, de millones y millones de personas, que viven en la indigencia debido a la opulencia de unos pocos y a la indiferencia de otros muchos, muchos, muchos … Y ese es el gravísimo problema de nuestro mundo: “La indiferencia».

En Siria, guerra y desolación

El que puede dar algo cree que lo suyo es innecesario o es poco o no quiere darlo y así actuamos millones y millones de personas y no sabemos, no queremos saber que muchos pocos hacen mucho; y todos unos por una causa y otros por otra anclados en nuestro pequeño y egoísta mundo. Yo confieso mi pecado de omisión, de no hacer, de no dar, de no rezar lo suficiente.

Triste realidad: Niños guerreros

Otro tema gravísimo de nuestro tiempo es el de las guerras y sus posteriores calamidades.

Actualmente este es el caso de Siria por ejemplo; allí miles y miles de personas sufren en campos de refugiados, sin condiciones de higiene, de salud, de alimentación, sólo superviven, muchos de ellos esperando la muerte, otros esperando la muerte de sus familiares y otros viendo la atrocidad de un mal insoportable.

Siria Cristianos perseguidos y plena desolación

Es terrible ver lo poco que hacemos por los demás; lo poco que hacemos para afrontar la batalla pacífica a favor de la dignidad del ser humano.

Basta ya de tantas situaciones acomodadas; basta ya: de tanta mediocridad, de tanto lamentó inútil, de tanta cobardía … Basta ya de tanto conformismo, de tanto pensar que no podemos hacer nada, ¡por qué:  si podemos!.

¿Que podemos hacer por ellos?

Sabemos que sí podemos; sabemos que el mundo nos necesita, necesita: nuestra pequeña o gran limosna, necesita de nuestra oración, necesita de nuestro testimonio, necesita de nuestra valentía, necesita de nuestro tiempo; tiempo que en tantas ocasiones despilfarramos, habiendo tantas situaciones en las que podemos colaborar: ONGS, centros asistenciales, proyectos benéficos, etc.

Por lo tanto y para terminar: ¡Adelante! Adelante sabiendo que nuestra pequeña aportación es muy importante y mañana quizás ya sea demasiado tarde.

Mi  Madre

El amor en un sentimiento puro, que sale del corazón. Se expresa en distintas relaciones personales, como la amorosa o amistosa, pero sin duda el amor paterno o materno-filial es el que más prevalece en el ser humano. Mamá, te escribo estas palabras para expresarte mi cariño y mi amor incondicional. Siempre serás el motor que rige mi vida.

A lo largo de estos años ha habido desencuentros y situaciones desagradables, los errores que cometí anteriormente han quedado en el olvido y nuestra relación es más cordial y saludable. Te he hecho sufrir a ti y a mi padre en algunos momentos de mi vida, por mi mala cabeza. Ahora me siento un hombre más maduro y centrado.

Sé que no soy muy cariñoso y no expreso mis sentimientos de manera espontánea pero a pesar de ello quiero decirte que te quiero mamá, sois lo más importante de mi vida, como dije el motor que rige la misma. Mamá si no te tuviera a mi lado mi vida sería un desastre y vagaría sin rumbo en la penumbra. Siempre estaré agradecido por tu dedicación y tu esfuerzo por hacer de mi un hombre recto y maduro. Sé que he fallado mucho y a veces sigo cayendo en los mismos errores, pero ya no quiero más discusiones. Desde que tengo uso de razón no he hecho otra cosa que pelearme con la gente: profesores, amigos y con vosotros. Ya estoy cansado de tanto mal rollo. Solo quiero poder vivir tranquilo y a gusto sin discutir con ninguna persona. Hoy aprovecho el día de tu santo para hacer esta manifestación pública de cariño, ya que como sabes no me prodigo mucho en este aspecto. Decirte que te quiero, no lo olvides nunca.

El amor sigue latente y seguirá hasta que me muera. Ojalá pronto, muy pronto pueda encontrar una chica que me haga feliz y poder tener nuevas ilusiones, hasta entonces te sigo disfrutando. Puede que hayas pensado que no he sido bueno contigo, pero mis actos eran consecuencia de mi estado nervioso. Jamás te haría daño de forma intencionada, antes muerto.

Sin más, quiero poner el broche a este escrito que va dirigido a ti. También se que te hubiera gustado que tuviera un detalle contigo. Esto que escribo es algo insignificante.

Pronto verás a uno de tus hijos casado con la mujer amada. Como sabes, yo no tengo aún expectativas de formar una familia. Todo el amor que cabe en mi corazón te lo entrego a ti y a mi padre. No tengo más donde agarrarme, vosotros centráis mis pensamientos.

Sin más me despido deseándote que pases un día inolvidable. Un beso grande.

Te quiere Antonio, tu hijo                11 de Abril de 2014